Roberto Bautista supera con una sólida actuación a Filip Misolic, que alcanzaba su primera final ATP horas ya antes con solo 20 años. El español se proclamaba vencedor del ATP 250 de Kitzbuhel tras ganar con un resultado de 6-2 y 6-2 en 1 hora y 32 minutos, siempre y en toda circunstancia con la sensación de tener el encuentro bajo su control. A pesar de que Filip comenzó de forma fuerte, Roberto fue capaz de desesperarle en algún intercambio largo.
La final arrancó con puntos largos desde el fondo de pista, modelo que no molestó a ninguno de los dos jugadores. El público se levantaba a aplaudir el primer juego el partido que sumaba Misolic con una increíble derecha paralela en carrera. El austriaco, que jugaba de local, no pudo aprovechar las primeras ocasiones de romper el servicio de Bautista tras un principios lleno de confianza. El de España, que se volvía más beligerante con el paso de los puntos, comenzó a calibrar con su derecha en el tercer juego del partido. Filip se defendía de esas ofensivas con un revés paralelo a la línea, si bien Roberto soportaba al resto para tomar el beneficio con el primer break del encuentro.
El desenfado del joven austriaco en la red provocó que Bautista no pudiese acrecentar la distancia en el lumínico. La paciencia fue una de las claves a fin de que Roberto aguantase los embistes del austriaco.
El de España se metía en pista para quitar segundos a su contrincante y ponerse a solo un juego de hacerse con el primer parcial de la final de Kitzbuhel. Con una potente derecha desde el fondo de pista, Roberto se aproximaba al título del campeonato austriaco. Dominando con esa derecha llegaban los fallos no forzados de su contendiente, quien arrancaba cediendo en la segunda manga del encuentro.
Una doble ruptura en el segundo set volvía prácticamente imposible una remontada por la parte del jugador local, que cada vez parecía tener menos energía para pegar a la pelota. Misolic volvía a relucir por un instante con subidas a la red en frente de una grada que deseaba continuar viendo tenis para eludir que el de España cerrase la victoria al resto. Bautista contenía nuevamente las pretensiones de Filip para confirmarse como vencedor en Kitzbuhel, undécimo título ATP, segundo sobre tierra batida.
El desenfado del joven austriaco en la red provocó que Bautista no pudiese acrecentar la distancia en el lumínico. La paciencia fue una de las claves a fin de que Roberto aguantase los embistes del austriaco.
El de España se metía en pista para quitar segundos a su contrincante y ponerse a solo un juego de hacerse con el primer parcial de la final de Kitzbuhel. Con una potente derecha desde el fondo de pista, Roberto se aproximaba al título del campeonato austriaco. Dominando con esa derecha llegaban los fallos no forzados de su contendiente, quien arrancaba cediendo en la segunda manga del encuentro.
Una doble ruptura en el segundo set volvía prácticamente imposible una remontada por la parte del jugador local, que cada vez parecía tener menos energía para pegar a la pelota. Misolic volvía a relucir por un instante con subidas a la red en frente de una grada que deseaba continuar viendo tenis para eludir que el de España cerrase la victoria al resto. Bautista contenía nuevamente las pretensiones de Filip para confirmarse como vencedor en Kitzbuhel, undécimo título ATP, segundo sobre tierra batida.