Los blancos encajaron su primera derrota en la Liga en Vallecas y alargan así su crisis de resultados tras haber sumado una sola victoria en sus 4 últimos compromisos oficiales. El equipo de Carlo Ancelotti dio un recital de impotencia después de ser capaz de darle la vuelta en un primer instante al gol inicial de Comesaña. Los de Andoni Iraola no bajaron los brazos y se terminaron llevaron el premio gordito al sobreponerse a todo y sacar los colores a un Madrid muy desilusionante.

El equipo de Ancelotti tardó más de media hora en dar señales de vida en ataque. Los blancos se vieron sorprendidos por la intensidad con la que salió el equipo de Andoni Iraola y asimismo por su puntería, ya que en su primera llegada al área consiguió asombrar a Courtois. Un centro de Fran García fue rematado de forma un tanto forzada por Comesaña. El gol dejó grogui al Real Madrid a lo largo de un buen rato y dio aliento al Rayo, que prosiguió a lo propio y llegó a sacar los colores en ciertos instantes a los jugadores blancos, que hicieron gala de una sorprendente impotencia.

El equipo local no dejaba ni un minuto de respiro a su contrincante, que tardó más de media hora en contar con de su primera ocasión de riesgo, en una internada de Rodrygo que concluyó con un remate desviado. El Rayo, en cambio, pudo haber aumentado la distancia de no ser por Courtois, que evitó el 2-0 en un codo con codo con Álvaro García tras un fallo en la salida de Militao.

Ancelotti, inquieto, no paraba de masticar chicle al no localizar la manera de parar la sangría, si bien afirman que Dios aprieta, mas no ahoga. La ayuda llegó cuando más lo precisaba el Real Madrid. Una caída de Marco Asensio en el área tras un forcejeo con Fran García cambió el curso del partido por la intervención del VAR. Martínez Munuera no había señalado penalti en un primer instante, mas tras observar la reiteración de la jugada en el monitor cambió su resolución. El tropezón del mallorquín no dejó de ser una disculpa. Modric no desperdició el regalo.

Sin tiempo apenas para restituirse llegó el 1-2 tras un cabezazo de Militao tras un córner. Mucho botín para tan pocos méritos. El Rayo no bajó los brazos y su insistencia tuvo su premio un poco antes del reposo merced a un zurdazo de Álvaro García.

Las tablas no alteraron el guion tras el reposo. El equipo Madridista prosiguió desconectado e inútil de frenar el ímpetu local. El Rayo proseguía con las ideas claras y poniendo el ánima en todos y cada balón. El partido volvió a desequilibrarse en el 64 por unas manos de Carvajal en el área que el VAR advirtió tras haberse hecho el sueco en un inicio el agremiado. Courtois detuvo el primer lanzamiento de Trejo, mas el VAR hizo que volviese a repetirse pues el belga no había pisado la línea como marca la regla. Trejo no desperdició la segunda ocasión y marcó esta vez.

Desde ese instante el Rayo defendió con uñas y dientes su botín frente a la deseosa reacción de un Madrid que empujó mucho, mas sin ideas ni criterio, y que no llegó a contar con de ocasiones claras, salvo un remate de Rodrigo delante de la portería que se fue a las nubes. Fue un recital de impotencia.