Nadal supera al "desconocido" Hijikata tras ceder su primer set (4-6, 6-2, 6-3, 6-3)

No jugaba un partido en la escandalosa Arthur Ashe desde aquella apasionante final de 2019 contra Daniil Medvedev y se afirmaría que a Rafa Nadal le costó habituarse a las condiciones de la sesión nocturna del US Open.

Las súplicas del juez de silla a los espectadores a fin de que sostuvieran un tanto de silencio cayeron en saco roto una y otra vez, mientras que el abalear trataba de concentrarse en ejecutar su saque, con cautela por su reciente lesión abdominal, mas a una velocidad adecuada (los primeros a una media de 184 km/h) y prácticamente siempre y en todo momento bien dirigidos (9 aces). Un distraiga en el séptimo juego de su nuevo duelo contra el ignoto Rinky Hijikata, australiano de 21 y 198º del planeta, le hizo perder el primer set en su regreso a N. York, algo que no le había ocurrido jamás en un día de estreno en el campeonato. Esta es su 16ª participación y siempre y en toda circunstancia ha superado el comienzo. “Acabarás jugando bien”, le afirmaron desde el box de su equipo, aprovechando la nueva regla de entrenamiento en pista. Y remontó con determinada calma, con un juego que fue de menos a más hasta acabar en un marcador de 4-6, 6-2, 6-3 y 6-3 en 3h08. Su siguiente contrincante va a ser un viejo conocido que acostumbra a molestarle bastante y que le ganó en exactamente el mismo escenario en 2015, el italiano Fabio Fognini.

Hijikata, con un estilo furioso inspirado en el juego de su paisano Lleyton Hewitt y en el del compatriota de sus progenitores, el nipón Kei Nishikori, se transformó en el quinto tenista capaz de ‘robarle’ la manga inicial a Nadal en el su primera jornada en un major. Ya antes lo habían logrado el alemán Daniel Brands (Roland Garros 2013), el belga Steve Darcis (Wimbledon 2013), el eslovaco Martin Klizan (Wimbledon 2014) y Fernando Verdasco (Open de Australia 2016). El de España y Darcis no le dejaron remontar. El bueno de Rinky, que se volvió ido por haber obrado esa gesta, no pudo evitarlo, si bien le puso entusiasmo, aprovechando el impulso de un público que tenía ganas de jarana, mas que terminó apoyando sin grietas al 4 veces ganador del campeonato. “Ha sido un largo camino, y a lo largo de un tiempo no sabría si podría volver”, apuntó. “No he jugado mucho en los últimos 15 días. Se trata de ser humilde y admitir el proceso. Es el instante de subsistir, con la actitud adecuada”, agregó

La diferencia entre Nadal e Hijikata, convidado por la organización, es abisal números en mano. El historial del aussie estaba lleno de ceros hasta este martes. Jamás había jugado un partido de Grand Slam, ni a 5 sets, ni en pista dura. El cómputo de su carrera ATP es 1-3. Enfrente tenía a un tipo con 1.277 encuentros a sus espaldas, ganador de 92 títulos, 22 de ellos en majors, vencedor olímpico y 5 veces de la Copa Davis, entre otras muchas proezas. Y eso se apreció con el paso de los minutos.

Extrañado por su comportamiento en la primera manga, el manacorí salió a morder en la segunda y ya no paró hasta derrumbar a un Hijikata valiente, mas al tiempo estremecido por la gran figura de su contrincante, que no se movió mal y soportó bien físicamente los 4 sets y las 3 horas en una noche más fresca que la precedente, y no cometió muchos fallos no forzados (22) aun cuando el techo retráctil cubrió la pista central por la amenaza de lluvia a lo largo del tercer parcial y las condiciones, que no le acostumbran a favorecer en esos casos, cambiaron un tanto. Para resumir, un triunfo sin alardes, mas muy festejado por él (ganó con su quinto punto de partido frente a un Hijikata muy crecido) y revitalizador a la espera de contrincantes de mayor calibre y de un poco más de espectáculo.

TiroAlpalo