Un tanto de Carlos Arana permite al Racing sumar los tres puntos, y hunde al Tenerife (0-1) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

Desastre monumental, crisis alarmante. Óscar Cano prosigue sin ganar un partido con el disco compacto Tenerife desde su controvertido aterrizaje en el banquillo, pero es que además de esto el equipo no marcó un solo gol en sus dos partidos en el Heliodoro. Habitual que el graderío acabase irritado por el pobre desempeño del conjunto , que no ofrece señales de mejora. Un Racing mucho más hecho le ganó en prácticamente todas las facetas del juego, le sometió a lo largo de buena parte de la contienda en su propio feudo y, lo mucho más importante , sí aprovechó su gran oportunidad para canjearla a precio de gol y marcharse de la Isla con los tres puntos.

Pintan bastos para el aparato insular, negado con el triunfo y con el gol, también con la suerte. Por un palmo de lote se le anuló un poco que habría cambiado el curso de los acontecimientos en la primera mitad. Desde ese momento y prácticamente hasta el final , el Tenerife dio la impresión de estar en no apto punto de cocción, como si estuviese aún en pretemporada, incapaz de aprovecharse de las debilidades del contrincante. Ni con Saúl reprendido ni con el descollante Pablo fuera del césped pudo el conjunto de Cano dar un paso al frente. Fue desilusionante , también desquiciante.

La verdad es que salió atolondrado el Tenerife, tal y como si le costara ingresar en el partido. Lo aprovechó el Racing desde el inicio para obtener dos opciones consecutivas desde el saque de esquina. Fue una situación pasajera, pues el representativo intentó irse ganando su lugar en la contienda y también disfrutó de su primer córner antes de descontarse el quinto minuto del primer acto. Para entonces ahora había aparecido con buenos bríos el canterano David, cuya titularidad es una condición ya incuestionable. En cambio sí hubo ayer alquileres en otras demarcaciones, aun en la portería, donde Tomeu cedió su ubicación a Salvi; y en la salón de máquinas, toda vez que Sergio apareció donde Bodiger.

Al poco rato de empezar el acercamiento ahora se había producido la primera aparición en escena de Maikel Mesa, que penetra en el juego a cuentagotas; pero en el momento en que lo realiza , lo hace de verdad. Su pase habilitó a Ángel para una gran carrera hacia el gol que acabó en un tiro manso, todo ello antes de que el árbitro confirmase que la acción se encontraba invalidada por fuera de juego.

No daba tregua el lance , que trajo noticias justamente en el otro portal con un disparo de Karrikaburu, que chutó fuera (7\'). No era el Racing un aparato alguno. Lejos de permitir el plan propositivo del Tenerife, que aún no se ve , el cuadro cantabrio imantó la pelota hacia sus futbolistas más desequilibrantes y no dejó de afrontar el partido hacia la portería del principiante Salvi, que no debió formar parte en el ensayo de Andrés en falta directa. Tiró fuera. Sí debió intervenir el otro arquero, Ezkieta, para apagar la chispa de las dos cabalgadas consecutivas un de Waldo bullicioso al principio del choque.

La próxima acción ya acabó dentro, pero sin que gol alguno subiera al marcador. El Tenerife sorprendió a las espaldas de su oponente y recibió Mesa un excepcional servicio desde la derecha que el lagunero aprovechó como acostumbra. Pero al representativo volvió a salirle cruz. Vive el aparato de Cano en las antípodas de la buena suerte, y en esta oportunidad por una cuestión de solo unos centímetro invalidó el videoarbitraje -por fuera de juego- el 1-0 que el Heliodoro ya había festejado por todo lo alto. La determinación arbitral cortó el amago de celebración en el coliseo blanquiazul, ávido de alegrías. Lo que hubo, sin embargo , fue un susto mayúsculo. David se confio y prácticamente aprovecha Karrikaburu para retar en solitario a Salvi. El descuido no pasó a mayores.

El partido se fue aproximando al reposo con mejores experiencias para el Racing, con un estelar Pablo transformado en el más destacable estilete de los suyos. Parecía bajársele al Tenerife la persiana de las ideas, si bien lo prosiguió tratando el cuadro anfitrión. Si bien fuera por inercia, cuando Alves se presentó casi ante las manos del arquero visitante en busca del primer gol en el hogar , que aún se resiste. Llegado el intermedio, urgía progresar. Hacía largo rato que el equipo de Cano había dejado de imponerse en las segundas jugadas, no encontraba clarividencia para llegar por la vía de la elaboración y padecía desajustes con mucha continuidad.

Misma tejndencia de la primra mitad con un Tenerife fatigado, pero además sin ideas ni criterio. Hubo que agitar la coctelería y tiró Cano de los cambios previsibles, Enric y Cantero, para reemplazar a 2 jugadores que cotizaban a la baja como Ángel y Maikel. No está siendo feliz el comienzo para los arietes blanquiazules, que juegan con la luz apagada, como desconectados del juego. Todo lo opuesto los del Racing, que lograron llevar a cabo caja con la sociedad Andrés-Arana. El primero sirvio, el segundo chutó. La pelota acabó dentro y los pitos aparecieron en un Heliodoro que había resistido como si el partido fuese un teatro. La cuestión es que viven equipo y afición bajo el influjo visible de la deriva institucional, la inestabilidad y el caos que es el Tenerife hoy. La noche fue triste, asimismo el resultado. Si ya había una crisis en los despachos, ahora ya hay otra también en el verde.

TiroAlpalo