En Old Trafford, el túnel de vestuarios se sitúa en uno de los fondos, detalle que fuerza a efectuar un paseíllo que expone a tirios y troyanos al resolución de la grada. Jugadores y técnicos del Manchester United hicieron el recorrido entre sonoros abucheos al reposo de su partido contra el Aston Villa.
Por dos tantos vencía el equipo que adiestra Unai Emery, que a esa altura empataba a puntos con el Liverpool en el liderato de la Premier. Mas el trance sirvió como espoleta para un equipo que parecía fallecido en un club que destila interinidad frente a la llegada del nuevo inversor. Bajo la atenta mirada de Dave Brailsford, el encargado de Ineos Sport en el graderío, el vapuleado United firmó una remontada recordable (3-2) firmada con dos tantos del argentino-madrileño Alejandro Garnacho y un tanto final de Rasmus Hojlund, el delantero danés de 20 años por el que pagaron más de 80 millones de euros este verano y que no había anotado ningún gol en 14 partidos en la Premier League.
El Aston Villa, que no perdía desde el 5 de noviembre, contempló atónito todo el despliegue de orgullo mancuniano. Por el hecho de que fue una remontada que se forjó desde lo sensible, desde la rebelión frente a la propia incapacidad. Los dueños de Old Trafford están hechos unos zorros, mas particularmente son frágiles en defensa, donde encadenan fallos y se penalizan por la irregularidad de su meta. Así que mediada la primera parte dos balones al área prácticamente sucesivos le dieron al Aston Villa una ventaja de dos tantos. Onana y la zaga se atornillaron a la línea de gol. McGuinn y Dendoncker parecieron firmar la sentencia frente a un equipo deprimido. Old Trafford siseó con rabia y decepción.
Mas ese receso lo cambió todo. El equipo de colorado que salió de la caseta era otro. No le sobraba futbol, mas sí ánima, la que le sostiene mal que bien a 5 puntos de la cuarta situación. Bruno Fernandes tomó el control de las operaciones. Ejercitó de capitán. Garnacho marcó de comienzo, mas en una acción que se anuló por fuera de juego. Lo hizo un par de veces más y las dos valieron la igualada. Con el 2-2 en el marcador, el veteranísimo Evans sacó sobre la línea de gol un remate de León Bailey destinado a rebajar la efervescencia que se vivía en el estadio. La terminó de disparar Hojlund y ya no hubo contestación del Villa, que se queda a 3 puntos del Liverpool, ganador (0-2) en Burnley con un gol de Darwin Núñez en los comienzos del duelo y otro de Diogo Jota en el epílogo.
Jürgen Klopp repartió sacrificios, el día de año nuevo le espera un partido en Anfield contra el Newcastle, que salió mal parado del Boxing Day. El club inyectado con capital árabe ha perdido 4 de sus últimos partidos. En esta jornada fue el Nottingham Forest el que le derrotó en St James’s Park (1-3). Diciembre ha sido deplorable para el Newcastle, que octavo en la tabla ya ve de lejos aun las opciones de reiterar entre los 4 primeros y se instala en media tabla, donde llega el irrefrenable Bournemouth con Andoni Iraola en la pizarra. Al Fulham lo dejó atrás sin ofrecer resquicios (3-0) y tras sumar 19 de 21 posibles ha pasado de los puestos de descenso a mirarlos a 10 puntos de distancia.