El Girona tropieza ante la Real Sociedad, con mucha polémica (0-0) | VIDEO-RESUMEN

La Real tampoco perdió en Girona. Ni encajó gol, lo que deja sumar a Remiro otro encuentro sin encajar para superar los 600 minutos sin percibir una diana. Una cantidad astronómica en un instante clave de la época. Increíble. Este equipo es capaz de competir contra cualquiera. De superar todos y cada uno de los obstáculos que se le presentan en el camino. A los dos minutos ya había caído otro futbolista lesionado, Odriozola, mas le da lo mismo, que pase el próximo y que absolutamente nadie dude de que estará a la altura. Pues Imanol los tiene a todos preparados.

Y entrenados. A falta de futbol champagne por las lesiones y el desgaste amontonado, Imanol ha levantado un muro delante de Remiro que semeja inmejorable. Lo comentaba Remiro en una entrevista esta semana, los centrales blanquiazules se hallan en el segundo cajón de la Liga tras los del la capital española sin lesiones.

El equipo más goleador del torneo asimismo se quedó sin superar al meta realista, que se acostumbra a lamentar pues le ponen notas bajas al chutarle poquísimo y apenas intervenir, mas un portero no puede estar más agradecido a que sus compañeros cierren todos y cada uno de los caminos cara su portería. Y lo más fuerte e increíble de todo es que todos y cada uno de los defensas son de casa. Jugadores formados por los técnicos de Zubieta.

El día de ayer la Real fue superior al Girona a lo largo de la mayor parte del encuentro, si bien le costase producir ocasiones, mas cuando la revelación del campeonato le dominó y le encerró en su campo por su insistencia, volvió a salir indemne sin que su meta se viese obLigado a hacer excesivas paradas. Un empate en Girona, donde solo ha ganado el Real Madrid y en vísperas de jugar una semifinal de Copa y unos octavos de Champions, adquiere un mérito excepcional. Y así lo valoramos, si bien siempre y en toda circunstancia pensemos que este equipo sea capaz de hacer más. Y no es una crítica, todo lo opuesto, es un elogio pues nos ha hecho soñar como ninguno. Como aguardábamos, la Real fue superior al segundo del torneo. Ese es el resumen de lo acaecido el día de ayer en Montilivi.

Ni la fenomenal nueva del regreso de Kubo y Traoré tras su prematura supresión atenuó la horrible sensación de bajas y de inconvenientes físicos con los que se presentó la Real en Girona, en la guarida del segundo clasificado y el único conjunto que le discute el título de Liga a un Real Madrid y en los principios de un febrero más ilusionante que se recuerda. Imanol apostó por lo aguardado, o por lo que tenía, con la enorme novedad de Odriozola en el lateral derecho en vez de Aramburu (se lesionó en el primer minuto) y con Pacheco en vez del tocado Le Normand en defensa. Turrientes hizo de Merino, como se aguardaba, y arriba, otra ocasión para André Silva, escoltado por Oyarzabal y Becker. Que tampoco está mal.

En el Girona una última baja inopinada, la del delantero Dovbyk, que se quedó en la grada por unos inconvenientes físicos. No había más que rememorar lo sucedido en el duelo de ida, ya que abrió su marca goleadora en Anoeta en la primera jornada dejando claro lo que podía hacer, como transformar a un equipo de mitad de tabla en un aspirante a combatir por la Liga. Una bestia en la grada.

Dos tantos cancelados Se aguardaba un partido muy abierto, con muchas idas y venidas, mas, como es habitual cuando eso sucede, apenas pasaron cosas destacables en la primera parte. Un genuino toma y daca con dos contendientes presionando muy arriba e impidiendo la frecuente buena salida de balón del otro. A los 14 minutos, Remiro rechazó una falta lanzada por Tsygankov. Solo 4 después, André Silva lo procuró tras recortar y disparar a las nubes con su pierna mala.

Sin apenas ocasiones que resaltar, llegaron los dos tantos cancelados en un fuera de juego de Savinho, bastante anterior al remate de Yangel Herrera, y de Oyarzabal, que había aprovechado una fenomenal maniobra de André Silva que repelió Gazzaniga con apuros. En los mejores instantes locales, Portu exploró espacios para dejar atrás a Savinho, que no halló portería. En el último minuto, un enorme Javi Gallardo, que probó que es un lateral con buenísimas piernas, ideal para el instante realista, no halló rematador tras una enorme combinación txuri-urdin.

En la reanudación la Real fue enteramente superior al Girona. Y eso es nueva si tenemos en consideración la época que llevamos. A los 3 minutos, Zubimendi birló una pelota y sirvió a André, que remató fuera. Poco después, Brais se halló con una pelota suelta y su disparo lo salvó con acierto el meta local. Por su lado, Becker desperdició una enorme ocasión cuando enfrentaba al portero en una acción en la que se lesionó y debió retirarse del terreno de juego. Barrenetxea agitó el duelo cuando salió al campo sin localizar portería antes que los locales volviesen a probar por qué están completando una temporada tan espléndida y estuviesen muy cerca de ganar en un remate de Yangel Herrera tras una pérdida de Barrenetxea.

Un empate de un equipo tan habituado a ganar siempre y en todo momento te deja a medias, no te satisface totalmente, mas si hay que enojarse cuando no está a la altura en frente de contrincantes inferiores a los que debe ganar, hay que valorar que el día de ayer minimizó y dejó en cero a un conjunto excepcional al que absolutamente nadie le tose en su estadio. La Real ha sido mejor en casa y fuera. Con eso queda todo dicho. Y con una semifinal a la vuelta de el rincón. Imposible no meditar que el equipo realista podría estar en la situación de los gerundenses. Pero… La Real se juega unas semifinales de Copa y unos cuartos de Champions. Y mientras, se parte la cara con quien sea, que para eso Imanol es su mister.

TiroAlpalo