3 años tras su último paso por Wimbledon, Rafael Nadal retornó con victoria ante Francisco Cerúndolo, a quien se impuso por 6-4, 6-3, 3-6 y 6-4, en 3 horas y 33 minutos. En la que fue su reaparición tras ganar el decimocuarto Roland Garros y vigesimosegundo Grand Slam, el español pagó su talante demasiado contemporizador y se dejó un set frente a un muy digno contrincante, que no anduvo lejos de llevar la disputa al quinto.
Nadal, vencedor del campeonato en 2008 y 2010, no sufrió inconvenientes físicos tras someterse al nuevo tratamiento en su pie izquierdo, y se va a medir este jueves al lituano Ricardas Berankis, al que derrotó esta temporada en su camino cara el título en el ATP 250 de la ciudad de Melbourne. El campeonato padeció una baja sensible en la zona baja del cuadro, por donde circula Nadal. Matteo Berrettini, finalista el año pasado y vencedor últimamente en Queen's y en Sttutgart, llamado a medirse con el mallorquín en unas hipotéticas semifinales, ni tan siquiera comenzó al dar positivo por covid.
El español, que solo se había rodado con dos partidos de exhibición en Hurlingham, parecía tener todo controlado tras llevarse los dos primeros parciales y contar con una temprana ruptura en el tercero. Es cierto que en el comienzo había ido un tanto al tran tran. Corto de eficiencia con el servicio, ganaba pocos puntos con el segundo.
Perdió el saque en el quinto juego, tras haber hecho break en el precedente, y pasó durante un momento bastante difícil cuando el argentino creó hasta 3 opciones de situarse con 5-4 y servicio, todas y cada una anuladas por el zurdo con saques atinados. Como acostumbra a suceder en este género de situaciones, fue quien quebró ahora para llevarse el set. La secuencia se repitió en el segundo, esta vez con el español abriendo brecha 4-2 tras salvar un pelota de ruptura en el quinto juego.
Francisco Cerúndolo, 42º, es el mayor de dos hermanos que se han abierto paso con la raqueta. A sus 23 años, aún carece de pedigrí, menos aún sobre Hierba. En verdad, solo cuenta con una victoria en esta superficie, conseguida últimamente en Queen's. Procuraba su primer triunfo en un partido del Grand Slam, tras perder en primera ronda en el último Abierto de Australia y el pasado curso en Roland Garros.
A Nadal le costó deshacerse de sus hábitos naturales, propios de la tierra batida, para impactar más limpio con su drive. No degeneraba Cerúndolo, semifinalista este año en la ciudad de Miami y Río, aun sintiendo el peso de las ocasiones no transformadas. El argentino ni tan siquiera se vino abajo tras padecer la ruptura en el tercero. Se soltó y revirtió la fortuna del parcial, aprovechando su tercera pelota para llevárselo suyo.
Su derecha invertida hacía mucho daño, mientras que a Nadal le faltaba dinamismo y cometía demasiados fallos, en particular con el revés. Cerúndolo tuvo 4 pelotas para irse 1-4 en el cuarto, mas se le escaparon y vio de qué forma Nadal consiguió levantarse y, con suma determinación llevarse una victoria más peleada de lo que podía suponerse.