Final por la permanencia en Carranza entre Cádiz y Celta que procuran un paso terminante para estar un año más en Primera División. Los de Sergio afrontal en el choque con la baza de que juegan como local y resaltando la relevancia de un partido más que vital. En la primera parte, un futbol apacible fue la tónica a lo largo de los primeros minutos. Los dos equipos deseaban supervisar un juego en el que tomó el mando el Cádiz con un paso adelante.

El Celta fue el primero que lo procuró con dos disparos seguidos, el primero del peruano Renato Tapia que se fue fuera, y otro de Carles Pérez que detuvo el argentino Jeremías Ledesma (m.3). Iván Villar salió realmente bien a los pies de Sergi Guardiola cuando le iba a recortar, en un avance peligroso del Cádiz (m.18).

Los gaditanos lo procuraron 5 minutos después en un chut del belga Theo Bongonda de primeras que se fue desviado (m.23). Este jugador cayó en el área visitante en pelea con Javi Gallardo y De Burgos Bengoechea apuntó penalti, que por último no fue sancionado al comprobar la jugada en el VAR (m.34).

El sistema de videoarbitraje volvió a intervenir ya antes del reposo contra los intereses del Cádiz al determinar fuera de juego en la acción precedente a un tanto de cabeza de Joven (m.40).

Tras la reanudación, el Cádiz se adelantó en el marcador con un gol de Sobrino, que cruzó el balón lejos del alcance de Villar tras un pase del argentino Gonzalo Escalante (m.53).

El Celta tomó el mando y con la entrada de múltiples cambios, entre ellos el goleador Iago Aspas, se confió a los balones al área local para procurar empatar.

Un cabezazo de Domingos Paciencia lo detuvo Ledesma (m.67) en una buena parada en la mejor ocasión de los célticos. Con las líneas juntas, el equipo dirigido por Sergio González sostuvo un estricto término táctico frente al que nada pudo hacer el contrincante.

Los ataques del equipo gallego eran cercenados por la defensa del conjunto gaditano, que vio de qué manera pasaron los minutos hasta felicitarse por la meta conseguido.