Osasuna daba comienzo una nueva era con empate en El Sadar lleno de emoción y variaciones en las las dos porterías. Vicente Moreno dirigía su primer encuentro oficial como entrenador rojillo y demás lo hacía en el hogar , ante una afición expectante. Para el Leganés era su regreso a la máxima categoría del fútbol español, se adelantó con gol de Juan Cruz y empataron los locales con tanto de Aimar Oroz con colaboración del arquero Soriano. Bryan Zaragoza fue escencial en la reacción de los navarros.

El acercamiento comenzó con un pequeño susto para los locales, puesto que el Leganés marcó pero el tanto fue anulado por fuera de juego. Ambos equipos le pusieron intensidad al partido de comienzo y las disputas de balones eran permanentes. Unos y otros intentaban generar riesgo , bien en el intento de trenzar jugadas o bien a balón parado. El visitante Miguel puso a prueba a Herrera que salvó en el momento en que parecía que el balón entraba. El Leganés apretaba y el en minuto 21, Cruz marcaba tras un pase de Javi Hernández y frente a la pasividad de Herrera. El Leganés, mucho más conectado , cortaba cualquier intento de los de Vicente Moreno por generar peligro. Los de Borja Jiménez perecían haberle tomado la medida a Osasuna, exponiendo su valentía y sin tirarse atrás más allá de ir por delante en el marcador. La inoperancia de los rojillos, que se mostraron espesos y muy inseguros defensivamente fue la causa por la cual se marcharon al reposo con el marcador en contra.

En la segunda mitad, los navarros parecieron salir mucho más centrados y intentando de producir riesgo. Pero fue un espejismo. De nuevo el Leganés se hacía con la manija. Herrera evitó que el Leganés anotara el segundo, a través de Javi Hernández, tras una jugada a balón parado. A partir da ahí Osasuna parecía más centrado y también intentaba empatar el acercamiento. La tuvo Budimir y disculpó Aimar. Bryan mostró su calidad pronto , en el minuto 70, con un brillante control y potente disparo posterior a puerta que sacó Sergio González bajo palos. Y el premio llegó. En el minuto 80, tras un saque de esquina, Aimar enganchaba un balón para marcar una vez que el esférico diese en el palo. Sólo dos minutos después, en otra genialidad, Bryan estuvo a puntito de marcar pero el balón de encontró con el palo. El Leganés acusaba el cansancio. Al final Osasuna y Leganés se repartieron los puntos de manera justa, con una mano de Raba no pitada en el descuento.