Los bilbaínos, terceros, recibían a los madrileños, cuartos. Había que mirar muy atrás para regresar a ver a dos de los distintivos de LaLiga cruzarse en semejantes circunstancias. Sin respiro ni temor, presionando, corriendo y gozando del tiempo que crea San Mamés en citas como las de hoy. Iñaki Williams tuvo la primera en el minuto 4. Una falta lateral cayó en la cabeza del ganés, que pese a tenerlo todo de cara, no acertó en el momento de ponerla entre los 3 palos. Respondió Morata 5 minutos después con un gol que anularía Figueroa Vázquez, anterior llamada del VAR, por el leve contacto pierna con pierna entre el delantero y Yeray. El central cayó y dejó en nada el cuerpeo, el recorte y la definición que Morata había enlazado.
El Atlético salió a La Catedral sin contemplaciones y con un par de cambios en comparación con equipo que avasalló el miércoles al Brujas. Vuelta al 4-4-2 y las entradas de Morata y De Paul por Correa y Saúl. Pese a trasmitir solidez, fluidez y coralidad en su juego, a los rojiblancos les costó llegar, nuevamente, al gol. El Atleti se fue al reposo sin rematar a puerta por vez primera desde el mes de mayo en frente de la Real Sociedad.
La buena imagen del Atlético se emparejó con la ya frecuente que dibuja el Athletic de Valverde. Un 4-2-3-1 en el que dominan la propuesta (ofensiva), la viveza de su futbol y la naturalidad con la que marchan sus piezas. Le faltó precisión para abrir al Atlético por lo general y en particular a Nico Williams. El arte desequilibrio del cachorro de Bilbao chocó con el arte de proteger de Reinildo. Garra, lectura, inteligencia, anticipación y contundencia para firmar su enésima exhibición. El mozambiqueño es de las mayores certidumbres de Simeone. A poca distancia de la que tal vez sí que sea la mayor, Griezmann.
El francés fue de nuevo la bandera del Atlético con el Balón. Tomó los tiempos para apresurar o frenar la jugada, para unir o separar al equipo tomando siempre y en toda circunstancia la mejor de las resoluciones. En frente de la imprecisión que rigió en la primera parte, Griezmann. Frente al gol que se le demandaba, Griezmann. Al minuto de salir de vestuarios Nahuel filtró un pase a Morata, que esta vez sí que cuerpeó y ganó el duelo a Iñigo Martínez para dejar el gol en bandeja al galo. El 8 apareció en el área para soltar un pase a la red y regresar a morder a la que es su víctima preferida. Con este son 13 los tantos que ha marcado al Athletic. No se puede negar que la sangre realista aún corre por sus venas.
Cuando el Atlético comenzó a hilvanar y a producir, Oblak cayó con el hombro malamente en un centro. El esloveno soportó diez minutos sobre el campo hasta el momento en que el dolor le forzó a salir por Ivo Grbic. Con él se fueron De Paul y Morata por Correa y Saúl. El 9 del Atleti y de España dejó San Mamés tras más de una hora de peleas con Yeray e Iñigo. Un trabajo elogiable. Como el de Kondogbia, omnipresente en el medio campo. El Athletic apretaba, mas el Atlético, con Savic y Giménez en la retaguardia, se aproxima al equipo que gozaba defendiendo y recorriendo. Ni el aire de Raúl García desde el banquillo movió el 0-1. En verdad no tiró a puerta en el segundo tiempo hasta el minuto 84, cuando Raúl García cabeceó con toda la pretensión que Grbic olió. El croata voló y la sacó a mano cambiada.
Apretó el Athletic hasta el momento en que se consumaron los 9 minutos de descuento, mas en ocasiones, este Atleti se halla con su versión más sobria, sólida y eficaz, en la que domina las áreas y deshace a equipos como el de Valverde, que lo recibía como el tercer equipo más goleador de LaLiga. Impensable sin Reinildo, que cortó y sacó cada regate, disparo y pase que deambulaba su radio de acción. Bajo palos y con la cara. No escatima en lo que a sacrificios, despliegue, sacrificio y entrega se refiere. Bueno, Reinildo no escatima en nada. Tal fue su partido y el del Atlético que ni tan siquiera birló los focos la entrada de Joao Félix en el 80. El portugués, en el ojo del huracán, se fue tocado por un golpe en el tobillo, mas sin prácticamente comparecer. El segundo de los 'Clásicos' de la jornada 9 tuvo la disputa y la intensidad prometidas. Cayó del lado del Atlético, que con esta victoria se pone tercero con 19 puntos, adelantando al Athletic (17 puntos), acercándose a los líderes (Barça y Real Madrid con 22) y rompiendo el mal fario con el que salía de San Mamés en los últimos 5 años. Tras 5 años, los rojiblancos volvieron a tomar La Catedral. El rugido lo soltó Griezmann.