Djokovic jugará la final ante Nick Kyrgios tras vencer a Norrie en semis (2-6, 6-3, 6-2, 6-4)

Djokovic persigue su 21º Grand Slam. Tras superar a Cameron Norrie en semifinales, el presente número 3 del planeta (7º al salir de Londres) puede romper el empate histórico con Roger Federer y, con esto, situarse entre el suizo y Rafa Nadal, que domina la carrera (22). Nole no disputaba una final de major desde el US Open del año pasado; ahora, va a estar en su 32ª, cifra récord a nivel histórico.

Un camino de redención, tras todo lo acontecido este año, y lleno de anécdotas e imágenes a examinar, como acostumbra a acontecer con Novak. Entre ellas, la del jugador serbio aspirando un producto ignoto a lo largo de sus partidos en el All England Club. Fue “cazado” por vez primera en octavos, en frente de Tim van Rijthoven, y, más tarde, se le ha podido ver repitiendo la acción en más ocasiones.

Un secreto, “una pócima mágica”, definida así por el propio Djokovic, cuyo contenido va a ser desvelado pronto, como aseguró el propio Nole en conferencia de prensa tras superar a Norrie. “Eso es todo cuanto os puedo decir, mas lo descubriréis pronto. No puedo charlar de eso ahora mismo”, respondió, dando más alas a las teorías de la conspiración. Mientras que estas medran, no obstante, asimismo aparecen informaciones a este respecto que semejan lanzar luz. Conforme The Telegraph, el producto en cuestión, que Djokovic absorbe de una botella, serían polvos isotónicos. Esto es, los conocidos polvos que, conjuntados con agua, dan forma a bebidas energéticas.

Fin al misterio, supuestamente. En definitiva, puesto que, la acción de Djokovic no diferiría de consumir cualquier bebida energética a lo largo del partido. Solo cambiaría la manera de ingesta, que, conforme el mentado periódico británico, se debería a los inconvenientes de nutrición que Nole ha tenido durante su carrera. El consumo directo de los polvos, puesto que, conforme las informaciones, facilitaría la digestión, restituyendo con velocidad los hidratos de carbono y sosteniendo, de igual forma que con el consumo tradicional, los niveles de energía deseados. Una práctica, según parece, poco a poco más extendida entre los atletas. Cada uno de ellos, con su “poción mágica”.

El secreto de Djokovic, no obstante, no fue la única escena que dio vida a la intrahistoria de la semifinal entre serbio y británico. Norrie, que practicó squash o cricket, se aficionó al atletismo a lo largo de su temporada universitaria. Y prosigue siendo un enorme atleta. Tras ello, unos niveles de cuidado profesional y personal que, ya antes del partido, impactaron a Nole. En particular, por una anécdota con las básculas que los tenistas tienen a su predisposición en los vestuarios... de las que Cameron no se fía. “Es un muchacho muy profesional. Veo las cosas que hace fuera de la pista... aun hoy. No deseaba interrumpirlo, mas fue muy entretenido, en el buen sentido: se trajo su pequeña báscula para pesarse tras el calentamiento”, revelaba el serbio sobre el británico, incidiendo en su sorprendo en frente de la escena: “Había una báscula en el vestuario, mas no confía en ella. Pensé, wow, esto es profesionalismo a otro nivel... o algo más, no lo sé”, exclamaba entre risas. De “la pócima mágica” a la báscula.

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