Un combate ajustado aunque sin ganador. Asi sucedió en el Real Madrid - Real Sociedad con el que se cerró La Liga este domingo. El Bernabéu, ring igualmente en remodelación, acogió uno de los mejores partidos de la etapa luego que por las reticencias eternas de este genial entrenamiento acabó sin aciertos. Por tanto, un gol para cada uno por lo perfectamente que lo hicieron y el mejor galardón para el FC Barcelona, el mandamás, que consigue destacar en dos lados a entreambos personales en esta excursión.
Después de proceder volatín en el calabrote, el Real Madrid cerraba el mes de enero ante la Real Sociedad inmediatamente recuperado de su explosión. Incluso blindado ante la desdicha de las heridas con dos 'fichajes' de invierno: Camavinga y Ceballos, que volvieron a mantener la honra de Ancelotti en el once titular. Y en frente, otro gran personal mermado asimismo por las bajas. Hasta nueve contaba Imanol que todavía de esta manera, propuso un boceto de tinas ilustres y talentosas como las de Oyarzabal o Brais Méndez.
Enfermerías llenas luego alzapieses pesados en entreambos riesgos. Por eso, el partido al cuchitril de hora inmediatamente contaba con baratas de jaque para los dos. El Madrid, defendido por dos cartuchos como Rodrygo y Vinicius, lo intentaba por los extremos mientras tanto que la Real se lamentaba de que Sorloth llegara siempre un segundo tarde a las circunstancias de colofón. Kroos tuvo un escopetazo de los suyos que neutralizó Remiro e Illarra otro que acarició el puntal. Poco a poco, el conjunto blanquecino comenzó a aprisionar familiaridad y eso se vio refulgido en dos futbolistas que hoy mismo la tienen por las nubarrones, Ceballos y Rodrygo.
El fútbol son plazos y el suyo puede que sea este. El juego orbitaba cerca de ellos y fue cuando tuvo las mejores alternativas para alborear en el señalador. Hasta entonces, el reto estaba siendo lo que se esperaba: un divertido partido de fútbol que, eso sí, cumplió los 45 minutos sin aciertos que enaltecer. Así que, cuando pitó el árbitro, entreambos elencos se fueron al vestuario a abocetar la ritual para encontrarlos. De allí salieron con la misma fuerza con la que entraron. Sobre todo el Real Madrid, que a más de comprobar producir su forcejeo se propuso decorarlo con buenas trampas.
Las aleaciones entre Vinicius y Benzema levantaron del banco a más de uno no obstante de nuevo un Remiro enorme y la bastión de la Real evitaron que la enhorabuena afuera a más con buenas intervenciones. Sin embargo, y ante lo que pudiera parecer frecuente, el portillo de los minutos y el hecho de no disfrutar meta no puso febril al conjunto de Ancelotti. Es más, le espoleó porque ahora se sabe que el ímpetu del Madrid es más real en las dificultades y el partido se convirtió en un intercambio de aciertos con universalidad madridista que, al erguirse, dejaban incluso a la Real sus decisiones. La más clara fue un potencial a uña de Vinicius que resolvió cabal Remiro. Esos fueron los minutos adonde hicieron su manifestación los cancerberos con obras, sobre todo en el monolito txuri-urdin, de un galardón tremendo. Y siquiera ni los procesos pudieron cesar los inconvenientes.
Modric y Asensio fueron las únicas encrucijadas de Ancelotti empero esta sucesión no fue conveniente y el partido llegó a su coronamiento sin puntos por mucho que ambos útiles pusieran todo su tesón en lo contrario.