Inglaterra, 56 años tras su único enorme éxito internacional a nivel de escojas absolutas, el Mundial de 1966, volvió a hacer historia en casa. Su combinado femenino, tras caer en 1984 ante Suecia y en 2009 ante Alemania, consiguió al fin hacerse con la Eurocopa tras derrotar exactamente a las germanas por 2-1.
Y lo hizo en un escenario de récord: los 87.192 espectadores que se dieron cita en Wembley establecieron una nueva marca de máxima asistencia, tanto para el campeonato europeo de escojas femenino para el masculino. El futbol femenino lúcida poco a poco más y más interés. Eso es completamente indiscutible. Y la afición, por su lado, sabe estar a altura. Sobre el césped, Toone y Magull firmaron los tantos que llevaron el encuentro a una prórroga en la que Kelly, por último, desató la alegría para los ingleses.
Alemania padeció un golpazo en los momentos anteriores al comienzo del encuentro. Alexandra Popp, su jugadora más en forma, capaz de anotar 6 tantos en los 5 últimos partidos jugados con la selección germana en la presente Eurocopa, se resintió de unas molestias musculares y debió ceder su puesto a Schüller. El combinado que dirige Martina Voss-Tecklenburg, lejos de acusar el golpe, llegó con riesgo a la portería de una Inglaterra que, ilusionada con la opción de firmar su buen campeonato frente a los suyos, la igualó en todo instante en esmero.
La acción más clara para marcar, con todo la tendría Alemania, en una jugada embrolladísima tras un córner en el que el VAR aun debió intervenir para distinguir si había habido o no penalti por mano de Williamson en el área inglesa. Una revisión que, por último, dejó esa acción sin sanción alguna. Inglaterra, mientras que, firmó sus mejores aproximaciones a la meta protegida por Frohms a través de White y Bronze, aunque ninguno de sus remates consiguió hallar por último el camino del gol y el duelo se fue al reposo con 0-0 en el marcador.
Alemania arrancó el segundo tiempo supuestamente resuelta a poner cerco al área de Inglaterra. Adelantó sus líneas y procuró con esmero la portería de Earps, mas como le pasó en el primer tiempo, parecía totalmente inútil de localizar el camino del gol. Las inglesas, mientras que, apretaron los dientes, soportaron el aguacero y, de repente, tras un enorme pase de Walsh buscando el desmarque entre líneas de Toone, relevo de Kirby en el equipo que adiestra Sarina Wiegman, hallaron un 1-0 de muy, muy bella factura. Toone, por velocidad, consiguió plantarse sola ante Frohms y la superó con un toque suave, sutil, para estrellar el balón en el fondo de la red y engallar aún más a sus seguidores en la grada.
Las germanas, sin embargo, lejos de acusar el golpe, parecieron tomarlo como un estímulo más para doblar sus sacrificios. Magull, la más incisiva de ellas, tras mandar un disparo a la cruceta y ver de qué forma la zaga terminaba por frustrar otro intento, logró al fin romper el maleficio y puso el 1-1 en el lumínico aprovechando un distraiga de la defensa inglesa. A poco más de diez minutos para el final del tiempo normativo, el partido comenzaba nuevamente. Ninguna de las dos escojas, una vez llegado el duelo a ese punto, estuvo por la tarea de arriesgar demasiado. La prórroga debería dictar sentencia. Y lo hizo a falta de 20 minutos para el final del tiempo suplementario, tras un córner que la zaga de Alemania no supo solucionar y que Kelly mandó en el fondo de las mallas para darle al sueño de Inglaterra en la Eurocopa el final más deseado.
Alemania padeció un golpazo en los momentos anteriores al comienzo del encuentro. Alexandra Popp, su jugadora más en forma, capaz de anotar 6 tantos en los 5 últimos partidos jugados con la selección germana en la presente Eurocopa, se resintió de unas molestias musculares y debió ceder su puesto a Schüller. El combinado que dirige Martina Voss-Tecklenburg, lejos de acusar el golpe, llegó con riesgo a la portería de una Inglaterra que, ilusionada con la opción de firmar su buen campeonato frente a los suyos, la igualó en todo instante en esmero.
La acción más clara para marcar, con todo la tendría Alemania, en una jugada embrolladísima tras un córner en el que el VAR aun debió intervenir para distinguir si había habido o no penalti por mano de Williamson en el área inglesa. Una revisión que, por último, dejó esa acción sin sanción alguna. Inglaterra, mientras que, firmó sus mejores aproximaciones a la meta protegida por Frohms a través de White y Bronze, aunque ninguno de sus remates consiguió hallar por último el camino del gol y el duelo se fue al reposo con 0-0 en el marcador.
Alemania arrancó el segundo tiempo supuestamente resuelta a poner cerco al área de Inglaterra. Adelantó sus líneas y procuró con esmero la portería de Earps, mas como le pasó en el primer tiempo, parecía totalmente inútil de localizar el camino del gol. Las inglesas, mientras que, apretaron los dientes, soportaron el aguacero y, de repente, tras un enorme pase de Walsh buscando el desmarque entre líneas de Toone, relevo de Kirby en el equipo que adiestra Sarina Wiegman, hallaron un 1-0 de muy, muy bella factura. Toone, por velocidad, consiguió plantarse sola ante Frohms y la superó con un toque suave, sutil, para estrellar el balón en el fondo de la red y engallar aún más a sus seguidores en la grada.
Las germanas, sin embargo, lejos de acusar el golpe, parecieron tomarlo como un estímulo más para doblar sus sacrificios. Magull, la más incisiva de ellas, tras mandar un disparo a la cruceta y ver de qué forma la zaga terminaba por frustrar otro intento, logró al fin romper el maleficio y puso el 1-1 en el lumínico aprovechando un distraiga de la defensa inglesa. A poco más de diez minutos para el final del tiempo normativo, el partido comenzaba nuevamente. Ninguna de las dos escojas, una vez llegado el duelo a ese punto, estuvo por la tarea de arriesgar demasiado. La prórroga debería dictar sentencia. Y lo hizo a falta de 20 minutos para el final del tiempo suplementario, tras un córner que la zaga de Alemania no supo solucionar y que Kelly mandó en el fondo de las mallas para darle al sueño de Inglaterra en la Eurocopa el final más deseado.