Al Manchester City le prosigue sobrando voracidad. Pese a un Pep que insistía que el trabajo "está hecho" y de conquistar el planeta en Yeda con un 4-0 al Fluminense, los mancunianos fueron a Goodison Park a recobrar el terreno perdido hasta el liderato de la Premier League. La mala ráfaga les tenía con solo un triunfo en los últimos 5 partidos. Procuraban otro. Y lo lograron con un 1-3 frente al Everton que les deja a 5 puntos del líder, Liverpool, y con un partido menos que los 'reds'.
Proseguía mermado el equipo de Guardiola por las bajas que aquejan al equipo. De Bruyne, Doku y Haaland, de los 3 mejores jugadores con los que cuenta el de Santpedor en su plantilla, no superaron sus molestias y se quedaron fuera de una convocatoria que les iba a precisar. Por el hecho de que no importan las conquistas mundiales cuando Goodison Park espera. Sean Dyche lo sabe bien y preparó un terreno hostil con un bloque bajísimo y contraataques acertados.
La posesión, los tantos aguardados y los remates a puerta eran para el visitante. Mas al Everton le es suficiente con poco para hacer mucho. Suficiente fue con un fallo de Rodri en su área para sacar partido. El pivote madrileño recobró bien y entregó muy mal, dejando la pelota servida a McNeil a fin de que el extremo 'toffee' centrase al área, encontrando el remate de Jack Harrison y el 1-0 para los de Liverpool. En los últimos 6 partidos, es la cuarta vez que los de Pep se iban en desventaja con el primer gol.
Resistió, rocoso, el Everton hasta el reposo, todo frente a un City que veía otro soldado caer: Stones salió el campo por un inconveniente en el pie. Gvardiol le sustituyó, y el 1-0 se sostuvo. Mas al City no le falta olisquear la sangre para morder. En la segunda parte todo cambió con un Phil Foden salvador que se apuntó el 1-1 con un trallazo de zurda imposible para un Pickford que no paró de percibir disgustos: John Brooks apuntó un penalti por manos de Onana que tomó Julián Álvarez. Y al portero inglés no le quedó más antídoto que admitir su destino, viendo caer el 1-2.
Se dejó ir el capitán 'toffee', enfadado con el ahínco sin recompensa. Y cometió un garrafal fallo, obsequiando la pelota a un Bernardo Silva que no excusó. El portugués disparó para sentenciar el 1-3 que les deja en cuarta plaza, reenganchados a la 'zona Champions' y a la riña por el título. El vencedor del planeta está de vuelta en la Premier.