Portugal pisa fuerte con un Cristiano de récord (0-3) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

Portugal pisa fuerte. Es el plan que está en la cabeza de Roberto Martínez desde exactamente el mismo instante en que logró la clasificación: medrar en nuestra competición, en el momento en que los caminos se empinan y «el fútbol tiene que dar resoluciones ». No aparecía en la lista de grandes preferidas , no se le daba a Católico Ronaldo un papel de estrella principal. Pero no importó. Más allá de que padeció en el estreno, el guión está marcado y lo siguió al pie de la letra sin ni siquiera tener que pisar el acelerador.

El infierno turco en Dortmund lo apagaron los navegantes portugueses en un abrir y cerrar de ojos. Prestos a jugar prácticamente de tú a tú empujados por una grada entregada, fueron cometiendo errores que les costaron carísimos. Si bien es cierto que sostener el fútbol de Portugal es una tarea enorme , proceder a procurarlos al centro del campo y dejar km a la espalda de una defensa cómica puede ser suicida.

Un minuto le costó a Rafael Leao cogerle la espalda a Çelik, asociarse con Bernardo Silva y ver de qué forma aparecía para rematar al segundo palo Cristiano Ronaldo. El capitán está ávido de gol para coronar su sexta Eurocopa y el partido salió dibujando a fin de que pudiese lograrlo. No fue ese, pero sí otro hito.

Deshizo Roberto Martínez el experimento de poner a Joao Cancelo en la medular. Le dejó corretear con cierta libertad , pero en la banda derecha. En Palinha como escudero de Vitinha encontró el equilibrio y Portugal fue muy sólida frente a las carreras de los turcos intentando encontrar contras. El riesgo , a falta de Arda Güler que no fue titular, lo produjo Aktürkoglu, el radical del Galatasaray intentando encontrar el carril que, de vez en cuando , dejaba libre Cancelo. Su primer remate fue forzado, al segundo, a centro de Kökçu no llegó por un suspiro. Quería Turquía crecer y sumar para verse en octavos, pero Portugal no se encontraba incómoda.

Las contras las frenaban Ruben Días y un esplendoroso Pepe, el abuelo de la competición con las piernas veloces para barrer rivales cuando era necesario. Los turcos corrían cuando conseguían tener la pelota, que no fue mucho ; Portugal la hacía correr. Especialmente por la banda izquierda, con Leao y Nuno Mendes como una sociedad mortal. Por ahí llegó el gol. Lo lanzó el atacante del Milan, lo buscó hasta la línea de fondo el del costado del PSG y se lo sirvió a Bernardo Silva para que lanzara un zurdazo incontenible. Sin excesivo esfuerzo, Portugal tenía el encuentro en sus manos y no tardó en agarrarlo fuertemente en la jugada mucho más estúpida de esta Eurocopa.

2 players de Turquía, su central Akaydin y el misión Bayindik quedarán marcados para siempre. Un hurto de Cancelo, un fallo al buscar a Católico , que la deseaba a pie y el lateral se la puso al espacio, y la simple recuperación de Akaydin acabó en desgracia: cesión atrás al portero sin ver que había salido y balón avanzó llorando a puerta vacía. Vibró el reloj del alemán Felix Zwayer y no hubo inquietudes. Discutían Ronaldo y Cancelo, se recriminaban el error los turcos. Pero el partido ahora estaba inclinado sin antídoto y el Muro del Westfalia, vestido de colorado , helado.

Miró Roberto Martínez al banquillo y echó mano de Neves y de la electricidad de Pedro Neto mientras que la solución se la gritaban a Montella desde la grada: Arda Güler. Puesto que el duelo parecía imposible , absolutamente nadie en Dortmund deseaba quedarse sin ver al nuevo ídolo turco que, pese a la fatiga muscular, brincó al césped en el minuto 69.

Para entonces, Turquía ahora había encajado un gol mucho más. Un balón al espacio que dejaba a Católico codo con codo en el corazón del área contra Bayindik. Entonces apareció el otro yo del Balón de Oro, el que creado el técnico español y el que justifica que sea un futbolista omnipresente en el once de Portugal. Podía haberla empujado y haber logrado el reto de marcar en todas y cada una de las seis Eurocopas que ha disputado. Pero no, escogió obsequiarle el gol a Bruno Fernandes, que asomaba solo en el punto de penalti. Un gesto , un abrazo, que cierra heridas y silencia debates. Además , tiene premio, porque convierte al astro portugués en el jugador con más asistencias, ocho, de la crónica de la competición igualando al checo Poborsky.

No en vano es la estrella y de este modo lo viven en todos y cada campo, donde burlan la seguridad una decena de aficionados y saltan al césped para hacerse fotos con él en cada partido.Turquía, tan desvariada como noqueada aun con Güler en el campo, solo podía mirar.

TiroAlpalo