Noche de despedidas en el Camp Nou (3-0) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

Se van Busquets y Alba, mas Ansu Fati desea quedarse. Reclama el delantero su permanencia en la plantilla blaugrana en frente de los susurros que oye sobre su posible traspaso o la inclusión en alguna operación de mercado. Solicita Ansu fe y confianza de la mejor forma que puede hacerlo un futbolista. Con hechos. Con tantos. La manifestación más apropiada tratándose de un delantero.

De la misma manera que sostener la portería a cero es la mayor prueba de eficiencia que puede utilizar un meta. Ter Stegen, incontrovertible, sumó los 26 partidos sin encajar que igualan el récord de Francisco Liaño, del Deportivo, que databa de la época 1993-94. Le queda una jornada (la visita al Celta) para superarlo.

Busquets y Alba no volverán al Camp Nou como futbolistas, mas Ansu confía en gozar de la liturgia de reapertura en el mes de noviembre de 2024. Ya vamos a ver si con el 10 a la espalda caso de que Messi regrese al equipo. Solicitó el guineano a Xavi que no prescinda de él, que aún tiene mucho que dar, si dispone de minutos.

Se despidieron Busquets y Alba, que dejan atrás una excelente carrera llena de trofeos, miembros de aquel añorado Barça, y Ansu aún está edificando la suya a los 20 años, por más que parezca un cromo muy visto por el impacto que ocasionó en 2019.

Se daba por descontada la titularidad de los dos veteranos en la hora del adiós y la incorporación de Ansu en el once inicial daba a comprender que Xavi asimismo le ofrecía una despedida con honores, si bien absolutamente nadie sepa con seguridad cuál representan el futuro que le espera. O solo lo sabe Jorge Mendes, el agente del 10.

Se quede o se vaya, Ansu grabó su nombre en el episodio histórico que se escribía en el cierre del Camp Nou como todos lo hemos conocido. Los dos tantos, el tercer doblete de la carrera, inauguraron los festejos, que siempre y en toda circunstancia han de iniciar con el futbol.

Marcó a los 47 segundos con un regalo de Gavi a puerta vacía y después aprovechó un caramelo de Lewandowski que le dejó solo frente al meta. El Mallorca ya estaba con diez.

“No podemos formar parte de ninguna celebración, no podemos ir a caminar ni a tomarnos fotos”, había dicho Javier Aguirre, en su intento, como Xavi, de sostener la motivación del equipo con todo hecho. El pésimo comienzo del Mallorca probó que fue desatendido. Solo le hizo caso Amath, que le clavó un gratis e superfluo hachazo a Balde provocándole una ruptura de tendones en el tobillo derecho.

Jugaba Balde en la derecha a fin de que Alba disfrutara de la última titularidad. Busquets, sin repuesto conocido ni aguardado -Xavi demanda un relevo que sea “top”-, lució el brazalete que va a pasar al brazo de Ter Stegen, más titular que Sergi Roberto, el más viejo miembro del vestuario.

Solventado pronto y bien el triunfo, continuaba el otro objetivo que era conservar el cero de la portería de Ter Stegen. No costó demasiado. Solo había que eludir una torpeza de las que han menudeado en los 3 últimos encuentros. Ter Stegen reventó de alegría con el pitido final. Era el único que se jugaba algo.

Gavi había remachado el triunfo, marcando el último gol que han visto esas viejas gradas sin que Lewandowski se inquietara, garantizado asimismo el Pichichi. Dispuso de múltiples ocasiones, las tuvieron Koundé, Dembélé, Ferran. Las desaprovecharon. Era la tarde de Busquets, Alba y Ansu.

TiroAlpalo