Alcaraz ya está en la final de Umag tras imponerse a Zeppieri (7-5, 4-6, 6-3)

Carlos Alcaraz va a jugar la final de Umag tras superar con más apuros de los previstos al italiano Giulio Zeppieri, 168 del planeta, en 3 disputados sets (7-5, 4-6, 6-3) que se prolongaron prácticamente 3 horas. El murciano, que ya ganó el año pasado en Croacia su primer título ATP, se asegura así subir hasta el puesto número 4 del ranking ATP, el más alto de su refulgente e naciente carrera.
Alcaraz, que alcanza su sexta final del año, más que ningún otro tenista esta temporada, es el 'Top 4' más joven desde el momento en que lo consiguiera Rafa Nadal en el mes de junio de 2005. Diecisiete años después, otro de España repite la proeza y ya son diez los tenistas de este país que han estado en tan privilegiada situación desde el instante en que Manolo Santana y Andrés Gimeno inauguraran la lista en los años 60, aún en la era principiante.

Lo que no entraba en los planes es que este logro fuera tan sufrido, mas ya la primera manga fue un parto en toda regla en el que Alcaraz coqueteó con el desastre, hasta el punto de tener que levantar 3 bolas de set. Un escenario, como afirmamos, con el que absolutamente nadie contaba, especialmente cuando el murciano conseguía romper el servicio a su contrincante en el tercer juego y cobrar ventaja.

Mas un entusiasta Zeppieri, lejos de lanzar la toalla, se empeñó en poner en aprietos a un Alcaraz al que no le funcionaba su saque y, por tanto, padecía al servicio, hasta el punto de tener que encarar hasta 8 bolas de break en 4 de sus 6 turnos al saque.

El alumno de Juan Carlos Ferrero fue solucionando estos inconvenientes hasta el octavo juego, cuando terminó cediendo su saque tras una derecha demasiado larga que equilibraba la batalla.

El tenista trasalpino, en el partido de su vida a sus 20 años -jamás ya antes había jugado contra un 'top 10'-, estaba poco a poco más engallado y volaba a lomos de su poderoso saque. El inconveniente lo tenía un Alcaraz con cara de poquísimos amigos.

Así se llegó a un décimo juego con tintes trágicos en el que de España debió tirar de su clase para continuar con vida en este primer parcial, solucionando esas tras bolas de sets ya citadas con dos derechas ganadoras y una volea marca de la casa.

Alcaraz reanudó el aliento y volvió a la carga, consiguiendo una segunda ruptura de servicio que al final fue terminante para la fortuna del set, si bien el duelo estaba lejísimos de estar liquidado.

Entre otras muchas cosas por el hecho de que Zeppieri evitó un break al comienzo del segundo parcial con 3 saques directos que frustraron los deseos del de España de vivir un partido algo más apacible.

Es más, lo que sobrevoló el ITC Stella Maris de Umag fue la desgracia cuando Alcaraz se torció su tobillo derecho tratando de llegar a una dejada de Zeppieri que para mayor inri ni tan siquiera había sorteado la red.

Por un momento, el murciano torció el ademán y la grada contuvo la respiración, mas la sangre no llegó al río. Eso sí, Alcaraz debió pasar por boxes y jugó el resto del partido con un fuerte vendaje en ese tobillo.

Llegados aquí, el inconveniente era que Zeppieri se mostraba muy rocoso al saque, pasando toda la presión a un Alcaraz que tal vez había previsto otro género de encuentro en frente de un contrincante que, después de todo, no había ganado un solo partido ATP hasta esta semana en Croacia.

Así se llegó hasta un décimo juego en el que Zeppieri volvía a quitar para cerrar la segunda manga, un calco de la primera que esta vez sonrió al italiano, extendiendo un partido que a esta altura estaba lejísimos de tener un dueño claro.

Llegados aquí, no es que el murciano le viese ya las orejas al lobo sino este tenía dientes y conminaba con devorarlo. Esto sirvió indudablemente de acicate para un Alcaraz que puso su empeño en comenzar el tercer y definitivo parcial con un break que le diese cierta calma, cosa que consiguió gracias a un enorme revés cruzado que festejó con saña.

A renglón seguido, el murciano no solo afianzaba el break sino conseguía un segundo, encauzando lo que, ahora sí, parecía un triunfo cómodo. El inconveniente es que Zeppieri no parecía por la tarea de dejarse ir y reanudó las hostilidades con empeño frente a un Alcaraz que quizá se relajó en demasía tras tanto sufrimiento, cediendo hasta por un par de veces su saque y devolviendo las espadas a su punto más alto.

Con empate a 3 en este tercer set, el italiano, menos habituado a partidos de esta situación, empezó a tener a inconvenientes físicos en forma de calambres y fue apagándose hasta ceder un último saque en blanco en el que apenas se podía desplazar. Alcaraz había ganado, mas el susto no se lo quita absolutamente nadie.

El contrincante de Alcaraz en la final va a ser el asimismo trasalpino Jannik Sinner, que venció cómodamente a su compatriota Franco Agamenone por 6-1 y 6-3. Sinner fue el 'verdugo' de Alcaraz en Wimbledon por lo que la final depara una enorme ocasión de revancha al alumno de Juan Carlos Ferrero.

TiroAlpalo