Francia, con la clasificación para la Eurocopa de 2024 ya en el bolsillo y poco en juego, brincó al estadio de la ciudad de Atenas con una versión B y pocos titulares, un experimento que aprovechó Grecia para quitarle un empate y eludir que finalice el año con un pleno de victorias. La igualada tiene un alto valor simbólico para los griegos de Gustavo Poyet, que lo vio en la grada tras haber sido expulsado en el último duelo ante Países Bajos y que tampoco tenían interés deportivo pues tenían asegurada la repesca.

El duelo procuraba únicamente encomiar más a los subcampeones del planeta que perseguían cerrar un 2023 perfecto, algo que no hacían desde 2003, y terminar como primeros de la clasificación de la FIFA por primera vez desde 2001. Esto segundo está ahora a cargo de Argentina, que, tras haberles derrotado en la final del Mundial de Probar, asimismo puede quitarles ese título honorífico si se impone a Brasil.

Detalles que cobran relevancia en una Francia que llegaba tras el festín de récord que se dio hace 3 días ante Gibraltar, 14-0, y con la confianza por las nubes, tan alta que Didier Deschamps se dio a las probaturas y dejó en el banquillo a 8 titulares, entre ellos Kylian Mbappé, que salió cuando su equipo iba por debajo y le dio una velocidad más.

Antoine Griezmann, eso sí, un nombre innegociable para el seleccionador francés, encadenó su 84 compromiso con la batuta del equipo, que brincó con buenas sensaciones, dominó el primer periodo y satisfizo al técnico, que busca llenar la columna vertebral de la selección.

Era el instante a fin de que se ganasen el puesto en la próxima Eurocopa nombres que no lo tienen asegurado y todo parecía rodar por el buen camino. Griezmann, que hacía tocar la orquesta a su gusto, estrelló un balón en el palo en el minuto 33 y al filo del reposo Kolo Muani aprovechó un servicio de Youssouf Fofana para internarse en el área y aprovechar un mínimo hueco para batir a Odysséas Vlachodímos.

Fue el segundo gol con la selección del delantero del PSG, que falló la ocasión clave que privó a su país del Mundial de Probar. Los de Poyet, que formaban con 3 centrales, se veían dominados en el control del juego y asimismo en el marcador, mas no bajaron los brazos en pos de lagunas en una defensa con escasas horas de vuelo juntos.

La falla apareció en el minuto 56 con un fallo de Lucas Hernandez que aprovechó Anastaios Bakasetas para igualar y llevar el pavor a una Francia que, hasta ese momento, transitaba calmada por el duelo. Los griegos lo apreciaron y elevaron la apuesta hasta el momento en que 5 minutos después Dimitros Giannoulis retrató en defensa a Joules Koundé y sirvió a fin de que Fotis Ioannidis fusilase a Brice Samba.

Frente a la ignominia, tocó a refuto Deschamps, dando entrada, de una vez, a Mbappé, Kingsley Coman y Jonathan Clauss y dejando entrever su descontento con la banda derecha ocupada por Koundé y Ousmane Debélé.

Mas el empate llegó de las botas de uno de los que estaba en el campo, además de esto, uno de esos que debía ganarse el puesto, el monegasco Fofana, que desde 25 metros sorprendió a Vlachodimos para sosegar los ánimos de Francia.

La igualada no era suficiente para los galos, que dieron un mayor ritmo al partido, a lo que contribuyó asimismo que Grecia no se acobardó y trató de pescar entre los huecos que dejaba un contrincante lanzado al ataque.

La guerra de trincheras dio paso a un intercambio de golpes, con más ímpetu de Francia arrastrada por un Mbappé acelerado y un Coman muy incisivo por la derecha, que estrelló otro balón en el palo en el 90.

Con el tiempo añadido ya cumplido, Mbappé, que ha sido definitivo en 9 de los últimos diez partidos de Francia, forzó a Vlachodimos a una estirada para salvar el empate.