El F.C. Barcelona se proclamó vencedor de la Liga 2022-23 tras golear al Espanyol (2-4) en un derbi con dos caras. Fue el derbi temido por los locales y el soñado por los visitantes. Los 'pericos' se aproximan a Segunda mientras que ven de qué forma festejan su vecino en su casa. Los blaugranas vertieron champán y al Espanyol, como cualquiera con salud frágil, solo le queda tomar Aquarius para procurar restituirse.
Las dos caras del derbi. El mayor miedo y la mayor ilusión. Que tu contrincante celebre en tu casa. Tú ver a tu contrincante aguantanto tu celebración en su casa y estando cerca del desahucio. Todo eso se dio en un derbi de Aquarius para el Espanyol y de champán para el F.C. Barcelona, que ya es vencedor de la Liga 2022-23.
Y es que los 'pericos' están ingresados en el descenso. Tienen opciones de recoger sus cosas y regresar a casa, mas el diagnóstico es, como poco, reservado. La debilidad protectora se unió al potencial ofensivo contrincante y dejó sin opciones a un conjunto blanquiazul que se ve a 4 puntos de la salvación con 12 por jugarse y con múltiples encuentros directos pendientes, como los que va a tener ante Valencia y Almería en las dos últimas datas.
Mas es de justicia poner en valor la época y el partido del Barna. Los de Xavi Hernández no dejaron sitio a las sorpresas y recobraron la versión más 'asesina' de Lewandowski, que marcó un doblete, para encauzar el encuentro, preparar la celebración e ir enfriando el champán en una nevera que llevaba bastante tiempo aguardando que alguien abriese la puerta.
El partido cayó prontísimo del lado blaugrana. No supo poner obstáculos el Espanyol, que hizo aguas en las numerosas llegadas de Balde y Raphinha. Ya informó Pedri a los 6 minutos, cuando falló una clara ocasión en el área. Mas no desaprovechó la suya Lewandowski, que puso el 0-1 con la rodilla tras un pase prácticamente de la muerte de Balde desde la izquierda.
Llegó el 0-1 en el 11' y el 0-2, en el 20'. Balde, que asistió en el 0-1, se transformó en goleador para encauzar la noche y la Liga. En el segundo palo, remató un globito como centro de Pedri, que se coló con determinada sencillez por el lateral derecho del área para regresar a probar la poca confiabilidad de la zaga espanyolista. Pacheco debió estirarse a tiro de Lewan para salvar el 0-3 en el 23', algo que rozó Koundé con un trallazo desviado. El Espanyol no conseguía restituirse y solo podía ver de qué manera corría el tiempo y, aún más, sus contrincantes.
Ya antes del reposo, llegó el 0-3. Raphinha entró como cuchillo en mantequilla por la derecha y le puso un balón perfecto con el exterior a Lewandowski entre el portero y la defensa y este, con la zurda, solo debió empujarla. Consolidó el título y su liderato en el 'Pichichi', algo que aún va a deber apoyar en esta recta final.
Terminó la primera parte con una clara ocasión de Braithwaite. Se le quedó un balón fallecido en el área y le pegó duro con la derecha, mas Ter Stegen tapó de forma refulgente para enviar la pelota a córner. Y en esa línea ascendiente pareció proseguir en la reanudación el equipo de Luis García, que atemorizó con un córner tempranero y un remate alto de Joselu en el 49'. Mas no fue más que un espejismo.
Koundé se unió a la celebración goleadora con el 0-4 en el 53'. El '23', que le cogió la espalda a Puado, peinó un centro medido cara el área de De Jong y batió a Pacheco por su palo para ampliar el beneficio y provocar una nueva desbandada en las gradas. Mas no todos se fueron y, exactamente, fueron 'premiados' con 2 tantos de un Espanyol que tiró de orgullo para ponerle maquillaje por la noche y al marcador.
Tras un remate desviadod e Dembélé, el campo se comenzó a inclinar contra un F.C. Barcelona al que solo le interesaba ya el reloj. Ter Stegen se puso el mono de trabajo para sacarle un buen remate a Puado, al que, eso sí, no le pudo ganar la partido 3 minutos después. Con una bella vaselina, marcó el 1-4 tras un buen pase al espacio de Calero. Lo anuló el agremiado en riguroso directo, mas el VAR le corrigió y le informó de que no estaba en fuera de juego el jugador del Espanyol.
A continuación, y frente al reconocimiento de una grada por la tarea, Joselu estuvo a puntito de firmar el 2-4, mas Ter Stegen taponó su remate a quemarropa. Corrían los minutos y comenzaban los movimientos en un banquillo blaugrana que comenzaba a ponerse guapo para el pitido final, si bien aún quedaba un último golpe de orgullo 'perico'.
Joselu, ya en el 92', marcó el 2-4 tras recoger un rechace del palo tras remate de Calero. El tanto dio paso a la celebración del Barcelona en el césped y a unos altercados en la bocana del túnel de vestuarios que empañó una noche soñada para unos y una temida para otros.
Y es que los 'pericos' están ingresados en el descenso. Tienen opciones de recoger sus cosas y regresar a casa, mas el diagnóstico es, como poco, reservado. La debilidad protectora se unió al potencial ofensivo contrincante y dejó sin opciones a un conjunto blanquiazul que se ve a 4 puntos de la salvación con 12 por jugarse y con múltiples encuentros directos pendientes, como los que va a tener ante Valencia y Almería en las dos últimas datas.
Mas es de justicia poner en valor la época y el partido del Barna. Los de Xavi Hernández no dejaron sitio a las sorpresas y recobraron la versión más 'asesina' de Lewandowski, que marcó un doblete, para encauzar el encuentro, preparar la celebración e ir enfriando el champán en una nevera que llevaba bastante tiempo aguardando que alguien abriese la puerta.
El partido cayó prontísimo del lado blaugrana. No supo poner obstáculos el Espanyol, que hizo aguas en las numerosas llegadas de Balde y Raphinha. Ya informó Pedri a los 6 minutos, cuando falló una clara ocasión en el área. Mas no desaprovechó la suya Lewandowski, que puso el 0-1 con la rodilla tras un pase prácticamente de la muerte de Balde desde la izquierda.
Llegó el 0-1 en el 11' y el 0-2, en el 20'. Balde, que asistió en el 0-1, se transformó en goleador para encauzar la noche y la Liga. En el segundo palo, remató un globito como centro de Pedri, que se coló con determinada sencillez por el lateral derecho del área para regresar a probar la poca confiabilidad de la zaga espanyolista. Pacheco debió estirarse a tiro de Lewan para salvar el 0-3 en el 23', algo que rozó Koundé con un trallazo desviado. El Espanyol no conseguía restituirse y solo podía ver de qué manera corría el tiempo y, aún más, sus contrincantes.
Ya antes del reposo, llegó el 0-3. Raphinha entró como cuchillo en mantequilla por la derecha y le puso un balón perfecto con el exterior a Lewandowski entre el portero y la defensa y este, con la zurda, solo debió empujarla. Consolidó el título y su liderato en el 'Pichichi', algo que aún va a deber apoyar en esta recta final.
Terminó la primera parte con una clara ocasión de Braithwaite. Se le quedó un balón fallecido en el área y le pegó duro con la derecha, mas Ter Stegen tapó de forma refulgente para enviar la pelota a córner. Y en esa línea ascendiente pareció proseguir en la reanudación el equipo de Luis García, que atemorizó con un córner tempranero y un remate alto de Joselu en el 49'. Mas no fue más que un espejismo.
Koundé se unió a la celebración goleadora con el 0-4 en el 53'. El '23', que le cogió la espalda a Puado, peinó un centro medido cara el área de De Jong y batió a Pacheco por su palo para ampliar el beneficio y provocar una nueva desbandada en las gradas. Mas no todos se fueron y, exactamente, fueron 'premiados' con 2 tantos de un Espanyol que tiró de orgullo para ponerle maquillaje por la noche y al marcador.
Tras un remate desviadod e Dembélé, el campo se comenzó a inclinar contra un F.C. Barcelona al que solo le interesaba ya el reloj. Ter Stegen se puso el mono de trabajo para sacarle un buen remate a Puado, al que, eso sí, no le pudo ganar la partido 3 minutos después. Con una bella vaselina, marcó el 1-4 tras un buen pase al espacio de Calero. Lo anuló el agremiado en riguroso directo, mas el VAR le corrigió y le informó de que no estaba en fuera de juego el jugador del Espanyol.
A continuación, y frente al reconocimiento de una grada por la tarea, Joselu estuvo a puntito de firmar el 2-4, mas Ter Stegen taponó su remate a quemarropa. Corrían los minutos y comenzaban los movimientos en un banquillo blaugrana que comenzaba a ponerse guapo para el pitido final, si bien aún quedaba un último golpe de orgullo 'perico'.
Joselu, ya en el 92', marcó el 2-4 tras recoger un rechace del palo tras remate de Calero. El tanto dio paso a la celebración del Barcelona en el césped y a unos altercados en la bocana del túnel de vestuarios que empañó una noche soñada para unos y una temida para otros.