Stefanos Tsitsipas conquista su primer título sobre hierba en el ATP 250 de Mallorca ante Roberto Bautista con un resultado de 6-4, 3-6 y 7-6(2) en 2 horas y 34 minutos de final. Si bien el de España conseguía recobrar una esencial distancia con la que arrancaba el heleno, el número 6 del planeta impuso su tenis a lo largo de la mayoría del encuentro. Semana en Mallorca que fortalece la confianza de los dos jugadores de cara a Wimbledon.
Stefanos empezó violento al resto, metiéndose en pista para cerrar los puntos con confianza. El heleno se mostró desde el primer punto arriesgadamente cómodo con el revés, lo que le llevó a romper el servicio de Bautista de buenas a primeras, asimismo con algo de suerte. Ni el enorme servicio de Roberto le sirvió al de España para frenar a un concluyentes Tsitsipas, que comenzaba a separarse en el marcador con un 4-0. Si bien Bautista forzaba a correr a Stefanos, el número 6 del planeta no tenía ningún inconveniente en pasar velozmente de la defensa con el cortado al ataque.
Roberto se estrenaba en el lumínico con un buen juego al servicio, si bien cediendo en puntos en los que en general no falla. Debió ser en este quinto juego de la final en el que se vieron los primeros fallos de Tsitsipas. Esos fallos persistieron a fin de que Bautista aprovechase la ocasión y recuperara uno de los breaks de desventaja.
El heleno lograba recortar la buena ráfaga de Roberto tras mudar su raqueta, si bien no acababa de localizar buenas sensaciones al resto. Aun así, Stefanos se adjudicaba el primer parcial con un alto porcentaje de puntos ganados con su primer servicio.
Sin poder defenderse en la red, Bautista perdía su saque en el segundo set, con Tsitsipas más cerca de hacerse con el trofeo. El ánimo del público asistió a Roberto a poner el 2-3 en el marcador, con break de desventaja. Esa diferencia no duró demasiado pues Stefanos se enmarañaba nuevamente en sus fallos frente a un Bautista que cada vez se atrevía más a ir a por el ganador.
De tal manera que el de España se llevaba la segunda manga pasando por encima a Stefanos, con golpes que sorprendían a la grada. En el final del parcial, el heleno padeció un mal apoyo que le dejó con ciertas molestias en la pierna derecha.
Tsitsipas comenzaba nuevamente rompiendo el servicio de su contrincante, que se caía sobre el césped una vez que una bola de Stefanos tocara la red. Roberto salvaba otra situación difícil en la que el heleno rozaba el título del campeonato, mas lograba sumar su juego al servicio. Los nervios se dejaron apreciar con algún fallo y la escasez de primeros. Bautista pudo presionar para devolver la igualdad en el marcador y darse una ocasión de pelear por el trofeo.
El cansancio de Tsitsipas volvía a aparecer con el 5-5 en el lumínico y un Bautista atinado al resto. A pesar del acierto de Roberto, el heleno se aseguraba el tiebreak en el set definitivo, con el de España haciendo lo propio ahora. Stefanos mostró una versión plenamente renovada en el tiebreak, dominando los golpes como no hacía desde el primer set para hacerse con el trofeo de Mallorca.
Roberto se estrenaba en el lumínico con un buen juego al servicio, si bien cediendo en puntos en los que en general no falla. Debió ser en este quinto juego de la final en el que se vieron los primeros fallos de Tsitsipas. Esos fallos persistieron a fin de que Bautista aprovechase la ocasión y recuperara uno de los breaks de desventaja.
El heleno lograba recortar la buena ráfaga de Roberto tras mudar su raqueta, si bien no acababa de localizar buenas sensaciones al resto. Aun así, Stefanos se adjudicaba el primer parcial con un alto porcentaje de puntos ganados con su primer servicio.
Sin poder defenderse en la red, Bautista perdía su saque en el segundo set, con Tsitsipas más cerca de hacerse con el trofeo. El ánimo del público asistió a Roberto a poner el 2-3 en el marcador, con break de desventaja. Esa diferencia no duró demasiado pues Stefanos se enmarañaba nuevamente en sus fallos frente a un Bautista que cada vez se atrevía más a ir a por el ganador.
De tal manera que el de España se llevaba la segunda manga pasando por encima a Stefanos, con golpes que sorprendían a la grada. En el final del parcial, el heleno padeció un mal apoyo que le dejó con ciertas molestias en la pierna derecha.
Tsitsipas comenzaba nuevamente rompiendo el servicio de su contrincante, que se caía sobre el césped una vez que una bola de Stefanos tocara la red. Roberto salvaba otra situación difícil en la que el heleno rozaba el título del campeonato, mas lograba sumar su juego al servicio. Los nervios se dejaron apreciar con algún fallo y la escasez de primeros. Bautista pudo presionar para devolver la igualdad en el marcador y darse una ocasión de pelear por el trofeo.
El cansancio de Tsitsipas volvía a aparecer con el 5-5 en el lumínico y un Bautista atinado al resto. A pesar del acierto de Roberto, el heleno se aseguraba el tiebreak en el set definitivo, con el de España haciendo lo propio ahora. Stefanos mostró una versión plenamente renovada en el tiebreak, dominando los golpes como no hacía desde el primer set para hacerse con el trofeo de Mallorca.