Alcaraz ya está en "Cuartos" de Wimbledon (3-6, 6-3, 6-3, 6-3)

El tenista murciano Carlos Alcaraz superó al italiano Matteo Berrettini en los octavos del campeonato de Wimbledon en 4 sets (3-6, 6-3, 6-3, 6-3) y superó su mejor actuación en el campeonato inglés. Sepultado entre la potencia del italiano, Alcaraz se armó de paciencia para hallar las fisuras en un hombre que había soportado el servicio sesenta veces sucesivas y al que se le caían los golpes ganadores del bolsillo.

Con su visera echada cara atrás, su poco ortodoxa mecánica de saque y su perenne puño cerrado, Berrettini puso a Alcaraz entre la espada y la pared, mas el murciano, como tantas otras veces, sorteó el incendio con un torrente de calidad.

Fue de menos a más el de España, que se llevó el susto de perder el primer set en un tradicional de Wimbledon: el sacador salva todas y cada una de las ocasiones de 'break' y aprovecha las pocas que tiene a favor. Un cefalea por el que debe pasar todo aquel que desee llegar lejos en el All England Club.

La clave es no fatigar y soportar la paliza hasta el momento en que la fruta madure lo bastante para caer. Hasta la primera ruptura de Alcaraz, en el cuarto juego del segundo set, Berrettini había salvado sus turnos de servicio en el campeonato y había desactivado las diez bolas de ruptura que había enfrentado. Hasta el momento en que apareció Carlitos para romper la estadística y bajar de la nube al romano, que fue poquito a poco deshaciéndose desde un golpe de Alcaraz por una parte de la red. Uno de los contricantes a mejor golpe del campeonato y que giró el instante del partido.

Alcaraz vibró a partir de él y Berrettini tocó la yerba. Llevaba múltiples días en un oasis, tras una temporada terrible, y había voces que le ponían como único aspirante al triunfo final con el respeto de Djokovic. Y Alcaraz se ocupó de borrar esos pronósticos de la pizarra. La ruptura se cuajó en un juego horrible del italiano, que empezó al confiarse en una bola que dejó pasar y besó la línea. Le sirvió al murciano para verse capaz derruir al gigante y la pegada limpia y limpia del italiano se borroneó.

A Berrettini le costó más continuar el ritmo del de España, que empezó a penetrar en su revés y a derretir su físico con intercambios largos. Este era el punto enclenque del de la ciudad de Roma, cuyo carrocería llevaba en el mecánico prácticamente un par de meses y ahora debía enfrentar 4 partidos en 5 días.

Mucha tralla, sobre todo contra el número uno del planeta, que tras apuntarse el segundo parcial, debió sudar la gota gordita para quebrar el servicio de Berrettini en el tercero. 5 ocasiones, en exactamente el mismo juego, se fueron ya antes de abrochar la sexta con un remate. Su explosión de saña explicó la relevancia del golpe ética.

El ejemplo era el inicio del cuarto set, con Alcaraz listo en la pista, paseando de lado a lado, y Berrettini en el vestuario, buscando soluciones. El murciano empezó con dos dobles faltas sucesivas, mas fueron de los pocos fallos que cometió.

Con una ruptura con 4-3 a favor en el marcador y ya con el techo cerrado por la obscuridad en la ciudad de Londres, Alcaraz capturó un triunfo que le transforma en el décimo segundo hombre de España en cuartos de Wimbledon y ya se ha metido entre los 8 mejores de 3 de los 4 Grand Slams, solo le falta Australia.

Su próximo contrincante va a ser el danés Holger Rune, su contrincante generacional y que le ganó en su único partido oficial, cuando el de España se debió retirar con una ruptura abdominal en el Masters 1.000 de la ciudad de París-Bercy.

TiroAlpalo