Baloncesto

Una sinfonía de baloncesto en el Santiago Martín le dejó al Unicaja pegarle un directo a la quijada al Lenovo Tenerife. Una exhibición para los anales de esta temporada imborrable (59-72) del equipo malagueño que hay que rematar este jueves en el Martín Carpena. La máquina de Ibon Navarro desplegó su vuelo alado en la complicadísima pista canaria. Desde la pizarra del técnico vasco, magistral, hasta la ejecución de sus jugadores, que le hurtaron al ánima e hicieron parecer un equipo vulgar al espléndido combinado que adiestra Txus Vidorreta.

El Real Madrid se anotó el primer punto de su eliminatoria de cuartos frente al Dreamland Gran Canaria al vencer por 95-68 en un partido en el que los canarios apenas soportaron 7 minutos, hasta el momento en que Sergio 'Chacho' Rodríguez dirigió la inercia ganadora de su equipo. El Granca apenas duró 7 minutos en pista con opciones, lo que tardó el Real Madrid en ajustar su juego de la mano de Sergio 'Chacho' Rodríguez cuando compareció en pista.

Un final incomprensible en un partido muy complicado de explicar y de comprender. De comprender lo vivido en los últimos dos minutos de Kaunas. Un final épico con una canasta que ya es historia de la EuroLiga. Un final impredecible, como toda la época blanca, que ha acabado en gloria. Por el hecho de que a falta de dos minutos, el R. Madrid perdía 78-72 tras una canasta de Isaiah Canaan. Fueron los últimos puntos de Olympiacos. Y estaba por venir la insensatez, la canasta de Llull, la remontada, una más, del equipo blanco.

El Real Madrid solo conoce el término Copa de Europa. No comprende de bajas, de deporte, de contrincantes o de favoritismos para probar que su competitividad va alén de los intangibles y que siempre y en toda circunstancia compiten. Esta vez fue Kaunas el escenario de gran lujo de otra demostración de estas. Ni tan siquiera un Barna impecable desde la gran distancia en la primera mitad (9/14 en triples) pudo romper un partido en el que el Real Madrid se sostuvo (42-36 al reposo) merced al poderío de Tavares en la zona y a este triple de Llull marca de la casa.