Novak Djokovic reconoció que no había estado agusto en su estreno en Wimbledon 2022. Se dejó un set frente al surcoreano Soonwoo Kwon. Nada por lo que preocuparse. Son diecisiete participaciones, muchas experiencias amontonadas. A sus 35 años sabe de manera perfecta que cuesta volver a la Hierba tras estar 12 meses fuera de ella y haber dejado mucha energía en la tierra batida a lo largo de las semanas precedentes.
Su segunda cita en la pista central supuso un cambio radical en su desempeño. Para bien. Un tenis más redondo y seguro. No se fiaba del australiano Thanasi Kokkinakis, y salió muy metido en faena. Se unió que rindió de manera perfecta y que el 'aussie' distó mucho de exhibir su capacidad de 'cañonero'. El amigo y compañero de dobles de Nick Kyrgios, 26 años y nº 79 mundial, no vio hueco y se derrumbó éticamente. Apenas ejecutó diez 'aces'.
Se divirtió Djokovic, manejó la batalla a placer. Ni un átomo más de fuerza malgastado. Solventó el partido 6-1, 6-4 y 6-2 en dos horas. A tercera ronda, contra su compatriota Miomir Kecmanovic, que suprimió al chileno Alejandro Tabilo 7-6 (4), 7-6 (3), 3-6, 6-3. Fue intocable con su saque hasta el último turno, donde concedió una bola de 'break' inmediatamente después de no haber cerrado con su primer punto de 'match'. Anecdótico. Selló a cointinuación. Con saque, 55 de 72 puntos,.
Sumó su 23ª victoria seguida en Wimbledon, donde no cede desde el momento en que se retirara en los cuartos contra el checo Tomas Berdych en la edición de 2017. Desea una cuarta parte título seguido, igualar los 7 globales de su idolatrado Pete Sampras y del 'prehistórico' William Renshaw, acercarse a los 8 del ausente Roger Federer. Y de paso sumar un 21º Grand Slam que estreche la brecha que ha originiado Rafa Nadal llegando a 22 venciendo en Australia y Roland Garros.
Y Djokovic a día de hoy estaría fuera del US Open, que no acepta la entrada en el país de extranjeros no vacunados contra el covid. El serbió criticó claramente esta política estimando que los tenistas estadounidenses no vacunados, o aquellos con la 'green card' de vivienda, sí van a poder competir.
Mientras, centrado en Wimbledon, donde cuenta con la compañía de su esposa, Jelena Djokovic (Ristic), y sus pequeños, Stefan y Tara, a quienes ayuda a apresar autógrafos en la zona de jugadores.
Se divirtió Djokovic, manejó la batalla a placer. Ni un átomo más de fuerza malgastado. Solventó el partido 6-1, 6-4 y 6-2 en dos horas. A tercera ronda, contra su compatriota Miomir Kecmanovic, que suprimió al chileno Alejandro Tabilo 7-6 (4), 7-6 (3), 3-6, 6-3. Fue intocable con su saque hasta el último turno, donde concedió una bola de 'break' inmediatamente después de no haber cerrado con su primer punto de 'match'. Anecdótico. Selló a cointinuación. Con saque, 55 de 72 puntos,.
Sumó su 23ª victoria seguida en Wimbledon, donde no cede desde el momento en que se retirara en los cuartos contra el checo Tomas Berdych en la edición de 2017. Desea una cuarta parte título seguido, igualar los 7 globales de su idolatrado Pete Sampras y del 'prehistórico' William Renshaw, acercarse a los 8 del ausente Roger Federer. Y de paso sumar un 21º Grand Slam que estreche la brecha que ha originiado Rafa Nadal llegando a 22 venciendo en Australia y Roland Garros.
Y Djokovic a día de hoy estaría fuera del US Open, que no acepta la entrada en el país de extranjeros no vacunados contra el covid. El serbió criticó claramente esta política estimando que los tenistas estadounidenses no vacunados, o aquellos con la 'green card' de vivienda, sí van a poder competir.
Mientras, centrado en Wimbledon, donde cuenta con la compañía de su esposa, Jelena Djokovic (Ristic), y sus pequeños, Stefan y Tara, a quienes ayuda a apresar autógrafos en la zona de jugadores.