Italia - Bélgica (0-1) | De Caigny expulsa a Italia de la Euro y mete a Bélgica en cuartos

Bélgica desmontó el recio planteamiento táctico de Italia con un gol de De Caigny en el minuto 49 para asombrar a la 'azzurra', escalar a la segunda situación del conjunto D y citarse con Suecia en cuartos el viernes (21:00). La 'azzurra' pudo contener el potencial ofensivo del combinado de Serneels en la primera parte mas acusó su falta de recursos ofensivos en estático cuando debió agredir. Tras su tanto, Bélgica supo anular los agobiados centros y balones largos de la selección de Milena Bertolini, que aún así tuvo un travesaño de Girelli.

Italia y Bélgica pensaron en la otra ya antes que en sí, en condicionar la forma de ser del contrincante ya antes que reivindicar la suya. Exuberancia de control, escasez de peligros. Los ambiciosos 10 primeros minutos de la 'azzurra', amontonando jugadoras en campo contrincante -de manera especial por la derecha-, supusieron apenas una tentativa para poder ver qué podía caer. El cómputo de ocasiones resultó desfavorable para las de Milena Bertolini: Girelli amedrentó con un disparo lejano fuera tras una pérdida de Bélgica en la salida mas el conjunto de Ives Serneels amedrentó más: un remate de Eurlings desviado tras un mal pase de las Italianas en la primera fase y un buen remate de Dhont a centro de Wullaert.

Tal vez por ese par de acontencimientos, Italia prefirió taparse desde entonces para eludir más incidentes cerca de su área, expuesta frente a las errantes conducciones de sus centrales, de forma especial de Bartoli. Bélgica dejaba salir a las dos centrales conduciendo centrándose en eclipsar a Simonetti y Rosucci en la medular y el plan de Italia, que entregó el balón a las belgas desde el minuto 10, consistió en algo similar. El dispositivo táctico tejido por Bertolini tuvo éxito a pesar de la ausencia de Italia en el área de Evrard.

El combinado trasalpino replegó sus dos líneas de 4 en campo propio con sus dos jugadoras más avanzadas, Giugliano y Girelli, taponando los primeros movimientos de Bélgica. Objetivo, que no recibiese en el medio Vanhavermaet o, cuanto menos, que no lo hiciese de cara. Las dos piezas más adelantadas de Italia en la presión se acompasaban con perfección, quedándose una con la centrocampista del Reading y la otra yendo a la presión de la central con balón. Las centrales belgas, Blesmans y Kees, no salían conduciendo con convicción y las aperturas a banda eran al pie, sin inconvenientes Italia para referenciar a las jugadoras de los costados.

Vanhavermaet procuró descender entre las centrales para percibir mas sin provocar nada ni captar ninguna de las dos puntas, que frente a la pivote y las centrales estaban en inferioridad -un 3 contra 2-, si iban a apretar. El descenso de las interiores a percibir, De Caigny y Cayman, asimismo eran inútiles al no conseguir virarse. La monotonía dominaba el partido mas el ritmo se avivó tras la pausa de hidratación en lo que pareció una intervención directa de Seernels para apresurar a Bélgica.

Las puntas, Wullaert y Eurlings comenzaron a bajar a percibir y, cuando lograban virarse, hallaron más espacios a la espalda de la defensa Italiana, conminada asimismo cuando Vanhavermaet pudo jugar de cara con las descargas de las puntas. Paradójicamente, el juego más vertical de Bélgica activó el juego protector de la 'azzurra' al provocar más transiciones e Italia comenzó a comparecer más en el área contrincante y encontró la situación más clara al contragolpe con un disparo escorado de Bonansea que abortó Evrard en el minuto 40.

La segunda comenzó extraña a la rigidez táctica y Bélgica prácticamente que se ahorró todo el complejo proceso al que le forzaba el estructurado plan de Italia. Lo consiguió a balón parado. En el minuto 49, De Caigny cazó un balón suelto cerca de la frontal en una falta lateral y estampó el primero con un preciso y estético disparo ceñido al palo. La insensatez concedió una ocasión a Italia ahora, mas el travesaño escupió el violento chut de Girelli.

Consumida la insensatez, Italia era ahora la que debía armarse de calma y paciencia para localizar los dos tantos que precisaba para no irse de la Euro. Los interrogantes se le amontonaron a la 'azzurra' frente al atrevido bloque bajo que le propuso Bélgica, que pasó a copiar la vieja y zorrilla fórmula Italiana. Las aperturas a banda a Boattin y Bonfantini eran estériles, lanzando las dos de manera directa el centro sin retar a su par en el uno contra uno. El combinado belga salía con criterio cuando recobraba mas caía en el descontrol pasada la divisoria sin conseguir anestesiar el encuentro con posesiones prolongadas e Italia no tenía mayores dificultades para recobrar.

Toda la producción ofensiva interesante de las de Bertolini procedía de pérdidas de Bélgica que resultaban en transiciones y, en una de estas, Giacinti -una de las jugadoras de refresco de la segunda parte-, ganó la espalda a la zaga belga y forzó una hábil intervención de Evrard en el 78'. Wullaert mandó un muy elegante disparo al palo y, al tiempo que aumentaba la calma para Bélgica, medraba la desesperación Italiana con inocuos centros y balones largos al área. El final de la batalla fue un angustioso descuento para la 'azzurra' cara la supresión y una plácida cuenta atrás cara los cuartos para Bélgica, que se va a citar con Suecia el viernes (21:00).

TiroAlpalo