Real Madrid - Barcelona (81-74) | El Madrid conquista su 36ª Liga, ante el Barça de Mirotic

El Real Madrid es de nuevo rey del baloncesto de España. No hay mayor fallo que dar por fallecidos a los grandes Campeones, y este año, a muchos no les entraba el Madrid en las quinielas a final de temporada. Mas este equipo forjado en las supones del Tártaro no comprende de imposibles, y este domingo ha dado por concluida su última gesta con la conquista del título de la ACB, el 36º de la historia del club, frente al Barcelona (81-74), en el cuarto partido en el Wizink Center.
Una última catarsis en la cancha madrileña, con el público llevando en volandas al equipo y aportando ese punto de energía que ha tolerado a los jugadores superar al Barcelona en los dos últimos partidos de la serie.

Los de Jasikevicius habían dominado la época regular con puño de hierro, y tras la supresión en semifinales de la EuroLiga a manos del equipo blanco, una serie extensa, con el factor cancha a favor, se intuía como la opción idónea para continuar ampliando su reinado un año más. Mas la realidad ha sido que los blaugrana llegaron a este tramo de la época con el tanque en la reserva y su contrincante, si bien menos talentoso, les ha superado con una exhibición física. Así fue en el primer partido en el Palau, en el segundo se equilibraron las fuerzas, mas llegada la final a Madrid, no ha habido color.
 
Desde el primer cuarto se pudo revisar que el Barcelona proseguía adoleciendo de exactamente los mismos inconvenientes, inútil de contrarrestar el poderío del Madrid en la pintura. Así empezó el partido, con los blancos lanzados en los primeros minutos en los que no había quién le quitara un rebote a Tavares. En un instante lograron un parcial de 9-2, y el Barcelona no daba síntomas de reacción. Jokubaitis trataba de tirar del equipo a base de lanzamientos de 3, la única opción alternativa blaugrana frente a la superioridad blanca por la parte interior. Mas sin posibilidad de apresar un rebote ofensivo, las opciones de anotar dismuyen, y así acabó el primer cuarto el barça con solo 10 puntos en su casillero, ningún rebote ofensivo y 4 pérdidas. El Madrid, en cambio, había atrapado 8 de sus 14 rebotes en la canasta contraria, mas solo mandaba por 3 puntos en ese instante.
 
El segundo cuarto trataron de reventarlo los veteranos, Sergio Llull y Rudy Fernández, que protagonizaron un arreón que estuvo a puntito de llevarse por delante al Barcelona. En dos minutos, Rudy anoto dos tiros libres y un triple, y Llull se marcó otra canasta de 3 y sumó un 2+1 tras un lanzamiento circense marca de la casa para poner el Madrid 14 arriba (24-10). Jasikevicius rearmó el ataque, dio entrada a Kuric y Exum, y apuntó que la fórmula para regresar al partido pasaba por proseguir lanzando de 3. El Madrid padeció un bajonazo en su especialidad, el rebote ofensivo, y dejó que el barça se le subiese a las barbas a base de triples. Calathes y Exum, con dos seguidos en el último minuto, sembraron las dudas en el Wizink Center inmediatamente antes del reposo. El Barcelona había conseguido remontar la desventaja y la final se ubicaba en 34-33. Partido nuevo para la segunda parte.
 
En la tempestad, el Madrid se sujetó a su mástil, Edy Tavares, que iba camino de firmar un partido histórico (25 puntos y 13 rebotes). Sus compañeros empezaron a procurarle con insistencia, siendo conscientes de la superioridad de caboverdiano en la pintura, y el Madrid empezó a despegarse con los mates y los rebotes de su pívot (4 en el tercer cuarto), tan intimidante que fue capaz de eludir la canasta en un 3 contra uno ante Calathes, Davies y Kuric.
 
El barça proseguía sujeto a los triples, cuyos porcentajes (10 de 16 hasta el instante) les sostenían con vida, con Mirotic y Calathes singularmente inspirados (dos de 3 cada uno de ellos). En los últimos segundos del cuarto, con una canasta del heleno y una buena acción en transición acabada por Higgins, el barça logró ponerse por delante por vez primera en el partido (55-56), mas Poirier sacó una falta antideportiva a Calathes y devolvió al Madrid al +1.

El último acto empezó con los dos equipos consternados por temor, con múltiples fallos en canastas claras. Calathes encestó la primera pelota del cuarto, mas de forma rápida respondió el Madrid con un triplazo de Hanga que levanto a la afición, algo apagada tras el intento de remontada blaugrana. En esa guerra de imprecisiones, con porcentajes de tiro bajísimos, los blancos probaron ser especialistas en minar a sus contrincantes haciéndose con todos y cada uno de los rebotes y con una defensa agobiante. El porcentaje de 3 del Barcelona se humanizó, con 4 fallos sucesivos.

Tavares proseguía siendo irrefrenable y Causeur orbitaba a su alrededor castigando cualquier resquicio. Una bandeja del francés puso el 69-61, la máxima ventaja en la segunda parte, y Tavares amplió el parcial con un 2+1, entre chillidos de MVP del Palacio de los Deportes. A dos minutos del final, Exum volvió a sembrar las dudas con un triple, mas fue respondido con otro 2+1 de Causeur, que puso el cerrojo a la final con un triple a 1,13 para el final y 79-70 en el marcador. No hubo tiempo para milagros en el equipo blaugrana. El Madrid había devorado la final, al Barcelona, y a todos los que en algún instante habían dudado de ellos.

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