El Nottingham Forest volvió a enseñar su aura de matagigantes en el City Ground. Los 'foresters', que ya habían superado a Liverpool y Tottenham en su feudo esta temporada, atropellaron al Chelsea en ciertos tramos del partido hasta tal punto que estuvieron cerca de llevarse una victoria que les hubieran tolerado dejar atrás la zona de descenso.
No obstante, el resultado fue un reparto de puntos que no acaba de satisfacer a ninguno de los dos conjuntos. El primer aviso serio del partido fue protagonizado por los 'foresters'. En un contragolpe furioso, Johnson ganó la espalda a Thiago Silva y Cucurella para plantarse solo ante Kepa, mas el meta respondió con una buena mano. Esta acción expuso las debilidades de la zaga 'blue', por lo que el Forest aprovechó la velocidad de sus futbolistas para seguir produciendo riesgo.
Cuando el City Ground empezaba a olisquear sangre, el Chelsea consiguió oro de una acción en la que solo aguardaba localizar cobre. Havertz se sacó de la chistera un taconazo para rematar el envío de Pulisic, mas su intento fue escupido por la madera. El rechace, no obstante, favoreció a Sterling que, aprovechando la carencia de contundencia de Lodi, definió a placer para estrenar el electrónico.
Los alumnos de Steve Cooper se cayeron tras entregar gol en la primera ocasión, y sus aproximaciones a portería contraria llegaron con cuentagotas. El Chelsea tampoco parecía presto a desplazar ficha, por lo que el resto de la primera parte transcurrió en una suerte de calma tensa que estuvo a puntito de saltar por los aires con el careo de Zakaria y Yates.
Tras el paso por vestuarios, el Forest recobró esa energía que exhibió en los primeros minutos para volcarse en busca del empate. El primer tanteo llegó por la parte de Johnson, que volvió a plantarse solo ante Kepa, mas el vasco adivinó de nuevo sus pretensiones. Más clara aún fue la ocasión de Gibbs-White, que sacudió los cimientos de la portería 'blue' con un latigazo que se estrelló contra el larguero ya antes de botar en la línea de gol.
Por último, a la tercera fue la vencida, y el Forest vio premiada su insistencia en forma de gol. En un saque de esquina muy mal protegida por la parte del Chelsea, Aurier durmió el esférico con el pecho dentro del área ya antes de fusilar a Kepa con un disparo a quemarropa.
El cuadro 'blue' precisaba una reacción con emergencia, y esta llegó en forma de triple cambio. Graham Potter dio entrada a Gallagher, Ziyech y Aubameyang de una vez en una clara muestra de su voluntad de ir a por la victoria. El sino más bien del partido pudo mudar cuando el Ziyech halló a Aubameyang con un enorme centro, mas el gabonés desaprovechó la ocasión.