Ocasión única para los dos, estilos contrapuestos de personalidad y de tenis, mas una voluntad inalterable por vencer. Nick Kyrgios y Cristian Garín midieron fuerzas en un duelo plenamente inopinado de cuartos de Wimbledon 2022, mas no por este motivo menos interesante. Resultó curioso de qué forma la insensatez del australiano se atenuó de forma notable en un partido cuya relevancia tuvo clara desde el principio, al tiempo que el chileno padeció a lo largo de muchos tramos para imponer su solvencia de fondo de pista y clarividencia desde el resto, virtudes que han cimentado su éxito.
Asimismo lo ha hecho la capacidad de sufrimiento y de sujetarse a la pista sea como sea el marcador, combatiendo hasta el final, algo que volvió a hacer el chileno. El resultado final fue de 6-4 6-3 7-6 (5) a favor de Kyrgios, que accede así a semifinales de Wimbledon 2022.
Bien es famosa por todos la tendencia de Kyrgios de medrarse ante grandes contrincantes y perder intensidad e ilusión ante jugadores de menor rango. Absolutamente nadie vacilaba de que ante Tsitsipas lo iba a dar todo, mas le costó administrar sensible y físicamente el duelo contra Nakashima, por lo que había dudas razonables sobre de qué manera encararía el encuentro ante Garín. El primer set arrancó con un break en favor del chileno en el juego inicial, mas no fue más que un toque de atención para el australiano, predispuesto a salir de su zona de confort y ofrecer su mejor tenis con menos enfados y reprimendias a terceros de lo que es frecuente en él. Tanto es así, que tardó poco en recobrar el saque perdido y se hizo fuerte con su servicio, sin abandonar a jugar de fondo con un buen equilibrio entre defensa y ataque.
No conseguía desbordar el chileno con sus tiros, al tiempo que Kyrgios respiraba en los juegos al servicio con muchos puntos sin coste, algo que le dejaba competir con optimismo y lozanía desde el resto, estando más concentrado e intenso de lo que acostumbra a en esta situación. Llegó el noveno juego y la resistencia construida por el chileno cayó tal y como si de un castillo de arena asolado por la marea se tratara. 4 fallos no forzados fruto de la precipitación y carentes de lógica decantaron el parcial en favor de un Kyrgios que alternaba palos a su banquillo con miradas de reconocimiento y sintonía, siendo poquísimo frecuente lo segundo, algo que pone de manifiesto su ilusión por proseguir adelante en este campeonato.
En la segunda manga se vieron los mejores instantes de tenis por la parte de Kyrgios, principalmente acertado en sus ataques, eligiendo bien sus tiros y mostrando una tremenda solvencia con ese propio revés que golpea sin flexionar ni un ápice las rodillas. Rompió mediado el set y eludió los amagos de reacción por la parte de Garín, que no pudo aprovechar ninguna de las 3 bolas de ruptura de las que dispuso. Fue un golpazo ética para el chileno ver que su contrincante no tenía ningún género de avatares y que su pelota era inútil de desbordar de forma asidua la resistencia de Kyrgios, mas eso no acabó de frustrarle y prosiguió adelante.
Hubo brotes verdes en el juego del chileno a lo largo del tercer parcial, mas no fueron suficientes para granjearse una ventaja en el marcador. Kyrgios bajó sus posibilidades en el juego, tuvo ciertos avatares, aun en el servicio, mas tiró de competitividad para salvar otras 3 bolas de ruptura. Se llegó a un tiebreak agónico en el que los nervios de los dos contricantes marcaron todas y cada una de las jugadas; Cristian Garín llegó a dominar con 5-3, mas Nick Kyrgios mostró su mejor nivel de juego para voltear el encuentro y explorar sus límites. El australiano está en semifinales de Wimbledon 2022 con todo merecimiento, siendo capaz de no traicionar su esencia, mas moderarla lo bastante para ser competitivo al más alto nivel.