Las norteñas se despiden de esta Eurocopa con un empate a uno in extremis, tras un penalti señalado por el VAR en el último minuto del agregado. Las francesas dominaron el ataque si bien no lograron sellar la victoria, a pesar de que el VAR les anuló dos tantos en la segunda mitad. La igualada no le sirve a la selección del Atlántico Norte para pasar de ronda, tras la victoria de Bélgica sobre Italia por la mínima en el otro partido del conjunto D.
Poco más que 40 segundos precisó Francia para advertir a Islandia de que el pase a cuartos se vendería costoso. Melvine Malard se cocinó el gol en una jugada para enmarcar sobre la frontal de área, apoyándose de espuela con Clara Mateo, que le devolvió la pared a fin de que definiese con su zurda y la pusiese cerca de la cepa del poste izquierdo de Sandra Sigurdardottir, que nada pudo hacer para evitarlo a pesar de su estirada. Demasiado castigo para una Islandia que prácticamente no había tenido ocasión de desplazar el balón, alén del saque inicial.
A pesar de ello, la selección norteña no bajó los brazos y procuró con insistencia igualar el encuentro. Solo 5 minutos tras el tanto francés, la estrella islandesa Karolina Lea Vilhjálmsdottir lo procuró con un disparo desde fuera del área, si bien marchó lejos de la portería de Pauline Peyraud-Magnin. No logró amedrentarla, mas sirvió a fin de que las jugadoras islandesas se creciesen frente a la contrariedad.
El balón parado de Islandia es sumamente peligroso, y por ahí llegó la ocasión más clara de la primera mitad. Transcurría el minuto 10 cuando Hallbera Gudny Gisladottir botó un córner y puso el balón directo al segundo palo a fin de que Sveindis Jane Jonsdottir le propinara un testarazo y lo llevase a impactar en el larguero de la meta francesa. La igualada era posible.
El esférico no terminaba de hallar un dominador claro, a pesar de que las estadísticas mostraran que Francia había efectuado más conexiones que Islandia a lo largo de los primeros 45 minutos. La verdad es que toda vez que el balón caía en botas de las atacantes francesas, las jugadoras del Atlántico Norte sostenían la respiración y suspiraban cuando acababa en una ocasión desperdiciada. La delantera gala, Malard, hizo maravillas en ataque y solo con su presencia, su potencia y sus grandes movimientos en el área puso en contrariedades a una defensa norteña que acabó el primer tiempo con la meta cumplido de no encajar más dianas.
La selección gala siguió infundiendo terror a la zaga islandesa a lo largo de la segunda mitad. En verdad, no precisaba esmerarse en demasía para crear riesgo. Al paso que Francia aprovechaba su poderío en ataque por bandas, Islandia lo probaba con balones largos cara el área contrincante. La tónica del primer tiempo se instituyó en estos segundos 45 minutos, que parecían una versión mejorada de lo que ya se había visto sobre el verde.
Las dos escojas gozaron de ocasiones para convertirlas en gol, si bien las más claras fueron para Francia, que estrelló el esférico en la madera en un par de ocasiones. La primera fue Malard en un remate mordido en el área, donde el balón fue a parar al travesaño, y la segunda fue Grace Geyoro, en un disparo que rebotó en las piernas de la zaguera Glodis Perla Viggosdottir y fue a parar a la cepa del poste derecho de Sigurdardottir.
Islandia se fue apagando conforme pasaban los minutos. Con la intensidad norteña a la baja fue entonces cuando las francesas aprovecharon para sellar el partido con dos dianas, las dos canceladas a instancias del VAR. El primer tanto se generó en fuera de juego a lo largo de la asistencia de Sakina Kachraoui a Malard, que se hallaba en situación adelantada. El segundo, por manos de Geyoro, cuando se acomodó el centro de Mateo con el brazo derecho ya antes de encañonar a portería vacía.
Si bien por último la victoria se vislumbraba simple para Francia, ya con la árbitra a puntito de marcar el final, el VAR determinó que había que comprobar la última jugada del encuentro del minuto 7 del agregado: la jugadora gala Ouleymata Sarr arroyó por detrás a Gunnhildur Jonsdottir. La agremiada checa, Jana Adamkova lo examinó y comprendió que esa jugada había de ser penalti. Dagny Brynjarsdottir lo convirtió en gol, mas no hubo tiempo para más.
A pesar de ello, la selección norteña no bajó los brazos y procuró con insistencia igualar el encuentro. Solo 5 minutos tras el tanto francés, la estrella islandesa Karolina Lea Vilhjálmsdottir lo procuró con un disparo desde fuera del área, si bien marchó lejos de la portería de Pauline Peyraud-Magnin. No logró amedrentarla, mas sirvió a fin de que las jugadoras islandesas se creciesen frente a la contrariedad.
El balón parado de Islandia es sumamente peligroso, y por ahí llegó la ocasión más clara de la primera mitad. Transcurría el minuto 10 cuando Hallbera Gudny Gisladottir botó un córner y puso el balón directo al segundo palo a fin de que Sveindis Jane Jonsdottir le propinara un testarazo y lo llevase a impactar en el larguero de la meta francesa. La igualada era posible.
El esférico no terminaba de hallar un dominador claro, a pesar de que las estadísticas mostraran que Francia había efectuado más conexiones que Islandia a lo largo de los primeros 45 minutos. La verdad es que toda vez que el balón caía en botas de las atacantes francesas, las jugadoras del Atlántico Norte sostenían la respiración y suspiraban cuando acababa en una ocasión desperdiciada. La delantera gala, Malard, hizo maravillas en ataque y solo con su presencia, su potencia y sus grandes movimientos en el área puso en contrariedades a una defensa norteña que acabó el primer tiempo con la meta cumplido de no encajar más dianas.
La selección gala siguió infundiendo terror a la zaga islandesa a lo largo de la segunda mitad. En verdad, no precisaba esmerarse en demasía para crear riesgo. Al paso que Francia aprovechaba su poderío en ataque por bandas, Islandia lo probaba con balones largos cara el área contrincante. La tónica del primer tiempo se instituyó en estos segundos 45 minutos, que parecían una versión mejorada de lo que ya se había visto sobre el verde.
Las dos escojas gozaron de ocasiones para convertirlas en gol, si bien las más claras fueron para Francia, que estrelló el esférico en la madera en un par de ocasiones. La primera fue Malard en un remate mordido en el área, donde el balón fue a parar al travesaño, y la segunda fue Grace Geyoro, en un disparo que rebotó en las piernas de la zaguera Glodis Perla Viggosdottir y fue a parar a la cepa del poste derecho de Sigurdardottir.
Islandia se fue apagando conforme pasaban los minutos. Con la intensidad norteña a la baja fue entonces cuando las francesas aprovecharon para sellar el partido con dos dianas, las dos canceladas a instancias del VAR. El primer tanto se generó en fuera de juego a lo largo de la asistencia de Sakina Kachraoui a Malard, que se hallaba en situación adelantada. El segundo, por manos de Geyoro, cuando se acomodó el centro de Mateo con el brazo derecho ya antes de encañonar a portería vacía.
Si bien por último la victoria se vislumbraba simple para Francia, ya con la árbitra a puntito de marcar el final, el VAR determinó que había que comprobar la última jugada del encuentro del minuto 7 del agregado: la jugadora gala Ouleymata Sarr arroyó por detrás a Gunnhildur Jonsdottir. La agremiada checa, Jana Adamkova lo examinó y comprendió que esa jugada había de ser penalti. Dagny Brynjarsdottir lo convirtió en gol, mas no hubo tiempo para más.