Han debido pasar 58 años a fin de que el West Ham consiguiera hoy el segundo título europeo de su historia al derrotar en la final de la Conference League a la Fiorentina por 1-2 en el Eden Arena de Praga merced a un gol en el minuto 90 de Jarrod Bowen. La próxima temporada ya le espera la Europa League.

La dicha de los 'hammers', cuyo precedente trofeo fue la extinta Recopa en 1965, contrasta con la amargura de los 'viola', que han perdido en apenas un par de semanas dos finales tras escapárseles asimismo la Coppa frente al Inter por otro 1-2. Demasiada atrocidad.

A lo largo de muchos minutos a los dos equipos pareció pesarles la responsabilidad de disputar un partido tan esencial en su historia tras tantos años sin ganar un título europeo (los toscanos desde la Recopa de 1961).

El guion del encuentro fue el aguardado. La Fiorentina, con la vocación ofensiva y gusto por el balón que le ha dado su emergente mas ya cotizado adiestrador Vincenzo Italiano, tuvo el control del balón mas sin conseguir llegar con riesgo al área frente a un West Ham realmente bien organizado en defensa y con gran rigor táctico de la mano de un impecable Declan Rice.

Sofyan Amrabat, con un enorme sentido posicional, dirigió perfectamente desde atrás las maniobras de los 'viola' si bien ya en la fase atacante ese dominio no se tradujo a veces.

El West Ham asimismo fue leal al estilo de David Moyes, un juego físico y directo que solo pudo prodigar en contadas ocasiones, si bien el capitán Rice acarició el gol al cuarto de hora en un rechace protector con un chut que salió fuera poco.

Biraghi, alcanzado por un vaso y Jovic, reemplazado
Con poco que reseñar en las áreas, el juego estuvo detenido a lo largo de unos minutos en el momento en que un váper lanzado por apasionados ingleses cuando Cristiano Biraghi se disponía a lanzar un córner y el lateral italiano debió ser atendido a fin de que se le aplicasen puntos de sutura en la profunda herida de la que sangró en abudancia.

Ya antes del reposo a Luka Jovic, novedad en la alineación en vez del goleador Arthur Cabral, se le anuló un gol por fuera de juego. Además de esto, el ex Madridista asimismo sangró de la nariz al cabecear en plancha en esta acción y ya no jugó la segunda parte.

El encuentro precisaba un 'click' y este llegó en el minuto 62 merced al VAR. Biraghi cortó un avance de Jarrod Bowen con el brazo y Carlos Del Cerro Grande, en su retirada del arbitraje, dictaminó el penalti tras preguntar con el monitor. Said Benrahma transformó el lanzamiento y puso el 0-1 en el marcador.

Tuvo suerte la Fiorentina en empatar apenas 5 minutos después. Amrabat se brincó el patrón mandando un balón largo que ganó en el salto el hoy apagado Nicolás González, Giacomo Bonaventura controló con la zurda y con la derecha cruzó a la red con calidad.

Los toscanos se soltaron con el gol, acentuaron su ataque con más resolución y Rolando Mandragora, tras un pase atrás de Arthur Cabral que le dejó en buna situación, tuvo el 2-1 mas remató fuera (72').

La final estaba abierta y, tras informar con un gol cancelado por fuera de juego de Michail Antonio, Lucas Paquetá puso otro gran pase en profundidad que dejó solo a Bowen ante Pietro Terracciano, al que batió en su salida.

Era el minuto 90 y el West Ham sacó máximo provecho en el instante de su futbol vertical. Tras una desilusionante temporada en que eludió difícilmente el descenso de la Premier League, el equipo londinense acabó una trayectoria europea impecable con 14 triunfos y un empate en sus 15 partidos, eliminatoria anterior incluida. Moyes salva su cabeza y el codiciado Rice probablemente se irá levantando como capitán el trofeo tan largamente aguardado.