Golpetazo del FC Barcelona en París (2-3)

En un exorbitante ejercicio de inteligencia táctica y el carácter que en tantas ocasiones le ha faltado en Europa desde ya hace demasiados años, volvió el mejor Barça para asestar un puñetazo en la mesa en la mismísima cara del PSG. En Parque de los Príncipes que deseó transformar el duelo en la ‘Guerra de las Galaxias’ con una liturgia y un tifo con el mismísimo profesor Yoda y el leimotiv 'Tenéis que combatir al enemigo', salió escaldado.
Xavi le ganó el primer acto a Luis Enrique. Y debió hacerlo un par de veces por el hecho de que del 0-1 de Raphinha se pasó al 2-1 en 3 minutos mas otra vez el brasileiro y Christensen acallaron París para meter un pie en ‘semis’ con el 2-3. El martes, más. No van a estar el danés y Sergi Roberto por sanción mas Montjuïc va a ser una olla a presión.

Liquidado una hora ya antes del partido en el túnel el duelo dialéctico abierto en la víspera por Luis Enrique abrazándose con Xavi, la batalla táctica ya dio que charlar de comienzo. Sin el sancionado Achraf, Combato apostó por los galones de Marquinhos como lateral derecho, dejó en el banco al chico Zaïre-Emery y confió en Asensio, especialista en Champions y de falso ‘9’ entre Dembélé y el temido Mbappé. Xavi le puso delante a Koundé mas con Araujo cerca sin abandonar ni muchísimo menos al cuerpo a cuerpo en la media para percutir en ataque. Sergi Roberto, la aún viva pesadilla parisina del 6-1, se ganó proseguir de titular y de mediocentro en vez de Christensen, justo en contraste a Frenkie de Jong. De vuelta 5 semanas tras su esguince, ejercitó de doble pivote con Gündogan liberado de enganche. Enfrente, Vitinha, Fabián y el surcoreano Lee Kang-in.

Comenzó el PSG deseando ser leal a los ideales que Combato puso sobre la mesa del discute futbolero: posesión y presión alta. Le faltaron ocasiones claras en un primer cuarto de hora con el Barça más precavido que por poner un ejemplo en la Supercopa contra el Madrid. Pronto quedó claro que el billete a ‘semis’ pasaba por la solidaridad de todos pues los 3 de arriba dieron una lección de de qué forma unir espacios. Apenas un par de veces contó Dembélé con profundidad para desbordar a Cancelo. Vitinha dio sentido al juego local mas Mbappé solo tuvo metros por delante tras una falta muy clara de Beraldo a Raphinha que el inglés Anthony Taylor pasó por alto. Y ahí le aguardó Araujo en la carrera antes que Koundé bloqueara su rosca con la derecha.

Poco más del PSG y mucho para aplaudir de un Barça escarmentado de las enésimas debacles europeas y asimismo de los desbarates frecuentes hasta febrero. Tiró primero de juego directo Ter Stegen para dejar solo a Raphinha ante Donnarumma. Le faltó finura en el control al brasileiro, que informó de lo que estaba por venir. Por su lado y la de sus compañeros ganando peso en campo contrario con una interpretación perfecta de los espacios frente a un contrincante corriendo más sin balón de lo que aguardaba. Nuno Mendes sacó bajo palos un cabezazo de Lewandowski, fabuloso en la lectura del juego de espaldas a portería. Golpearon sus lumbares mas no sus neuronas, eficientes para respaldarse en Gündogan, Raphinha o Lamine Yamal conforme tocara.

El brasileiro volvió a conminar a Donnarumma con un chut lejano en el ecuador del primer acto. A Dembélé no le llegaba nada y Mbappé quitaba aun velocidad al PSG al regresar tarde estando en ‘offside’. Mayor apetito y madurez exhibió el Barça, compitiendo en Europa como tanto hace un tiempo y nutriendo el sueño de Wembley. Sabiendo escoger en qué momento y de qué forma avanzar, llegó un golazo coral. ‘Lewy’ recibió a 30 metros del meta, abrió para Lamine, que procuró al polaco mas Donnarumma falló en el despeje y Raphinha desató la insensatez en el 37’ entre los 2.000 barcelonistas presentes. Tocado el PSG, pudo caer el 0-2 mas a Lamine le faltó temple para poder ver a Lewandowski y Gündogan de cara a gol.

Excusó el Barça y en la Champions eso se paga costoso. Lo sabe bien. Combato reactivó al PSG en el reposo, sacó a Barcola por Asensio y Mbappé pasó al medio en una salida en tromba que atropelló a su contrincante. Tras un mal despeje de Araujo, Dembélé hizo magia. Recortó con la diestra y batió con un zurdazo a Ter Stegen. París ardió con el 1-1 en el 48’. Solo 3 minutos después, por la derecha, Fabián vio llegar entre líneas a Vitinha y gol.

El golpe fue muy duro frente a los méritos mas el combate que adelantó Combato con ademanes de puñetazos de boxeo al ver a Xavi en el túnel esperaba más ‘rounds’. Joao Félix reemplazó a Lamine y Pedri a Sergi Roberto. Y al minuto de salir, el canario sacó de su chistera un pase excelente a Raphinha, mortal al espacio y al vuelo con la zurda. Su compatriota Ronaldinho, ex de los dos clubes, debió desvariar en la grada.

El Barça se levantó de la tela veloz. Sonó la campana de un ataque final de media hora. Vibrante, como el Madrid-City o el Arsenal-Bayern. Absolutamente nadie creyó que el martes hay una vuelta en Montjuïc. Parecía una final con el balón recorriendo a mil por hora. Raphinha, Lewandowski y Gündogan aceleraban. Como el PSG en pos de Barcola mas entre el impasible Cubarsí y Araujo apagaron un fuego que avivó Dembélé con un remate al poste. Y en esa ida y vuelta sin tregua, Ferran y Christensen aportaron piernas en vez de Raphinha y De Jong. El danés, a los dos minutos de aparecer, se agrandó tras botar un córner Gündogan para meter el 2-3 y hacer justicia a la globalidad del partido.

Era instante de aprender la lección de media hora ya antes para rematar la faena. Y ‘Gündo’, actual vencedor de Europa, tomó el mando con Joao Félix de asociado y la energía de Fermín entre los olés finales de la ‘gent blaugrana’, orgullosa como jamás de de qué forma compitió y ganó su equipo.

TiroAlpalo