Remontada de emociones en el aniversario rojiblanco (1-3) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

A medio camino cara la calma, el Real Mallorca terminó siendo este miércoles un convidado más en la celebración de aniversario del Atlético de Madrid. Dos regalos en defensa, el primero inmediatamente antes del reposo y el segundo inmediatamente después, terminaron coloreando el 120 aniversario del conjunto colchonero, que había comenzado la tarde padeciendo por culpa de un gol de Matija Nastasic. Rodrigo de Paul y Morata, a los que después se uniría Carrasco, acabarían vaciándole los bolsillos al conjunto de Javier Aguirre, que vería segmentada sobre la yerba del Metropolitano la cuerda de los buenos resultados (3-1).

Asistía el Mallorca a la celebración del Atlético con un vestido que no se había probado y un aspecto poco identificable. Entre bajas por sanción, problemas de salud de última hora y rotaciones, se plantaba sobre la yerba del Cívitas sin sus dos centrales con más galones, sin su máximo goleador y sin la estrella del instante. Mientras, en la mesa del anfitrión no se guardaba nada. Era un día señalado y Simeone, que no deseaba que se le aguase el vino, componía el mejor once posible.

Ordenado y bien tapado, el Mallorca resistía las primeras embestidas locales y dejaba que el partido madurara a la espera de que se le abriese alguna ventana, ya fuera por la vía del contragolpe o a balón parado. Llegó ya antes la segunda, con un saque de esquina forzado por Bello en el que terminaría encontrando oro. Dani Rodríguez advertía un agujero y mandaba un globo al segundo palo, donde estaba Nastasic para estrenar su cuenta como goleador. Mientras que Witsel, Griezmann y De Paul miraban al tendido parados en fila india, el central serbio, invisible, prendía la mecha con un suave cabezazo prácticamente a puerta vacía.

El Mallorca había dado con el mejor lugar de la celebración. Tenía el marcador de su parte, el Atlético no atemorizaba y el buen entorno del principio se había ido contaminando. Los del Cholo tenían el balón, mas le rebosaba la ansiedad y solo llegaba hasta Rajkovic a trompicones. Un activa que se rompió cuando estaban a puntito de caer las cortinas del reposo, con un penalti cometido por Copete sobre Nahuel Molina. Era el primero que se le señalaba al Atlético en toda la época, mas Jaime Latre, desde el VAR, congelaba la resolución a tiempo y obLigaba a Pulimentado Santana a comprobar la jugada desde el monitor. En él se apreciaba que el defensa llegaba ya antes al balón y la pena máxima quedaba cancelada.

Los de Aguirre, que no padecían y habían logrado lo más bastante difícil, recogían los bártulos para pirarse al vestuario cuando se les caía al suelo la vajilla entera. Pablo Maffeo se confundía gravemente al procurar eludir un saque de banda sin demasiada relevancia y gestaba sin quererlo la jugada del empate. La bola terminaba en el área y Rodrigo de Paul la incrustaba en las redes de Rajkovic con el tiempo prácticamente agotado. Un gol de los que escuecen.

El empate había sido solo el principio de la desconexión del Mallorca, que volvía al campo igualmente despistado que se había ido. Inexorable, el Atlético no le daba ni tiempo a digerir el cambio de campo y tras amasar la bola a su gusto Nahuel Molina le servía a Morata el 2-1. Sin contar el reposo, al conjunto abalear se le había escurrido el encuentro en poquísimos segundos.

Aguirre aguardó a que pasasen diez minutos para sacar al campo los tanques que tenía estacionados en el banquillo. De una vez y jugando ya con una defensa de circunstancias (Baba era central, ocupando el puesto de Nastasic, que en el intermedio se quedaba en la caseta lesionado), soltaba sobre la arena a Muriqi, Kang In Lee y Amath. Armado hasta los dientes, el Mallorca iba a trazar algún ataque prometedor, sobre todo siguiendo los pasos del coreano, mas el Atlético no estaba para sorpresas. En uno de esos intentos baleares por volcar el campo, Carrasco cazaba un contragolpe de manual y tras un carrera limpia sorteaba la salida de Rajkovic ya antes de apagar las luces con el 3-1. El Mallorca recorría el camino inverso al del pasado fin de semana y tras 4 partidos en pie volvía a darse contra el suelo.

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