Lo que vivió Ferrari en su casa fue un golpetazo de realidad. Verstappen se coló en el jardín de la Scuderia, se abrió una botella de Champán y comenzó a festejar un título que logrará en pocas carreras tras lograr el GP de Italia de F1 2022. Toda Italia pudo comprender la moraleja: Por mucho corazón, fe e ilusión que le obsequien a su equipo, con eso no basta. Es preciso progresar. Ser perfectos en todo'. Esta vez, las paradas de Ferrari fueron excelentes, mas fallaron en la estrategia de Leclerc y en la humillación de las gomas.
Mas Dirección de Carrera se ocupó de que ese mensaje quedase en un segundo plano. Un 'Safety Car' a falta de 5 giros, señalado con demasiada lentitud, igualmente lento que el siguiente procedimiento de seguridad para sacar el vehículo, impidió que se viese una lucha final emocionante. La F1 es un 'show', y la grada, pagando costes elevados, se fue del Circuito con la sensación de no haber podido oir la mejor canción del concierto, la más emocionante. ¿Se imaginan una relanzada con mismas gomas a falta de dos o 3 giros entre Max y Charles? Solo la podemos imaginar, pues nos la hurtaron.
No obstante, la FIA se defendió tras la carrera asegurando que los comisarios no pudieron activar el neutral en el vehículo de Ricciardo para empujarlo, lo que forzó a que tuviese que salir la grúa y frenar todo el procedimiento.
Monza pasó de vocear de alegría por la pole de Charles Leclerc del sábado y de soñar con lo imposible, creyendo francamente que podían ganar en casa al todopoderoso Max Verstappen, a quedarse mudos. A Ferrari, ya lejos de Red Bull y Verstappen en los dos Mundiales, solo le quedaba una ilusión: ganar en casa y dar una alegría a los tifosi. Mas ni eso. Max Verstappen y Red Bull no dejan ni las migajas. Lo quieren todo. Ferrari estaba ya en la tela desde la derrota de Hungría, mas Max y su equipo, predadores natos, fueron a por el K.O. a falta de 6 ataques para el final del Mundial. Le dieron el golpe más duro que le puedes dar a un equipo: vencerle en su casa, cuando las esperanzas se habían avivado.
Ferrari lo procuró todo con Leclerc, mas era bogar a contracorriente, con la marea llevando su navío cara el barranco. No había nada que hacer. Max Verstappen ya fue formidablemente superior a Ferrari en Hungría, Spa y Zandvoort. En Monza informaron el viernes con un ritmo de carrera destructor. Y con 5 puestos de sanción, aun saliendo 7º, Max se impuso sin dificultades por una fácil razón; su vehículo cuida mucho mejor las gomas. Su escasa humillación, mucho menor que Ferrari, decantó la balanza en favor de un Verstappen que suma su quinta victoria sucesiva, la 11ª en 16 carreras. Max cantó ‘jaque mate’ y los miles y miles de tifosi que ya antes de la carrera encendían sus bengalas rojas y no cesaban de animar a Leclerc, solo podían sentarse y recrearse con la perfecta asociación que forman Red Bull y el conduzco holandés.
Leclerc lo procuró de comienzo con mucha raza, defendiendo con uñas y dientes su situación de pole frente a un beligerante ataque en la primera curva. Leclerc sostenía la primera situación y los ferraristas soñaban con el milagro. Lo veían posible. Sin embargo, prontísimo, aprovechando un Safety Virtual en la vuelta 12 para poner la goma media. Eso le forzaba a ir a dos paradas y a dejar su estrategia al descubierto. Dejaba a un Max que remontó velozmente desde la 7ª situación de salida en la primera situación sin ni tan siquiera haber debido adelantar en pista a Charles, y eso no puede ser.
El presente vencedor se halló con vía libre para imprimir su ritmo y terminar con la carrera en ese stint. Su primera tanda de gomas fue increíble. 25 giros con la goma blanda a un ritmo asolador. Cuando Leclerc volviese a parar, ya estaría a 19” de Verstappen a falta de 19 giros. Sí, tenía gomas Nuevas, mas su contrincante proseguía a lo suyo sin grietas ni síntomas de debilidad. No padeció ni un
Para colmo, un ‘Safety Car’ virtual a falta de 5 giros le volvía a dar esperanzas a los ‘tifosi’. El vehículo de Daniel Ricciardo se quedaba parado en plena pista en la vuelta 47, mas dirección de carrera había de estar tomándose un café y reaccionó muy tarde, señalando que entrase el 'Safety' una vuelta después. Para colmo, el 'Safety' no prosiguió el procedimiento normal y entró delante de Russell, y dirección de carrera estuvo lenta en dejar que se extendieran Tsunoda y Bottas, que se habían quedado entre Verstappen y Leclerc. A ello hay que añadirle que el tractor tardó mucho en sacar el turismo de allá, e ininteligible fue que la FIA dejara ese procedimiento, ya que el tractor entró en dirección opuesta a la dirección de la pista.
Max y Charles paraban y los dos podían jugarse la victoria final al esprint nuevamente pegados por el ‘Safety Car’. Los apasionados soñaban nuevamente, mas conforme pasaban las vueltas se ponían inquietos y comenzaban los silbidos
Se tardó demasiado, y ya sin el turismo de seguridad en pista, la carrera se terminaría tras el ‘Safety Car’. No solamente los apasionados perdieron la opción de ver un final de película. Si no que vieron terminar la carrera de una de las peores formas, sin emoción ni espectáculo y sin los turismos acelerando al máximo. El público silbaba y siseaba a dirección de carrera. Asimismo a un Verstappen que no tenía ninguna culpa de lo ocurrido. Leclerc se lamentaba por radio. Podía haber sido un espectáculo tremendo con una relanzada de un giro. No obstante, la verdad es que Max fue el justo ganador y el 'Safety' pudo poner en riesgo su recital. Con 'Safety' o sin él, Max mereció el triunfo.
Carlos Sainz protagonizó una enorme remontada desde la 18ª situación de salida. Las simulaciones de sus ingenieros le marcaban una meta de 5ª situación, mas a Carlos no le bastaba y fue a por más. Lo probó con su enorme velocidad de adelantamientos de todos y cada uno de los colores y en todo género de curvas. Dio el espectáculo que los apasionados deseaban. En la vuelta 13 ya era 4º, habiendo ganado 15 situaciones con un enorme ritmo. Procuró exender su primera parada y Ferrari pensaba que esa estrategia le dejaría agredir a Russell en el último giro. Eso afirmaba la simulación y Sanz lo tenía claro. "Si llego, me tiro", afirmó a la prensa de España, entre ellos MD. el 'Safety' le privó de festejar un pódium con su afición.
Por su lado, Russell, que prosigue exhibiendo su enorme talento y perseverancia con el Mercedes, sumó su sexto pódium de la época.
En la quinta situación acabó Hamilton, quien asimismo paría desde atrás, y 6º fue Pérez. Norris, Gasly, De Vries y Zhou completaron el Top-10. Singular mención hay que hacer al 9º de De Vries, en su primera carrera en la F1 tras ser llamado de emergencia para substituir a Albon por una apendicitis desde el sábado.
Fernando Alonso debió desamparar en la vuelta 32 por otra avería mecánica en su Alpine cuando rodaba de forma consistente en los puntos. Deseaba puntuar por 11ª carrera sucesiva, mas se quedó sin ese premio en la que un día fue su casa.
No obstante, la FIA se defendió tras la carrera asegurando que los comisarios no pudieron activar el neutral en el vehículo de Ricciardo para empujarlo, lo que forzó a que tuviese que salir la grúa y frenar todo el procedimiento.
Monza pasó de vocear de alegría por la pole de Charles Leclerc del sábado y de soñar con lo imposible, creyendo francamente que podían ganar en casa al todopoderoso Max Verstappen, a quedarse mudos. A Ferrari, ya lejos de Red Bull y Verstappen en los dos Mundiales, solo le quedaba una ilusión: ganar en casa y dar una alegría a los tifosi. Mas ni eso. Max Verstappen y Red Bull no dejan ni las migajas. Lo quieren todo. Ferrari estaba ya en la tela desde la derrota de Hungría, mas Max y su equipo, predadores natos, fueron a por el K.O. a falta de 6 ataques para el final del Mundial. Le dieron el golpe más duro que le puedes dar a un equipo: vencerle en su casa, cuando las esperanzas se habían avivado.
Ferrari lo procuró todo con Leclerc, mas era bogar a contracorriente, con la marea llevando su navío cara el barranco. No había nada que hacer. Max Verstappen ya fue formidablemente superior a Ferrari en Hungría, Spa y Zandvoort. En Monza informaron el viernes con un ritmo de carrera destructor. Y con 5 puestos de sanción, aun saliendo 7º, Max se impuso sin dificultades por una fácil razón; su vehículo cuida mucho mejor las gomas. Su escasa humillación, mucho menor que Ferrari, decantó la balanza en favor de un Verstappen que suma su quinta victoria sucesiva, la 11ª en 16 carreras. Max cantó ‘jaque mate’ y los miles y miles de tifosi que ya antes de la carrera encendían sus bengalas rojas y no cesaban de animar a Leclerc, solo podían sentarse y recrearse con la perfecta asociación que forman Red Bull y el conduzco holandés.
Leclerc lo procuró de comienzo con mucha raza, defendiendo con uñas y dientes su situación de pole frente a un beligerante ataque en la primera curva. Leclerc sostenía la primera situación y los ferraristas soñaban con el milagro. Lo veían posible. Sin embargo, prontísimo, aprovechando un Safety Virtual en la vuelta 12 para poner la goma media. Eso le forzaba a ir a dos paradas y a dejar su estrategia al descubierto. Dejaba a un Max que remontó velozmente desde la 7ª situación de salida en la primera situación sin ni tan siquiera haber debido adelantar en pista a Charles, y eso no puede ser.
El presente vencedor se halló con vía libre para imprimir su ritmo y terminar con la carrera en ese stint. Su primera tanda de gomas fue increíble. 25 giros con la goma blanda a un ritmo asolador. Cuando Leclerc volviese a parar, ya estaría a 19” de Verstappen a falta de 19 giros. Sí, tenía gomas Nuevas, mas su contrincante proseguía a lo suyo sin grietas ni síntomas de debilidad. No padeció ni un
Para colmo, un ‘Safety Car’ virtual a falta de 5 giros le volvía a dar esperanzas a los ‘tifosi’. El vehículo de Daniel Ricciardo se quedaba parado en plena pista en la vuelta 47, mas dirección de carrera había de estar tomándose un café y reaccionó muy tarde, señalando que entrase el 'Safety' una vuelta después. Para colmo, el 'Safety' no prosiguió el procedimiento normal y entró delante de Russell, y dirección de carrera estuvo lenta en dejar que se extendieran Tsunoda y Bottas, que se habían quedado entre Verstappen y Leclerc. A ello hay que añadirle que el tractor tardó mucho en sacar el turismo de allá, e ininteligible fue que la FIA dejara ese procedimiento, ya que el tractor entró en dirección opuesta a la dirección de la pista.
Max y Charles paraban y los dos podían jugarse la victoria final al esprint nuevamente pegados por el ‘Safety Car’. Los apasionados soñaban nuevamente, mas conforme pasaban las vueltas se ponían inquietos y comenzaban los silbidos
Se tardó demasiado, y ya sin el turismo de seguridad en pista, la carrera se terminaría tras el ‘Safety Car’. No solamente los apasionados perdieron la opción de ver un final de película. Si no que vieron terminar la carrera de una de las peores formas, sin emoción ni espectáculo y sin los turismos acelerando al máximo. El público silbaba y siseaba a dirección de carrera. Asimismo a un Verstappen que no tenía ninguna culpa de lo ocurrido. Leclerc se lamentaba por radio. Podía haber sido un espectáculo tremendo con una relanzada de un giro. No obstante, la verdad es que Max fue el justo ganador y el 'Safety' pudo poner en riesgo su recital. Con 'Safety' o sin él, Max mereció el triunfo.
Carlos Sainz protagonizó una enorme remontada desde la 18ª situación de salida. Las simulaciones de sus ingenieros le marcaban una meta de 5ª situación, mas a Carlos no le bastaba y fue a por más. Lo probó con su enorme velocidad de adelantamientos de todos y cada uno de los colores y en todo género de curvas. Dio el espectáculo que los apasionados deseaban. En la vuelta 13 ya era 4º, habiendo ganado 15 situaciones con un enorme ritmo. Procuró exender su primera parada y Ferrari pensaba que esa estrategia le dejaría agredir a Russell en el último giro. Eso afirmaba la simulación y Sanz lo tenía claro. "Si llego, me tiro", afirmó a la prensa de España, entre ellos MD. el 'Safety' le privó de festejar un pódium con su afición.
Por su lado, Russell, que prosigue exhibiendo su enorme talento y perseverancia con el Mercedes, sumó su sexto pódium de la época.
En la quinta situación acabó Hamilton, quien asimismo paría desde atrás, y 6º fue Pérez. Norris, Gasly, De Vries y Zhou completaron el Top-10. Singular mención hay que hacer al 9º de De Vries, en su primera carrera en la F1 tras ser llamado de emergencia para substituir a Albon por una apendicitis desde el sábado.
Fernando Alonso debió desamparar en la vuelta 32 por otra avería mecánica en su Alpine cuando rodaba de forma consistente en los puntos. Deseaba puntuar por 11ª carrera sucesiva, mas se quedó sin ese premio en la que un día fue su casa.