El Real Sporting de Gijón cayó derrotado de su visita a El Plantío, frente al mejor local de la categoría, un Burgos que supo aprovechar y sacar tajada de los fallos propios de los de Miguel Ángel Ramírez. De nuevo ineficaces en ataque y presa de sí. El equipo, de momento, se sostiene en la sexta plaza pese a esta derrota, mas una victoria del Elche podría sacar a los asturianos de la zona de Playoff. Mala imagen en una activa muy irregular de los rojiblancos.
Cambio de sistema y de medio once con respecto al partido frente al Valladolid de la semana pasada por la parte de Miguel Ángel Ramírez. El técnico grancanario apostó por una línea de 5 atrás muy marcada, introduciendo a Guille Rosas en el carril diestro y reemplazando a Cote por Pablo García en izquierda. Por otra parte, Jonathan Varane fue de la partida en vez de Roque Mesa, al tiempo que Gaspar Campos volvía al once tras cumplir sanción por acumulación de amarillas. La enorme novedad, como única referencia arriba, fue el debut como titular de Mario González.
El partido mostró de manera rápida el guion aguardado, con un Sporting con mayor cuota de posesión de balón y un Burgos ordenado que aguardaba su instante para verticalizar. No sucedieron muchas cosas en la primera media hora de juego, con los asturianos mostrando una falta de bravura total en el momento de trenzar jugadas tratando de aprovechar su superioridad táctica por la parte interior.
Desde ese segundo tercio del primer tiempo todo empezó a torcerse, entrando en escena de nuevo los fallos propios. Una pérdida de Nacho Méndez en campo contrario produjo una contra que concluyó con la primera ocasión para los locales con la llegada de un activo Sancris que procuró el rincón del área y cuyo remate cruzado se fue sutilmente desviado. Escasos minutos después una nueva pérdida, esta vez por un saque de banda mal ejecutado por Guille Rosas, terminó con una situación de centro lateral que forzó a intervenir a Christian Joel.
Dos avisos ya fueron suficientes en los minutos en los que el Sporting, inocente en ataque, decidió sacrificarse en defensa. Nueva pérdida, otra vez por la parte de un Nacho Méndez desatinado en el día de hoy, esta vez en el ambiente del área rojiblanca, que terminó con un balón en derecha, centro al segundo palo y, en una irresolución entre Christian Joel y Róber Pier, fue por último el central gallego quien desviaría el cuero en el fondo de la red al eludir que el delantero a su espalda rematara a placer en el área pequeña. De nuevo, en un partido en el que apenas pasaban cosas, el Sporting empezaba por detrás en el marcador más por demérito propio que mérito contrincante.
Ramírez decidió mudar dos piezas al reposo, dando entrada a Otero y Roque Mesa en vez de Varane y Mario González, si bien sosteniendo el dibujo y el plan inicial. El Sporting ganó algo más de ritmo con balón, asimismo frente a un Burgos más presto a juntarse en su campo. Aun así, la tónica prosiguió lo acaecido en el primer tiempo, con las opciones mejores de los locales desde los fallos y pérdidas de los asturianos. En verdad, fueron nuevamente los que más amenaza tuvieron, primero con un disparo al palo de Fer Pequeño y más tarde con un chut de Curro desde la frontal que forzó a una buena mano abajo de Christian Joel. Los rojiblancos, alén de un cabezazo de Otero en situación franca, apenas lograban intranquilizar la meta de Costoso.
Otro fallo, con resbalón incluido en un saque de banda a priori inofensivo en medio de campo del Burgos, terminó con un pase en profundidad que dejó absolutamente solo a Espiau con muchos metros por delante hasta el codo con codo con Christian Joel. El delantero local desperdició la ocasión de sentenciar el partido con una mala definición.
No le quedaba otra al partido. Ramírez retiró un central y agregó un delantero más, poniendo la carne en el asador en busca del gol del empate. Esto abrió el partido en los últimos minutos, dando los espacios a un Burgos especialista en aprovecharlos. Así, en una contra, los de Bolo tuvieron una nueva ocasión meridiana para cerrar el encuentro, mas de nuevo la desperdiciarían. Cote derruyó a Montiel en el área en un penalti claro y el atacante sería el que aceptaría la responsabilidad desde los once metros. Su remate, sobre el travesaño, dio una vida extra a un Sporting que no tuvo la clarividencia suficiente en campo contrincante para lograr el ansiado gol que evitara la derrota en un partido muy gris.
Desde ese segundo tercio del primer tiempo todo empezó a torcerse, entrando en escena de nuevo los fallos propios. Una pérdida de Nacho Méndez en campo contrario produjo una contra que concluyó con la primera ocasión para los locales con la llegada de un activo Sancris que procuró el rincón del área y cuyo remate cruzado se fue sutilmente desviado. Escasos minutos después una nueva pérdida, esta vez por un saque de banda mal ejecutado por Guille Rosas, terminó con una situación de centro lateral que forzó a intervenir a Christian Joel.
Dos avisos ya fueron suficientes en los minutos en los que el Sporting, inocente en ataque, decidió sacrificarse en defensa. Nueva pérdida, otra vez por la parte de un Nacho Méndez desatinado en el día de hoy, esta vez en el ambiente del área rojiblanca, que terminó con un balón en derecha, centro al segundo palo y, en una irresolución entre Christian Joel y Róber Pier, fue por último el central gallego quien desviaría el cuero en el fondo de la red al eludir que el delantero a su espalda rematara a placer en el área pequeña. De nuevo, en un partido en el que apenas pasaban cosas, el Sporting empezaba por detrás en el marcador más por demérito propio que mérito contrincante.
Ramírez decidió mudar dos piezas al reposo, dando entrada a Otero y Roque Mesa en vez de Varane y Mario González, si bien sosteniendo el dibujo y el plan inicial. El Sporting ganó algo más de ritmo con balón, asimismo frente a un Burgos más presto a juntarse en su campo. Aun así, la tónica prosiguió lo acaecido en el primer tiempo, con las opciones mejores de los locales desde los fallos y pérdidas de los asturianos. En verdad, fueron nuevamente los que más amenaza tuvieron, primero con un disparo al palo de Fer Pequeño y más tarde con un chut de Curro desde la frontal que forzó a una buena mano abajo de Christian Joel. Los rojiblancos, alén de un cabezazo de Otero en situación franca, apenas lograban intranquilizar la meta de Costoso.
Otro fallo, con resbalón incluido en un saque de banda a priori inofensivo en medio de campo del Burgos, terminó con un pase en profundidad que dejó absolutamente solo a Espiau con muchos metros por delante hasta el codo con codo con Christian Joel. El delantero local desperdició la ocasión de sentenciar el partido con una mala definición.
No le quedaba otra al partido. Ramírez retiró un central y agregó un delantero más, poniendo la carne en el asador en busca del gol del empate. Esto abrió el partido en los últimos minutos, dando los espacios a un Burgos especialista en aprovecharlos. Así, en una contra, los de Bolo tuvieron una nueva ocasión meridiana para cerrar el encuentro, mas de nuevo la desperdiciarían. Cote derruyó a Montiel en el área en un penalti claro y el atacante sería el que aceptaría la responsabilidad desde los once metros. Su remate, sobre el travesaño, dio una vida extra a un Sporting que no tuvo la clarividencia suficiente en campo contrincante para lograr el ansiado gol que evitara la derrota en un partido muy gris.