La Premier League ya conoce a Erling Haaland. Era su primer partido, mas el flamante fichaje del Manchester City lideró a su equipo en un London Stadium a 31°C y logró dos tantos, uno en todos y cada parte, que sirvieron para terminar con el West Ham United. Ni el calor ni los nuevos fichajes de los Hammers fueron suficientes razonamientos para asombrar a los actuales vencedores de la Premier, que ya gozan de su nuevo ‘9′.

Así, no extraña que Pep Guardiola optase por alinear a Haaland desde el principio, con Foden y Grealish como acompañantes de ataque en el tradicional 1-4-3-3 del técnico catalán. Una capacitación con la que el City no tardó en encontrarse con el balón, mas el dominio inicial no se tradujo en ocasiones: los locales se resistían atrás sin demasiadas contrariedades y con Rice como ‘stopper’.

El bloqueo era evidente y Cancelo comenzó entonces a concentrar los ataques del City, al que le anularon un gol de De Bruyne por fuera de juego de Gündogan. Un aviso para Areola, que entró por Fabianski con el partido comenzado y que llegó tarde para frenar a Haaland, en un arranque tremendo del punta noruego que terminó cayendo en el área. Era penalti y Haaland transformó así su primer gol en la Premier.

Con el 0-1, Haaland se quitó todos y cada uno de los nervios de un plumazo y con él el City, que tras 50′ monopolizando la posesión había conseguido 422 pases, en frente de los 93 de un West Ham poco a poco más pequeño. Mas faltaban más ocasiones y De Bruyne se puso manos a la obra. El medio belga, soberbio, atacó el espacio y mandó un pase tenso al que no llegó por poco Haaland, mas sí Gündogan, si bien lo echó fuera.

Para entonces el partido ya estaba roto y De Bruyne, nuevamente, puso un balón a Haaland en carrera, que esta vez no excusó y superó con suficiencia a Areola por abajo. Era el segundo del City y la sentencia a un partido en el que la nueva estrella de Guardiola procuró el hat trick con esmero mas sin fortuna.