Arsenal gozó de una jornada de Boxing Day de ensueño, puesto que venció por 3-1 al West Ham United y se sostiene como líder de la Premier League con cuarenta puntos, 7 más que su escolta Newcastle –que hoy venció 3-0 al Leicester City–. Pese al 1-0 de los ‘Hammers’, los locales no se acobardaron y lograron darle vuelta al marcador con tantos de Bukayo Saka, Gabriel Martinelli y Eddie Nketiah.

El parón por el Mundial cambiará las activas con las que se fueron muchos jugadores y equipos, mas no semeja ser este el caso del Arsenal. El equipo de Mikel Arteta se fue lanzado y prosigue lanzado, confirmando que es el máximo preferido a ganar el título y empezando con buen pie las 3 furiosas jornadas de navidad que van a suponer un punto de cambio en esta edición de la Premier League.

El partido fue uno en el marcador y otro en el césped a lo largo de la primera parte. Bowen había forzado un penalti de Xhaka un tanto estricto y, ya antes, había quedado cancelado un gol de Saka por fuera de juego. No obstante, las sensaciones eran de que el partido caería del lado del Arsenal tarde que temprano si no se precipitaban. Y no lo hicieron. El equipo prosiguió dominando, con un Odegaard estelar, procurando romper la cerrada defensa hammer.

El partido por último se rompió por insistencia local. Odegaard dio la primera asistencia de su doblete particular a Saka, esta vez sí en situación legal. Después, Martinelli se aprovechó del palo corto que no cubría bien Fabianski. Y, para finalizar, Nketiah, que reemplazaba a Gabriel Jesus por su lesión, cerró el marcador a pase del noruego. Apenas 15 minutos para dar la vuelta al partido y dejar al Emirates con la sensación de que lograrían lo que se merecían.

Los minutos finales se resumen en que este Arsenal tiene ganas de ser vencedor. No bajó la intensidad ni su dominio ni un momento. El nivel de precisión en los pases, la confianza en sus ideas y las genialidades de Odegaard, que hizo levantarse a la grada, hacen que esta victoria sirva en la clasificación y en la confianza. Wenger, que volvía al Emirates por vez primera desde el momento en que dejó el cargo en 2018, seguro que se fue orgulloso.