Pacheta se frotaba las manos. El técnico del Valladolid, en su vuelta al Martínez Valero, se veía con un triunfo en el bolsillo, con una de esas victorias que valen oro y aproximan objetivos. Parecía una comedia romántica su vuelta cuando Tete Morente, camino del minuto 96, igualó un partido en el que el Elche disparó más (24 tiros a 5) y fue mejor a lo largo de muchas fases del partido.
La bonita historia de Pacheta acabó en drama, dando merced a un empate prodigioso con 8 jugadores tras la lesión de Machis y las expulsiones de Hongla y Roque Mesa en el 100′. Al Elche no le valió el golpe de orgullo para hallar otra victoria que le hubiera dado regularidad en la busca de su milagro de la salvación. Y eso que murió en campo contrario, con las ocasiones más claras en un descuento eterno.
Al Valladolid se le puso el partido de cara prontísimo, en el minuto 3. Un golpe de fortuna le hizo expedir en el marcador. Larin armó la pierna, disparó y se halló el cuerpo de Magallán. El tiro cambió de trayectoria y Edgar quedó vendido. El Elche, otra vez, debió bogar contra todo. El colista tardó en espabilar pues el Valladolid se armó atrás y aguardó a que pasara el tiempo. La telaraña de Pacheta funcionó maravillosamente. El Elche, con más corazón que cabeza, acabó el primer acto disparando 8 veces, el doble que su contrincante. Mas de todos esos tiros solo pudo terminar uno en gol. Al minuto de marcar Larin, Floté tuvo el empate en la más clara. Asenjo sacó el disparo del argentino. Floté fue el que más lo procuró, si bien la carencia de acierto le impidió igualar el choque ya antes del reposo.
En un partido sin ritmo, lento y falto de precisión, el Elche volvió a tener otro carrusel de ocasiones en el ecuador del segundo acto. Floté insistió una vez más y un remate de cabeza salió rozando el palo tras un disparo anterior de Tete Morente y despejado por Asenjo. Roco y Raúl Guti pusieron otra vez a prueba la colocación y seguridad del meta vallisoletano. El partido moría entre interrupciones en el momento en que un latigazo de Tete Morente, en el minuto 95, golpeó en Escudero y batió a Asenjo. Ahí cambió la cara de Pacheta, que mutó a temor cuando Raúl Guti tiró fuera la última ocasión.
Al Valladolid se le puso el partido de cara prontísimo, en el minuto 3. Un golpe de fortuna le hizo expedir en el marcador. Larin armó la pierna, disparó y se halló el cuerpo de Magallán. El tiro cambió de trayectoria y Edgar quedó vendido. El Elche, otra vez, debió bogar contra todo. El colista tardó en espabilar pues el Valladolid se armó atrás y aguardó a que pasara el tiempo. La telaraña de Pacheta funcionó maravillosamente. El Elche, con más corazón que cabeza, acabó el primer acto disparando 8 veces, el doble que su contrincante. Mas de todos esos tiros solo pudo terminar uno en gol. Al minuto de marcar Larin, Floté tuvo el empate en la más clara. Asenjo sacó el disparo del argentino. Floté fue el que más lo procuró, si bien la carencia de acierto le impidió igualar el choque ya antes del reposo.
En un partido sin ritmo, lento y falto de precisión, el Elche volvió a tener otro carrusel de ocasiones en el ecuador del segundo acto. Floté insistió una vez más y un remate de cabeza salió rozando el palo tras un disparo anterior de Tete Morente y despejado por Asenjo. Roco y Raúl Guti pusieron otra vez a prueba la colocación y seguridad del meta vallisoletano. El partido moría entre interrupciones en el momento en que un latigazo de Tete Morente, en el minuto 95, golpeó en Escudero y batió a Asenjo. Ahí cambió la cara de Pacheta, que mutó a temor cuando Raúl Guti tiró fuera la última ocasión.