Benzema no comprende de trámites. Y menos ofuscado como está por disputarle a Lewandowski el pichichi esta temporada. Este resignado Almería era un victíma favorece para atajar la distancia con el blaugrana, algo que aprovechó Karim sacando brillo a un partido en el que dimitieron las defensas de los dos equipos, lo que es inquietante teniendo presente que los andaluces se juegan la permanencia y al Real Madrid le espera el caníbal Haaland a la vuelta de el rincón.
Hay partidos que sobran en el calendario. Este sobraba, en especial al Almería, más pendiente del choque le va a medir la semana próxima al Elche que de la visita al Bernabéu, en la que Rubi incluyó en el once a 6 no frecuentes. Asimismo Ancelotti empleó el duelo para probar a ciertos que no acostumbran a ser titulares como Lucas Vázquez, Tchouaméni o Ceballos. En verdad, el partido servía al mismo tiempo para despejar quién reemplazará al lesionado Modric en la final de Copa y la eliminatoria frente al Manchester City: Tchouaméni o Ceballos. O Camavinga aun.
Si había pocos alicientes, el encuentro se derrumbó a los 4 minutos, en la primera desbandada de Vinicius, catastróficamente protegida por la defensa almeriense. El brasileiro divisó a Benzema solo a la espalda de los centrales en el área y allá mandó la pelota a fin de que el francés la empujara a la red. El trámite estaba certificado. Solo faltaba dejar pasar los minutos. Algo que se confirmó minutos después, en el 16, cuando Rodrygo se ideó un regate primoroso que retrató con grosería a Samu. El brasileiro se salía del campo cuando pisó la pelota de espaldas en un autopase que entonces recogió tras sortear el defensa almeriense para recogerla y ponerla atrás donde Benzema remataba de primeras a la red. Karim sacaba brillo a dos chispazos de los brasileiros certificando un partido sin historia frente a un Almería resignado desde el vestuario.
Metido como está en la lucha por el pichichi con Lewandowski, Benzema completó su hat-trick en el minuto 41, cuando marcó el tercero tras un penalti inocente de Ramazani a Lucas Vázquez. A la vuelta del Mundial el blaugrana superaba al francés 12-5. Gol, el 17º esta temporada en Liga, el 29º de esta campaá y el 236 en Liga. Karim se transformaba así en el cuarto máximo goleador en la historia de Primera tras Messi (472), Cristiano (311) y Zarra (251), y por delante de Hugo Sánchez (234). El killer blanco afinaba el punto de atención de cara los partidos ante Osasuna, el sábado 6, y el City, el martes 9. Que el partido era de saldo lo confirmó el gol de Lázaro en el último minuto de la primera parte, donde la defensa blanca de manera directa dimitió. Cantó Rudiger y se paseó Militao. Ritmo de pachanga y marcador de trofeo veraniego, al reposo.
Si el Almería se fue al vestuario al trote, salió de él andando. En la primera jugada Rodrygo recibió la pelota al filo del área, se dio la vuelta y clavó el derechazo en la red. Goleada plácida frente a un contrincante impropio que ni puso actitud ni futbol ni nada de nada. El choque no valió a los de Ancelotti para nada. Sin demanda alguna los blancos se pasearon frente a un Bernabéu lleno de apasionados llegados a la capital en el puente. Un regalo para este público menos frecuente que festejó cada lance del choque.
A la hora la carencia de tensión de Kroos en la salida provocó una pérdida que Robertone transformó en el segundo gol visitante. La pereza se contagiaba a los blancos, entre bostezo y bostezo. Tras 6 porterías a cero en 7 partidos, el Madrid amontonaba 6 tantos en contra en dos partidos. Mal síntoma con Haaland y el City afilando el colmillo para las semifinales de Champions.
Lo más destacable en el tramo final fue un penalti a Benzema que el VAR 'despitó' por zancadilla anterior del francés a Ely en la carrera. Pudo llegar el cuarto con 3 palos de Karim y Asensio. Y una imagen para la preocupación, singularmente tras la baja de Modric, que acabó lesionado el partido en Gerona. Vinicius y Rodrygo acababan en el banquillo con molestias. El primero tras solicitar el cambio al percibir un golpe de Mendes en un regate al comienzo de la segunda parte. El segundo por la fatiga muscular de las últimas semanas. Una goleada plácida con final inquietante.