El conjunto franjirrojo ha entrado en el año de su centenario rodeado de dudas y de espectros mas su visita al Metropolitano, la primera de las dos que efectuará este mes, debe servirle para recobrar la confianza, distanciar espectros y regresar a enchufar a sus futbolistas en el proyecto de Francisco. Y todo ello a pesar de que el Getafe deseó enfangarlo todo desde el primer minuto.

Pues el partido se recordará por ese comunicado que aseguraba que solo se venderían entradas a apasionados del Getafe y no a seguidores rayistas. Pues el encuentro se recordará por el interrogante (superflua, un año más) de quién es el tercer equipo de Madrid. Pues el choque va a quedar marcado por los 3 expulsados del equipo azulón que supo protestar mas no rematar a portería ni plantear futbol.

El Rayo salió con las ideas clarísimas frente a un Getafe dominador de la pelota mas no de la construcción del juego. Francisco puso el mono de trabajo a sus jugadores con un perfil presionante en la zona ancha con Óscar Valentín, Kike Pérez, Unai López, De Frutos e Isi. La mini revolución en el banquillo rayista le salió bien al equipo de Vallecas que venía de un par de meses sin ganar y de 4 partidos sin hacer gol.

Debimos aguardar, eso sí, para poder ver la mejor cara de la franja en la primera mitad. Isi y Kike Pérez comenzaron a encontrarse por la parte interior y De Frutos y Balliu a hacer anchos los carriles y profundo el campo. De la primera conexión salió un zapatazo que cualquier otro derbi hubiese supuesto el 0-1. Mas David Soria estiró sus guantes para sacarla de la mismísima escuadra y después rehusar la volea de un atento Sergio Camello. Informaban los vallecanos que con Kike Pérez pudieron asimismo ponerse por delante al salir del córner.

Daba la sensación de que la mala suerte volvía a ensañarse con el Rayo Vallecano mas un ininteligible golpe de Latasa a Óscar Valentín le iba a valer la segunda amarilla (la primera la vió por un pisotón) e iba a decidir el encuentro. El Getafe replegó candelas y eso dió alas al mediocampo franjirrojo. La primera gran jugada de combinación (prácticamente al primer toque) dejó a Camello apresar el rechace de David Soria para abrir la lata y poner punto y final a la sequía goleadora y a la mala ráfaga de los delanteros.

La alegría ya antes de tomar camino de vestuarios fue doble solamente salir del túnel. Francisco retiró del césped a sus jugadores reprendidos siendo consciente de que la segunda parte sería caliente. Y más una vez que Nteka, uno de los sustitutos, y Camello fabricaran el 0-2 en un balón largo dividido que el joven ariete aprovechó para regatear a Soria y batir por segunda vez la portería Getafense.

Fue la sentencia. Pues desde ese momento el Getafe entró en un estado de desquiciamiento total y absoluto perdiendo a múltiples jugadores por amarillas y rojas. De futbol ni indicio. De disparar a portería, menos.

El Rayo pudo acrecentar la distancia mas entre los palos y David Soria evitaron que la goleada fuera aún mayor. Sin ser un partido refulgente de la franja, este triunfo servirá para coger confianza, distanciar a los espectros y probar que se puede localizar brillantez en medio del fango azulón.