Bayern - Mönchengladbach (1-1)

En el primer partido disputado tras el sorteo de la Champions, el Bayern dejó escapar los primeros puntos de la época, tras empatar en casa frente al Borussia Mönchengladbach (1-1) en un partido en el que la clave fue el portero visitante, Yann Sommer, que con 18 paradas fue el héroe de la tarde y el autor del pinchazo del Bayern.

Le costó en la primera parte al equipo de Nagelsmann supervisar el partido y si bien llegaba al área contrincante, lo hacía con poco riesgo. El Borussia conminaba con asombrar a la contra e molestaba al vencedor alemán, que no obstante con el paso de los minutos fue poniendo cerco a la meta protegida por Sommer. Curé tuvo el gol en un par de ocasiones y por último fue Emané en el 33 el que abrió la lata, si bien su tanto fue cancelado por fuera de juego posicional exactamente de Curé, tras repasar el agremiado la acción en el VAR. 5 minutos después, nuevamente gol cancelado a Emané, en un caso así por claro fuera de juego al rematar.

Y cuando más cerca parecía el gol del Bayern, Upamecano se ‘comió’ un despeje largo, Thuram controló, resguardó el balón y se plantó ante Neuer, al que batió de tiro cruzado. Era casi la primera ocasión visitante y el Borussia se ponía por delante al borde del reposo.

La segunda mitad fue un festival ofensivo del Bayern y un recital de paradas de Sommer, ciertas espectaculares. Curé tuvo 3 ocasiones sucesivas y siempre y en toda circunstancia encontró con el portero suizo, poco a poco más crecido. Asimismo lo procuraron Gnabry y Muller, mas Sommer se lució nuevamente, igual que frente a un disparo lejano de Pavard.

Mas en el minuto 83 Musiala le puso un buen balón a Curé, que desde el corazón del área consiguió al fin batir al meta del Gladbach. El partido terminó con el Bayern volcado en busca del gol de la victoria y con ocasiones clarísimas de Davies, Gnabry y en especial una de De Ligt. Mas nuevamente apareció Sommer. Al final, empate, pinchazo del Bayern y 18 paradas del portero visitante, que consiguió terminar con la paciencia de los bávaros.

TiroAlpalo