Era un día para recomponerse tras el fiasco del 3-0 frente al Real Zaragoza y cerrar la primera vuelta y el año en un campo que se sabía bastante difícil dando una buena imagen más cercana a la de la mayor parte de lo que va de curso que a la menos sólida de las jornadas más recientes.

Sin lograr el sobresaliente, se puede decir que la SD Huesca lo consiguió en su visita al Burgos en un choque en el que se adelantó inmediatamente antes del reposo tras una contundente primera mitad merced a un gol de Joaquín y en el que recibió el terminante 1-1 en la reanudación en una acción en la que se echó en falta más agilidad protectora. Las tablas fueron justas y prueban una vez más que para ganar lejos de ElAlcoraz a los blaugranas solo les vale la excelencia.

Tras el mazazo del empate, lo positivo fue que el equipo supo rehacerse superando unos minutos en los que sobrevolaron en El Plantío los espectros de La Romareda para terminar siendo una parte de un duelo muy abierto; circunstancia atractiva atendiendo a que en competición había dos contricantes que si de algo alardean es de ser sólidos atrás. En especial el Burgos, que se sostuvo imbatido a lo largo de las diez primeras jornadas e invicto hasta la 12ª y que prosigue agarrado a la zona noble de la clasificación.

El Huesca, cuya única victoria a domicilio prosigue siendo la del 12 de octubre en Oviedo (0-1), por lo menos volvió a puntuar como visitante, algo que no había conseguido en sus 4 últimas salidas ligueras. Con el 1-1 alcanza el ecuador con 28 puntos, a 4 del ‘play off’ y 7 sobre el descenso.

El tanto de Joaquín fue el claro exponente de lo que el Huesca trató de hacer en El Plantío, una transición veloz tras un hurto en la que Ratiu centró al área, donde 5 de sus compañeros esperaban el balón. Lo atrapó el extremo y lo llevó a la red entre 3 defensas y el portero. Él fue una de las 5 novedades al lado de Blasco, Salvador, Juan Carlos y Kanté. En esa renovación de la alineación fueron tanto o más esenciales que los nombres, las opciones tácticas que permitieron.

Con Vilarrasa nuevamente siendo de la partida frente a la ausencia de Mateu, Ziganda pudo jugar con 3 centrales, una variación con la que al equipo se maneja con soltura. Arriba, Juan Carlos hizo muy frecuentemente de falso 9 con Kanté escorándose a la izquierda.

En el terreno del precisa progresar prosigue el balón parado y en especial los lanzamientos de esquina. Se botaron once y prácticamente con ninguno se intranquilizó, dio igual que los sacasen, Joaquín, Vilarrasa e inclusive Timor. En el segundo Salvador logró rematar un rechace, mas no sorprendió a Costoso que asimismo se estiró por un par de veces en el séptimo en frente de Kento y Vilarrasa, en una doble ocasión invalidada.

Hasta el reposo, el Burgos no estuvo cómodo. Era un partido entre dos bloques que prefieren que sea el otro el que maneje la posesión y en su papel de local obligado a aceptar esa responsabilidad le costó crear ataques punzantes. Valcarce tuvo un disparo centrado que capturó Andrés y a continuación recibió un pase a escasos centímetros de la línea de gol estando más atento que Blasco, mas no que Jorge Pulimentado, que cortó su tiro. Los de Calero tuvieron dos faltas peligrosa a favor, mas no les sacaron provecho.

A la tercera, al comienzo de la segunda mitad, fue la vencida para ellos. El cuero cayó entre múltiples defensas, incomprensiblemente ninguno despejó y Grego marcó. Los castellanos retornaron mejor al partido y el golpe del gol afectó de forma evidente al Huesca, que tuvo fallos de concentración y fallos en el pase. Andres blocó un cabezazo de Mourad y Valcarce se halló con la madera. Más adelanta asimismo lo haría Curro.

La solución que inventó Ziganda a fin de que los suyos reaccionasen fue un triple cambio. En el 57’ entraron Timor, Valentín y Moflete por Kento, Joaquín y Kanté. Los visitantes se asentaron y hasta el final ninguna de las dos escuadras sería dominadora.

Juan Carlos tuvo el segundo gol para el Huesca tras un envío al área de Valentín a Moflete que terminó en los pies del gallego. Se entretuvo demasiado y no apuntó entre los 3 palos. Costoso y Andrés tuvieron trabajo. Asimismo el VAR que examinó una posible mano de Blasco en el área que con buen acierto no concedió.

Valentín, de lo mejor en el Huesca en la segunda parte, lo procuró de cabeza y asimismo con una chilena. El partido entró en el tramo final con todo abierto y Escriche recogió el testigo de Juan Carlos. Sin embargo el Burgos tuvo las más claras forzando a que Andrés fuera protagonista en el resultado desbaratando las ocasiones de Elgezabal.