Con un entorno de celebración, la selección de Portugal dirigida por el de España Roberto Martínez venció a Islandia, por 2-0, y dio por concluida su fase de clasificación más triunfante, en la que fue destructora y batió múltiples récords.

La clasificación más temprana, la ráfaga de victorias más larga (10), su mayor goleada (9-0 ante Luxemburgo) y el mayor número de tantos marcados en una fase de clasificación (36), fueron ciertos jalones conseguidos por los portugueses, que esta noche cumplieron frente a una Islandia eficiente en defensa mas prácticamente inofensiva.

Los norteños, si bien lejos del equipo que embelesó en 2016, supieron cancelar a Portugal levantando un muro en defensa, si bien no le dieron muchos inconvenientes al portero Diogo Costa.

Para la despedida de lo que ha sido una fase de clasificación histórica, Roberto Martínez pretendía un partido que fuera una celebración, y sus jugadores respondieron a la llamada.

Frente a un contenta Estadio de Alvalade a rebosar, Portugal mostró un futbol de ataque fluido que, no obstante, tardó en dar sus frutos.

Detalles como el túnel de João Félix y los abundantes intentos de Cristiano sostuvieron contentos a los espectadores, que, no obstante, debieron aguardar un rato para vocear gol.

Ese grito se oyó por fin en el minuto 37, merced a la diana de los talismanes de Martínez en esta decena de partidos, Bruno Fernandes.

El capitán del Manchester United recibió un hermoso pase de tacón de su contrincante mancuniano, Bernardo Silva, y lanzó un potente disparo desde la derecha del área para abrir el marcador.

A pesar de no tener nada en juego, Islandia asistió a la capital portuguesa presta a deteriorar el buen entorno que se respiraba en la urbe.

Y estuvo a puntito de lograrlo en los primeros veinte minutos, con un disparo cruzado de Sigurdsson que se escapó por poco de la portería de Costa, en el que fue el mejor intento de sus escasas incursiones ofensivas en la primera parte.

El choque se reinició con una reclamación de un gol de Cristiano Ronaldo.

Mientras que el estadio coreaba su nombre, el capitán del equipo de las "quinas" procuraba acrecentar el marcador, lo que fue impedido por el iceberg protector montado por los norteños, como por la regla del fuera de juego.

Como ya había ocurrido un par de veces en la "era Martínez", el exMadridista abandonó en ciertas ocasiones su papel de punta y volvió a sus tiempos de extremo, apareciendo por las bandas -con una velocidad insólita para un veterano de 38 años- en pos de llevar a sus compañeros cara el ataque.

El segundo se generó en el minuto 66, obra del ex del Málaga Ricardo Horta.