El Atlético de Madrid, que efectuó una enorme primera parte mas padeció en la segunda, vio como se le escapaban dos puntos. Dirigidos por Griezmann, que dio un genuino espectáculo y le obsequió Morata el pase del tanto rojiblanco, se adelantaron en la primera mitad. Sin embargo, Falcao evitó el triunfo rojiblanco al anotar desde los 11 metros en el tiempo de descuento.
Un Atlético de Madrid capitaneado por Morata y Griezmann en ataque se plantó ante su afición con un claro objetivo: regresar a sumar de 3. Tras la esencial victoria en San Mamés, con la que los de Simeone se pusieron en la tercera plaza, los jugadores sabían la relevancia de continuar apretando. Enfrente llegó, con toda la ilusión del planeta, un Rayo Vallecano que milita por media tabla del torneo nacional liguero.
Del mismo modo que en el precedente encuentro, los rojiblancos mostraron una enorme intensidad, como agrada a sus más fieles seguidores. Los atacantes mordían y los centrocampistas trabajaban maravillosamente. Desde el primer instante marcaron las pautas al equipo del sudoeste de Madrid, haciéndole saber que iban a tener que sudar en todos y cada minuto de juego si deseaban sacar petróleo.
Griezmann y Morata probaron comprenderse como hermanos y fabricaron el primer gol del encuentro a los 20 minutos. Un enorme hurto del jugador francés por la banda derecha sirvió para adelantar líneas y, más tarde, puso un enorme balón en el área de castigo a fin de que el delantero madrileño rematase a placer. El ahínco inicial de los locales dio sus frutos ya antes de llegar al ecuador de la primera mitad.
El Rayo Vallecano hizo el intento de subir alguna marcha mas el buen hacer de los colchoneros en todas y cada una de las facetas del juego complicaba que llegaran a puerta. Alén de un disparo apartado de Falcao que se fue exageradamente desviado, las jugadas de ataque eran para los locales.
En una gran primera parte, la peor nueva para el Atlético de Madrid llegó en el minuto 39', puesto que Lemar se debió marchar por molestias musculares. Esto no fue visto como algo novedoso para el francés, puesto que ya pasó otras un par de veces en lo que va de temporada. Carrasco entró para ocupar su sitio. Sin embargo, la amarga nueva no colapsó a un equipo que, en comunión con su afición, pasaba una buena noche de futbol y se fue con ventaja cuando Iglesias Villanueva marcó el final de los primeros 45 minutos.
El Atlético de Madrid salió algo frío en la segunda mitad y le pudo valer costoso. Ciss estuvo a escasos centímetros de anotar el empate tras un buen cabezazo. Además de esto, se vio a un Rayo Vallecano con menos temor, menos miedo para plantar cara al equipo de Simeone. Obviamente no iba a ser labor fácil, mas con el cambio de chip de los rayistas, parecían comenzar a soñar con sacar petróleo del choque.
Sin embargo, el equipo de Simeone logró, poquito a poco, acomodarse nuevamente en el terreno de juego. Las ocasiones no llegaban en demasía, mas el reloj iba pasando y los aprietos en la zona protectora resaltaban por su ausencia. Que no ocurriera nada era una buena nueva para el combinado rojiblanco.
No obstante, en el 67' de partido, cerca estuvo Camello, quien entró en la segunda mitad, de imitar a Riquelme hace unas semanas. El canterano del Atlético de Madrid, ahora en el equipo de Vallecas, hizo un enorme disparo cruzado que estuvo muy cerca de coger puerta. Desde ahí, los visitantes se vieron con fuerzas y fueron picando piedra, las ocasiones para empatar iban llegando con más frecuencia.
Griezmann, el mejor de los rojiblancos a lo largo del encuentro, era el único que tiraba del resto de compañeros y trataba de buscar el segundo. A falta de 10-12 minutos tuvo un par de ocasiones sucesivas, una de marchó fuera y la otra acabó dentro, mas Iglesias Villanueva apuntó situación antirreglamentaria.
Cuando todo daba la sensación de que iba a acabar de cara de los rojiblancos, puesto que se sentían más cómodos y se aproximaba el minuto 90', se dio un cambio de guion. Giménez tocó el balón con la mano en el área y se apuntó el punto nefasto. Fue el turno de Falcao, exrojiblanco, ante su vieja afición, mas con todo el rayismo pendiente de su lanzamiento. El colombiano ejecutó el lanzamiento perfectamente y el meta croata no tuvo nada que hacer. Debido a su respeto al club en el que militó años atrás no lo festejó, mas la verdad es que su segundo tanto de la época vino como agua bendita para los de Vallecas.
El equipo rojiblanco pagó costoso no cerrar el encuentro. Pese a la superioridad mostrada en la primera mitad y del gran partido de Griezmann, no llegó el segundo tanto y su exjugador, Falcao, amargó la noche en el Cívitas Metropolitano.
Del mismo modo que en el precedente encuentro, los rojiblancos mostraron una enorme intensidad, como agrada a sus más fieles seguidores. Los atacantes mordían y los centrocampistas trabajaban maravillosamente. Desde el primer instante marcaron las pautas al equipo del sudoeste de Madrid, haciéndole saber que iban a tener que sudar en todos y cada minuto de juego si deseaban sacar petróleo.
Griezmann y Morata probaron comprenderse como hermanos y fabricaron el primer gol del encuentro a los 20 minutos. Un enorme hurto del jugador francés por la banda derecha sirvió para adelantar líneas y, más tarde, puso un enorme balón en el área de castigo a fin de que el delantero madrileño rematase a placer. El ahínco inicial de los locales dio sus frutos ya antes de llegar al ecuador de la primera mitad.
El Rayo Vallecano hizo el intento de subir alguna marcha mas el buen hacer de los colchoneros en todas y cada una de las facetas del juego complicaba que llegaran a puerta. Alén de un disparo apartado de Falcao que se fue exageradamente desviado, las jugadas de ataque eran para los locales.
En una gran primera parte, la peor nueva para el Atlético de Madrid llegó en el minuto 39', puesto que Lemar se debió marchar por molestias musculares. Esto no fue visto como algo novedoso para el francés, puesto que ya pasó otras un par de veces en lo que va de temporada. Carrasco entró para ocupar su sitio. Sin embargo, la amarga nueva no colapsó a un equipo que, en comunión con su afición, pasaba una buena noche de futbol y se fue con ventaja cuando Iglesias Villanueva marcó el final de los primeros 45 minutos.
El Atlético de Madrid salió algo frío en la segunda mitad y le pudo valer costoso. Ciss estuvo a escasos centímetros de anotar el empate tras un buen cabezazo. Además de esto, se vio a un Rayo Vallecano con menos temor, menos miedo para plantar cara al equipo de Simeone. Obviamente no iba a ser labor fácil, mas con el cambio de chip de los rayistas, parecían comenzar a soñar con sacar petróleo del choque.
Sin embargo, el equipo de Simeone logró, poquito a poco, acomodarse nuevamente en el terreno de juego. Las ocasiones no llegaban en demasía, mas el reloj iba pasando y los aprietos en la zona protectora resaltaban por su ausencia. Que no ocurriera nada era una buena nueva para el combinado rojiblanco.
No obstante, en el 67' de partido, cerca estuvo Camello, quien entró en la segunda mitad, de imitar a Riquelme hace unas semanas. El canterano del Atlético de Madrid, ahora en el equipo de Vallecas, hizo un enorme disparo cruzado que estuvo muy cerca de coger puerta. Desde ahí, los visitantes se vieron con fuerzas y fueron picando piedra, las ocasiones para empatar iban llegando con más frecuencia.
Griezmann, el mejor de los rojiblancos a lo largo del encuentro, era el único que tiraba del resto de compañeros y trataba de buscar el segundo. A falta de 10-12 minutos tuvo un par de ocasiones sucesivas, una de marchó fuera y la otra acabó dentro, mas Iglesias Villanueva apuntó situación antirreglamentaria.
Cuando todo daba la sensación de que iba a acabar de cara de los rojiblancos, puesto que se sentían más cómodos y se aproximaba el minuto 90', se dio un cambio de guion. Giménez tocó el balón con la mano en el área y se apuntó el punto nefasto. Fue el turno de Falcao, exrojiblanco, ante su vieja afición, mas con todo el rayismo pendiente de su lanzamiento. El colombiano ejecutó el lanzamiento perfectamente y el meta croata no tuvo nada que hacer. Debido a su respeto al club en el que militó años atrás no lo festejó, mas la verdad es que su segundo tanto de la época vino como agua bendita para los de Vallecas.
El equipo rojiblanco pagó costoso no cerrar el encuentro. Pese a la superioridad mostrada en la primera mitad y del gran partido de Griezmann, no llegó el segundo tanto y su exjugador, Falcao, amargó la noche en el Cívitas Metropolitano.