El Liverpool no comenzó con buen pie la época. El Fulham fue un escollo demasiado complicado para los de Jürgen Klopp quienes estuvieron muy incómodos y no consiguieron pasar del empate en su estreno en la Premier League (2-2).

Sorprendió el once 'red'. Darwin Núñez, capital en la consecución de la Community Shield y fichaje estrella de la época, arrancó el partido en el banquillo ya que se apostó por dar continuidad a Roberto Firmino. El resto del equipo fue el aguardado, sin Diogo Jota, aún por recobrarse.

El comienzo del duelo fue marcado por un Fulham que estuvo de diez. Con una estupenda presión en 3 cuartos, cerrando los espacios por la parte interior para impedir conectar a Fabinho y Thiago con el juego de posesión, impidió que Van Dijk y Matip iniciaran las jugadas con criterio ya desde el primer minuto, cuando en un hurto Mitrovic, que fue el mejor sobre el campo, prácticamente consigue el primer tanto.

Esa incomodidad duró lo propio. Más de lo aguardado probablemente, pues todos y cada uno de los duelos de balones divididos cayeron del lado del Fulham. Ni tan siquiera el tanto bien cancelado a Luis Díaz despertó el dominio que se alardeaba del Liverpool ya antes de comenzar la batalla contra un recién ascendido a la Premier League. Con escasas ocasiones por los dos lados, el gol llegó en un cabezazo de Mitrovic, que se impuso sobre Alexander-Arnold (33').

Eso sí que pareció despertar por fin al conjunto de Klopp. Bueno, el gol y asimismo Thiago Alcántara, que decidió bajar como un falso lateral para comenzar a entrar más en juego y eso desestabilizó la presión del conjunto de Marco Silva. Aun así, y pese a pisar más campo contrincante, el palo evitó que Luis Díaz igualase el marcador y el resultado no se movió al reposo.