Más de 20.000 personas llenaban este domingo La Rosaleda para poder ver al Málaga enfrentarse a la Real Sociedad en los dieciseisavos de la Copa del Rey. El equipo blanquiazul juega esta temporada en Primera RFEF, tras 25 años en el futbol profesional, mas eso no menguaba el ánimo de los locales para salir al terreno de juego a luchar frente a los txuri-urdin.
La Real Sociedad ha ganado en un par de ocasiones la Copa del Rey (1978 y 2020) y, con esta, van a ser 6 las veces que el conjunto vasco llega a los octavos de la Copa del Rey.
El partido comenzó con los dos equipos muy igualados, si bien el Málaga lo hacía con un extra de intensidad. Los de Pellicer no se dejaban amedrentar y procuraban al conjunto vasco que habitúa a jugar desde más atrás. La Real daba un primer aviso con una falta esquinada que sacaba Brais Méndez, mas los puños de Carlos López evitaban el riesgo.
Oyarzabal tuvo otra ocasión peligrosísima tras una buena llegada de Mikel Merino que se terminó yendo fuera. Comenzaban a dominar los de Imanol al conjunto boquerón, llegando sin ningún género de inconveniente al área contrincante.
El Málaga logró armar una buena jugada para llegar a la portería de Marrero y, si bien el contrincante recobró el balón, la pérdida de Zubimendi la supo aprovechar Víctor García en un tiro que se estrellaba contra el poste. Primera gran ocasión para el Málaga.
Entorno festivo en La Rosaleda con una afición que, siempre y en todo momento ejemplar, jamás ha dejado de respaldar a su equipo pese a la mala ráfaga de los últimos tiempos. Zakharyan tuvo otra gran ocasión tras una enorme acción de Barrenetxea, mas la remataba mal el ruso y perdían otra ocasión los vascos.
Un Málaga cargado de cantera y juventud se iba al vestuario soportando el aguacero de los txuri-urdin que, aún con superioridad y ocasiones de Oyarzabal y Zakharyan, no acababan de hallar la portería.
Imanol Aguacil decidió introducir dos cambios en el reposo, salían Zubimendi y Zakharyan para saltar al césped Carlos Fernández y Turrientes. Solo 3 minutos tras regresar al campo, la Real Sociedad se adelantaba tras una falta que tiraba Merino mas que, en un intento de eludir que llegase Zubeldia, Einar Galilea terminaría metiendo en propia puerta. Aun así, los cantos no dejaban de sonar en la grada (aun con más fuerza) para eludir que en los locales decayese el ánimo.
En el 56, Ochoa evitaba con su cuerpo que Barrenetxea prosiguiera avanzando, que iba con toda la pretensión de poner un centro al área. El Málaga no cedía frente a los vascos y proseguían buscando ocasiones, mas la Real tampoco daba su brazo a torcer.
Prácticamente tienen el segundo el conjunto visitante en el 71. Odriozola ponía un balón raso en la frontal del área que remataba Brais Méndez con un muy potente disparo que paso muy cerca del poste izquierdo.
No renunció en ningún instante el conjunto blanquiazul , tampoco lo hicieron los de Alguacil. Un partido igualado mas que no fue suficiente para los malagueños, a los que les faltaron ocasiones de gol. La Real Sociedad, si bien padeció más de la cuenta y sudó la victoria, logra por sexta vez su billete a octavos de la Copa del Rey.
El partido comenzó con los dos equipos muy igualados, si bien el Málaga lo hacía con un extra de intensidad. Los de Pellicer no se dejaban amedrentar y procuraban al conjunto vasco que habitúa a jugar desde más atrás. La Real daba un primer aviso con una falta esquinada que sacaba Brais Méndez, mas los puños de Carlos López evitaban el riesgo.
Oyarzabal tuvo otra ocasión peligrosísima tras una buena llegada de Mikel Merino que se terminó yendo fuera. Comenzaban a dominar los de Imanol al conjunto boquerón, llegando sin ningún género de inconveniente al área contrincante.
El Málaga logró armar una buena jugada para llegar a la portería de Marrero y, si bien el contrincante recobró el balón, la pérdida de Zubimendi la supo aprovechar Víctor García en un tiro que se estrellaba contra el poste. Primera gran ocasión para el Málaga.
Entorno festivo en La Rosaleda con una afición que, siempre y en todo momento ejemplar, jamás ha dejado de respaldar a su equipo pese a la mala ráfaga de los últimos tiempos. Zakharyan tuvo otra gran ocasión tras una enorme acción de Barrenetxea, mas la remataba mal el ruso y perdían otra ocasión los vascos.
Un Málaga cargado de cantera y juventud se iba al vestuario soportando el aguacero de los txuri-urdin que, aún con superioridad y ocasiones de Oyarzabal y Zakharyan, no acababan de hallar la portería.
Imanol Aguacil decidió introducir dos cambios en el reposo, salían Zubimendi y Zakharyan para saltar al césped Carlos Fernández y Turrientes. Solo 3 minutos tras regresar al campo, la Real Sociedad se adelantaba tras una falta que tiraba Merino mas que, en un intento de eludir que llegase Zubeldia, Einar Galilea terminaría metiendo en propia puerta. Aun así, los cantos no dejaban de sonar en la grada (aun con más fuerza) para eludir que en los locales decayese el ánimo.
En el 56, Ochoa evitaba con su cuerpo que Barrenetxea prosiguiera avanzando, que iba con toda la pretensión de poner un centro al área. El Málaga no cedía frente a los vascos y proseguían buscando ocasiones, mas la Real tampoco daba su brazo a torcer.
Prácticamente tienen el segundo el conjunto visitante en el 71. Odriozola ponía un balón raso en la frontal del área que remataba Brais Méndez con un muy potente disparo que paso muy cerca del poste izquierdo.
No renunció en ningún instante el conjunto blanquiazul , tampoco lo hicieron los de Alguacil. Un partido igualado mas que no fue suficiente para los malagueños, a los que les faltaron ocasiones de gol. La Real Sociedad, si bien padeció más de la cuenta y sudó la victoria, logra por sexta vez su billete a octavos de la Copa del Rey.