Empezó una nueva Era en el PSG. Sin Lionel Messi. ¿Sin Mbappé? ¿Sin Neymar? En este contexto, el conjunto parisino, bajo la dirección de Luis Enrique, tuvo un principios desilusionante en la Ligue 1, quedándose en un empate 0-0 frente al modesto y sacrificado Lorient. Pese a una clara posesión del balón, el equipo careció de contundencia en el ataque y mostró una falta de jugadores prestos a aceptar la responsabilidad. Muy frecuentemente, al equipo del Parque de los Príncipes lo salvó una actuación individual de las 3 estrellas.

El debut de Luis Enrique como adiestrador del PSG estuvo marcado por un cambio significativo en la alineación. La ausencia de figuras como Leo, Kiki, Ney y hasta Marco Verratti fue concida. Desde el primer minuto, se resaltó la apuesta del técnico de España por un enfoque de juego basado en la posesión del balón, algo que no sucedía con Christophe Galtier. Si bien el equipo tuvo el control en muchas fases del partido en campo contrario, la carencia de eficiencia y de inventiva en los metros finales fue evidente.

El PSG presentó un equipo renovado, con jóvenes talentos y nuevas incorporaciones. Tanto es así que, de los 11 titulares, apenas 5 de ellos formaron una parte de la última temporada: Gianluigi Donnarumma, Achraf Hakimi, Danilo Pereira (capitán), Warren Zaire-Emery y Vitinha. El resto, caras nuevas. Milan Skriniar y Lucas Hernández, quienes habían sido sondeados en otros mercados de pases, ocuparon el campo izquierdo de la defensa. El uruguayo Manuel Ugarte fue el 5 y figura del equipo. Y, adelante, todos hicieron su debut: Kang-in Lee, Gonsalo Ramos y Marco Asensio