El Girona FC ha caído en su estreno en la Champions League ante el PSG (1-0) en el Parque de los Príncipes, en una desgraciada jugada final en el momento en que el meta Paulo Gazzaniga, que había salvado a su equipo 2 minutos antes, vio como el balón se le escapaba entre las piernas tras un centro de Nuno Mendes, castigo inesperado para un Girona que mostró su versión mucho más reconocible pese a la avalancha de ocasiones del cuadro de Luis Enrique.
La mala suerte del Girona.
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) September 18, 2024
El tanto en propia meta de Gazzaniga en el 90' para dar la victoria al PSG.#LaCasadelFútbol #UCL pic.twitter.com/2NoIrIyU5u
Pudo haber sido en las dos ocasiones claras que tuvo Ousmane Dembélé en el último cuarto de hora del partido, o en las otras 2 que tuvo Kolo Muani después, o aun en el remate de Hakim que Gazzaniga atajó en el momento en que se cantaba el gol en la grada, pero la derrota del Girona llegó de la forma mucho más cruel viable en el momento en que acariciaba un empate histórico en un ámbito de postín.
Se medía Nuno Mendes con Arnau Martínez, al que ganó con agilidad para poner un centro raso sin solamente dificultad , pero el balón se escurrió entre las manos y las piernas del misión del Girona que amargaba el estreno europeo de los de Míchel.
Ante entre los aspirantes al título como el París Saint Germain y en un ámbito como el Parque de los Príncipes, así se presentaba el debut histórico del Girona FC en la Champions League tras deslumbrar en la pasada Liga, y sin cinco de las piezas claves que les auparon hasta la tercera plaza que les dio el ingreso a pasear su fútbol por Europa.
Se declaraba Luis Enrique en la previa del encuentro “seguidor de Míchel’ y de un Girona al que elogió como “uno de los equipos mucho más entretenidos de ver”, y sostuvo su apuesta por el tradicional 4-3-3 con Marco Asensio por Kolo Muani en el tridente de ataque, mientras que su colega en el banquillo rival daba entrada de inicio a Christian Stuani por Abel Ruiz en la punta de su ataque.
Fue precisamente el jugador mallorquín el que ha podido adelantar a su equipo con un tiro que rozó el palo izquierdo de la portería de Gazzaniga tras un espectacular taconazo de Warren Zaïre-Emery, entre los más destacados del encuentro.
Tras un arranque dinámico del PSG con Barcola como hombre más incisivo por la banda izquierda, el Girona empezó a templar el empuje del rival y comenzó a sumar minutos de buenos posicionamientos defensivos pero lejos del juego combinativo necesario para incomodar al cuadro francés, que proseguía llegando a la portería contraria aunque sin producir oportunidades visibles.
El equipo albirrojo empezó a encontrarse a sí mismo con Miguel Gutiérrez y Arnau Martínez provocando espacios, fruto de una de sus acciones llegó la ocasión mucho más clara del Girona con un envío del lateral izquierdo al que no llegó Stuani por poco en la última ocasión de la primera mitad.
Una vez ganada la confianza, el Girona acarició el gol con un remate fallido de Donny van de Beek en la enésima llegada de Bryan Gil, y un posterior cabezazo de Stuani que rechazó Matvei Safonov, en los mejores instantes del cuadro español, lo que despertó al PSG y a un insaciable Dembélé.
El galo pudo anotar hasta en un par de ocasiones , primero con una conducción vertiginosa que le llevó a un mano a mano con Gazzaniga cuando Ladislav Krejci le robó el balón de manera providencial, y después con un zurdazo teledirigido a la escuadra izquierda del argentino que el misión neutralizó.
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El relevo en las oportunidades parisinas lo tomó Kolo Muani, con un remate de cabeza en el minuto 71 que rozó el gol, y sobre todo , con un reverso increíble que le dejó solo frente Gazzaniga, pero su disparo cruzado se marchó fuera.
El meta argentino iba a pasar de héroe a villano de su aparato en solamente dos minutos, cuando atajó un disparo de Hakim cuando se cantaba el gol en la grada, pero falló en la siguiente jugada con un fallo que condenó a su equipo en el minuto 90.
Derrota por la mínima de un Girona que cayó con la cabeza bien alta tras un buen partido frente entre los grande preferidos al título.