El FC Barcelona ganó al CA Osasuna (1-0) este martes en el Spotify Camp Nou, en la jornada 33 de LaLiga Santander, para proseguir acercándose al título familiar y merced a un Jordi Alba que, saliendo como refresco, salvó a un Barça espeso que prosigue abonado a los 1-0 frente a un 'Osasuna B' que, con uno menos desde la media hora, pensó en la final de Copa del Rey del sábado.
No estuvo nada fino el Barça en su feudo. La afición llegó a desesperarse al ver que su equipo creaba ocasiones mas no definía, bien por desatino o por la enorme noche de Aitor Fernández defendiendo su portería. Al final, un Jordi Alba que se volvió desquiciado festejando el gol fue la clave del partido.
El carrilero de L'Hospitalet de Llobregat, ejercitando de capitán y veterano, probó una vez más que admite de buena gana que Balde le pase por delante mas, cuando tiene minutos, los aprovecha y desafía a su joven sucesor. Con buenos centros, con clarividencia ofensiva y con un gol salvador.
Prosigue abonado el Barça al 1-0 en esta Liga que tiene poco a poco más cerca, ya a tocar prácticamente. Daba la sensación de que el Barça padecería un 'gatillazo' frente a un Osasuna infestado de suplentes, pensando en esa final copera del sábado en Sevilla contra el Real Madrid, y que además de esto se quedó con uno menos en el 27' por expulsión, por roja directa, del canterano principiante Jorge Herrando.
Salió Xavi con escasas sorpresas en su once, mas estuvo esta vez atinado en los cambios desde el banquillo. Ousmane Dembélé procuró cambios de ritmo y unos contra unos, Ansu Fati estuvo poco afortunado y atenazado al comienzo mas fue mejorando y, sobre todo, con Jordi Alba pareció regresar al pasado, a ese juego eléctrico por la zurda y con incesantes opciones alternativas de calidad en el juego ofensivo.
En el gol, por poner un ejemplo, en el minuto 85. Comenzó la jugada Dembélé por la derecha, se la dio a Robert Lewandowski (al que le anularon, bien y desde el VAR, un gol en el 79') a fin de que este levantara la cabeza y la pusiese atrás, para un sublime esta noche Frenkie de Jong que la peinó, con criterio, para acudir a Jordi Alba. Y este le dio, con el exterior y efecto, de primeras para batir a Aitor, que la rozó.
Era la noche del portero de Mondragón, mas le faltaron milímetros para coronarse eludiendo este gol. Al final, el Barça encontró el camino al triunfo, a una victoria que deja contenta a la afición azulgrana a pesar del sufrimiento anterior frente al muro doble de Osasuna; el de una defensa que llegó a ser una línia de 6 miembros y el convocado Aitor, el mejor de los navarros.
Evitó tantos de Pedri, de Raphinha, de Ansu Fati, de Lewandowski, de Araujo. Mas el Barça falló, en botas de Pedri primero y de Dembélé, después, tantos cantados con remates desatinados a puerta vacía. Ocasiones falladas tan claras que daba la sensación de que el Barça no marcaría.
Aun Osasuna, a pesar de jugar con innumerables rotaciones y con uno menos desde el 27', tuvo un par de ocasiones para marcar. Ahí apareció Marc-André Ter Stegen, que vuelve a estar a su mejor nivel, para eludir el desastre enorme a veces de Iker Muñoz, por servirnos de un ejemplo, en un tiro desde fuera del área.
Indudablemente, quien tuvo la iniciativa del juego y disfrutó de las mejores ocasiones fue un Barça que presionó al Real Madrid, que comenzó su partido a las 22.00 horas a sabiendas de que estaba a 14 puntos del líder. Hizo los deberes el Barça, aunque va a deber afinar puntería si desea apuntar a cotas mayores. En Europa, este desacierto proseguirá provocando pesadillas.