Carlos Alcaraz encuentra el oxígeno en las situaciones límite y la Centre Court de Wimbledon asistió a un ejemplo cristalino. El vigente vencedor , que un año atrás levantó la copa dorada tras un esfuerzo supremo en la final, resistió un partido asfixiante para sobrevivir a la primera semana del torneo. La ciudad más importante británica sostuvo la respiración en entre las actuaciones más sufridas del murciano, que mantuvo vivo un sueño: convertirse en el primer español capaz de proteger el trono en el All England Club.
El No. 3 del PIF ATP Rankings completó una gesta de padecimiento , resistiendo por 5-7, 6-2, 4-6, 7-6(2), 6-2 una batalla cruda ante el estadounidense Frances Tiafoe, entre los rivales más esquivos en su trayectoria. Con un partido que rozó las 4 horas sin respiro, el español sostuvo los nervios para sostenerse en el camino hacia la copa, aplacó a un jugador que amenazó su corona y lo derrotó en uno de los formato más exigentes , la carrera de las cinco mangas sobre una superficie imprevisible. Si proteger un trono acarrea dejarse el alma, Alcaraz cumplió la premisa por completo.
"Siempre es un enorme desafío jugar ante Frances", dijo Alcaraz. "Es un jugador con mucho talento y duro, hemos vuelto a conocer que merece estar en la cima, luchar por enormes cosas. Fué muy complicado para mí amoldar mi juego, localizar soluciones y también procurar ponerle en problemas. Estoy contento de haberlo hecho al final del partido".
"Hubo muchos momentos complicados en el cuarto set. Simplemente me decía 'vale, pelea una pelota mucho más'. Solo quería enfocarme en la próxima bola y en el tiebreak me he dicho que debía ir a por todas y cada una. Si perdía, perdía. Me lancé a por ello en todo momento , es bueno para mí haber ganado nuevamente ", explicó Carlos tras agregar su 10º triunfo seguido en el All England Club.
Por encima de todas las cosas , Alcaraz multiplicó su aptitud de supervivencia en situaciones extremas, uno de los principales sellos de su joven carrera. El español, que acumula un cómputo de 12-1 en partidos decididos en la quinta manga, introduciendo un 4-0 en el All England Club, envió un mensaje cristalino al resto de solicitantes. Cuando los partidos trascienden las piernas y entra juego el corazón, el murciano se encuentra dentro de los deportistas mucho más fríos de todo el mundo.
La necesidad de remontar un partido en Londres no fue un trance nuevo para Alcaraz. El año pasado, el español precisó voltear dos encuentros frente de mantener la copa dorada con sus manos. Primero, dejando por el sendero las ilusiones del italiano Matteo Berrettini en los octavos de final. Después, en un partido para la historia, batiendo al vencedor Novak Djokovic en una final eléctrica donde estuvo a dos puntos de entregar las dos primeras mangas. Este viernes, con la Centre Court nuevamente como testigo, la presión volvió a endurecer los golpes del murciano.
"Mi aparato siempre afirma que padece mucho más que yo", indicó Alcaraz al ser preguntado por su conjunto. "Tienen la sensación de que no tienen la posibilidad de hacer nada y no debe ser sencillo lidiar con esto. Pero les agradezco su apoyo ".
Tras sobrepasar una gigantesca prueba de fuego, el español deberá aguardar para entender a su rival en los octavos de final del torneo. En una día marcada por las lluvia desde primera hora de la mañana, el estadounidense Brandon Nakashima y el francés Ugo Humbert vieron interrumpido el desafío que abrió el viernes en la Court No. 12.
En una carrera fulgurante, Alcaraz aspira a convertirse en el tercer hombre en activo con por lo menos 4 copas individuales de Grand Slam en su palmarés. El español se uniría a un catálogo de leyendas que en la actualidad integran su compatriota Rafael Nadal (22) y el serbio Novak Djokovic (24), los dos jugadores que encabezan el listado históricos de conquistas del tenis masculino.