Rafa Nadal no pudo ganar la final de Bastad. El español, que llegaba al partido por el título dos años tras su última vez, no halló la manera de frenar a un acertado Nuno Borges (3-6 y 2-6), que dejó al balear con la miel en los labios en el torneo sueco. El español, irreconocible sobre la pista, no halló la forma de frenar a un jugador portugués que estuvo mucho más fino en todas las facetas y que, con esta victoria, logra el primer título ATP de su trayectoria.
A lo largo del torneo, Nadal ha ido de menos a más en los partidos, exponiendo una resiliencia y una perseverancia dignas del campeón que es. Pero, en la final, todo cambió: el español no solo no mejoró, sino el bloqueo fue a mayores con el paso de los minutos. Con muchas inquietudes en el saque, sin continuidad desde el fondo de la pista y lentísimo en los apoyos, el español no encontró herramientas para vencer a Borges, sumando una dolorosa derrota en el partido por el título.
Como viene siendo costumbre en Bastad, Nadal no empezó bien el partido. Por tercer encuentro consecutivo, su contrincante hallaba la manera de romperle el servicio a las primeras de cambio, en especial por las dudas y los fallos del español al servicio. Pero, nuevamente , el español lograba el contrabreak a continuación para enjugar la desventaja. Y, como si fuera el Día de la Marmota, otra vez perdía Nadal su saque a continuación , la enésima vez que ocurre esta dinámica en el torneo. Era una final y daba la sensación de que los dos jugadores estaban mucho más cómodos al resto que al servicio. Y, ¿saben que volvió a pasar de nuevo? Otras 2 rupturas más , para agregar cinco breaks seguidos en el equipo. Sería Borges el que rompiese esta dinámica para ponerse con 5 a 2 por enfrente. A continuación , Nadal sostenía su primer saque del partido. pero deficiente para reaccionar en un equipo que el portugués cerró por la vía rápida (3-6).
La segunda manga empezó muy distinta a la primera: los dos tenistas, muy serios con su saque, descubrieron la necesidad de mantener sus servicios si deseaban ser vencedores. Lo primero era no perder sus oportunidades y, cuando el rival flaqueara lo mucho más mínimo, intentar hallar un agujero al resto con el que golpear. Nadal mejoró ostensiblemente en esta faceta, que tanto se le ha atascado en Bastad, para tratar de seguir con vida en el partido. Pero, en el quinto juego, el español volvía a las andadas. Incapaz de hallar ángulos con el saque que hicieran daño a Borges, padeció en exceso , hasta que el portugués, mucho más consistente en su juego, lograba el primer break del segundo set. No lograba inquietar a su rival y el español, algo mucho más retardado que en los últimos partidos, no hallaba la forma de complicar al luso, que confirmaba la rotura y ponía a Nadal contra las cuerdas.
Sin embargo , todo el planeta esperaba la reacción de Nadal. y jamás llegó. El lenguaje corporal del español no era bueno, las dudas eran grandes y el físico no le acompañaba, lo que provocó un nuevo break en contra que le dejaba con una rodilla sobre la lona. Borges no necesitó más que firmar un brillante juego al saque en blanco y, con un ace, firmar la victoria que supone el primer título ATP de su carrera , dejando al español con la miel en los labios. El español, un tenista acostumbrado a partidos largos y a remontar encuentros complicados, no encontró nada a eso que asirse en pista para permitirse soñar. El cansancio juntado en el torneo se le dejó notar , quedándose a las puertas de ese deseado título, que deberá de seguir esperando. Borges, considerablemente más acertado en los momentos claves del partido, supo llevarse un triunfo que no olvidará nunca , un duro golpe para el balear, que soñaba con volver a tocar metal.