Iago Aspas fue determinante, una vez más, y se bastó para ganar a un Girona que mereció mayor premio por instantes, mas se quedó sin pegada y padeció la calidad y voracidad de un futbolista (Aspas ha hecho 3 de los 4 tantos de su equipo) que con poquísimo te ejecuta. Solo precisó un tiro a portería para decantar el duelo y dar al conjunto de Coudet el primer triunfo de la época.

Pocos sistemas pueden contener a Iago Aspas y eso que Míchel, al no poder contar con Riquelme (padece una grieta en la cabeza del húmero izquierdo) y aparecer de titular el joven Ureña, apostó por el 4-4-2 con David López formando el doble pivote con Aleix García. El cambio de sistema no pareció pasar factura al bloque rojiblanco ni la lesión, en el 10′, de Yangel Herrera por un tirón en el isquiotibial de la pierna derecha. Si bien el comienzo del duelo fue un tanto a trompicones y una vez se sosegó, el Celta fue ganando terreno y la posesión. Mas fue el bloque gerundense el que se mostró más vertical, con Castellanos y Miguel incisivos y, en el 21′, llegó el primer aviso de Stuani. El Celta no tiró a puerta hasta el 32′, por medio de Cervi, y fue al final de la primera mitad cuando el duelo se agitó de veras. Santi Bueno y Carles Pérez tuvieron las ocasiones más claras. En especial el atacante del Celta, que se estrenó como titular, con un disparo al que Juan Carlos respondió con una parada de mérito.

Tras el reposo, Iago Aspas solo precisó 4 minutos para gozar de su primer tiro en el partido y claro, gol. Es genial y aprovechó bien el ahínco y el pase de Carles Pérez con un tiro cruzado. El Girona trató de reaccionar veloz, Ureña tuvo una buena ocasión, mas anímicamente, el Celta estuvo siempre y en toda circunstancia por encima. Míchel procuró curar la herida y dio entrada a Samu Saiz y Reinier, mas no era el día. Segunda derrota del curso para los rojiblancos.